Revista sobre \n la libertad religiosa y \n los derechos humanos en China
Las Iglesias de toda China se ven obligadas a cantar canciones en las que se alaba al Partido Comunista o, de lo contrario, a los creyentes se les prohibiría congregarse. Según testigos presenciales, a principios de este año, agentes de policía irrumpieron en una iglesia de las Tres Autonomías controlada por el Gobierno emplazada en […]
Según documentos emitidos por algunos municipios de la provincia de Shanxi, el clero está sujeto a inspecciones anuales y sus movimientos están restringidos.
Una sesión del Parlamento Mundial de Religiones se centró en los refugiados chinos por cuestiones religiosas y presentó “El Engaño” (The Hoax), una película sobre la tentativa llevada a cabo por China para hostigar a los solicitantes de asilo pertenecientes a la Iglesia de Dios Todopoderoso en Corea del Sur.
Una iglesia protestante de las Tres Autonomías controlada por el gobierno y emplazada en Henán ha sido perseguida desde el año 2015. En el mes de septiembre, su símbolo principal – la cruz – fue destruida.
Los miembros de su congregación y los líderes de la Iglesia han sido acosados durante mucho tiempo. Durante el último allanamiento, la policía también confiscó el dinero de las donaciones.
Debido a que las autoridades cada vez detienen a más y más hombres musulmanes, casi no queda nadie que trabaje en los campos.
Funcionarios han estado trabajando en segundo plano para sostener un conflicto entre creyentes y aldeanos locales. Debido a esto, una iglesia de las Tres Autonomías controlada por el gobierno permanece actualmente cerrada.
Debido a que las Iglesias domésticas han ideado varias formas ingeniosas para evitar ser perseguidas, las autoridades actualmente han comenzado a utilizar espías para acabar con las creencias religiosas.
La provincia situada en el este de China alberga la segunda población más extensa de cristianos en el país, la mayoría de los cuales están concentrados en las ciudades de Fuyang y Lu’an.
Las autoridades de Henán están obligando a los propietarios de establecimientos comerciales, tales como hoteles y supermercados, a quitar letreros o enfrentar las consecuencias.
Kenia depende económicamente de China, pero para los chinos, los kenianos son considerados personas despreciables, existen baños separados para cada raza y las trabajadoras kenianas son abofeteadas cada vez que cometen errores mínimos.
Incluso los miembros de Iglesias aprobadas por el Gobierno padecen hostigamiento por parte de las autoridades y buscan refugio en otras provincias de China donde la represión contra la religión es menos intensa.
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