Revista sobre \n la libertad religiosa y \n los derechos humanos en China
El Gobierno chino está acosando a escuelas primarias y secundarias para que las mismas les enseñen a los estudiantes que el ateísmo, no la religión, es el mejor sistema de creencias.
La provincia que sufrió la mayor parte de los ataques perpetrados contra cristianos acaba de presenciar uno más: 300 funcionarios equipados con una excavadora destruyeron una iglesia aprobada por el Estado.
Ese mismo día desaparecieron su hermana y su tía. Esto ocurrió seis días luego de que la renombrada activista uigur denunciara la desaparición de muchos otros, algunos de ellos bebés.
Los cristianos de China están difundiendo una nueva cancioncilla: «Icen la bandera nacional, toleren consignas de propaganda. La Iglesia le pertenece al Partido, no al Señor».
El Gobierno chino está utilizando a misioneros extranjeros para justificar sus esfuerzos por suprimir las creencias religiosas.
El crimen más horroroso cometido por el régimen comunista de Pekín contra disidentes y creyentes es atestiguado en Londres. Se espera que en el mes de mayo se dicte un fallo definitivo.
Las autoridades de Sinkiang están obligando a los hombres musulmanes a deshacerse de los atributos tradicionales, o de lo contrario, serán confinados en campamentos de «transformación por medio de educación».
Iglesias y pastores de toda China le brindaron apoyo a la Iglesia de la Alianza de la Lluvia Temprana y ahora son perseguidos por el Estado.
En la ciudad de Xinmi de la provincia de Henán se han estado clausurando templos de manera vehemente y el resentimiento está agitando a los civiles.
Los estados seguros de sí mismos no intentan controlar cada impulso hacia lo sobrenatural que sienten sus ciudadanos. ¿Por qué Xi Jinping está tan preocupado por las religiones independientes?
Las regulaciones de Sinkiang impuestas en nombre de la estabilidad social perjudican negocios y pueden ser utilizadas para acosar a los comerciantes de manera arbitraria.
Iglesias emplazadas en la ciudad de Jiaozuo, en la provincia de Henán, han sido convertidas en escuelas del partido comunista, en centros culturales y en centros de actividad.
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