Revista sobre \n la libertad religiosa y \n los derechos humanos en China
La ideología patriótica y la cultura tradicional china reemplazaron por la fuerza a las actividades religiosas, y las iglesias son presionadas para representar obras teatrales y óperas con el objetivo de transformar la fe.
Respaldada por una campaña llevada a cabo por Bitter Winter y varias ONG, la exlíder de la IDT en cuatro provincias chinas, quien escapara a Estados Unidos utilizando un pasaporte falso, finalmente fue liberada de prisión.
Los impactantes casos de Ludezhuang, la Montaña de Mozi, la Colina de Sheshan y el Monte de la Cruz de Niuvu obligaron a reconocer el Estado. A continuación escuchamos la voz de los testigos.
Las iglesias afiliadas al extranjero son continuamente acosadas: se clausuran lugares religiosos, los creyentes son investigados y se les prohíbe viajar al extranjero.
Se recopilan datos exhaustivos sobre residentes musulmanes y se los utiliza en su contra para justificar detenciones masivas en nombre de la lucha contra el terrorismo.
Cuarenta y cinco sacerdotes de la Diócesis de Zhangjiakou se vieron obligados a someterse a «clases de conversión ideológica» para que se unieran a la Iglesia Patriótica.
En medio de ultimátums y amenazas para que se unan a la Iglesia Católica Patriótica, los católicos que no lo hicieron continúan oponiendo resistencia a la meta del PCCh de tomar el control total de todas las diócesis.
En los últimos dos meses, en las provincias de Hubei, Fujian y Liaoning, al menos una docena de lugares de reunión pertenecientes a iglesias domésticas fueron clausurados por la fuerza.
La guerra del PCCh contra las estatuas religiosas de grandes dimensiones sigue vigente a nivel nacional: recientemente se han destruido estatuas en las provincias de Hebei, Shandong, Shanxi y Zhejiang.
Creyentes pertenecientes a iglesias controladas por el Gobierno ven cómo sus libertades personales y religiosas son violadas, mientras las autoridades vigilan cada uno de sus movimientos.
El PCCh intensifica la ya amplia vigilancia de los lugares de culto, asignando funcionarios a cada uno de ellos para controlar a los creyentes y asegurar la lealtad a la línea del Partido.
El activista que denunció las atrocidades perpetradas en China debería permanecer encarcelado al menos hasta el 10 de julio, mientras que en Kazajistán continúan las fuertes presiones chinas.
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