Revista sobre \n la libertad religiosa y \n los derechos humanos en China
El Departamento de Estado de EE. UU. emite restricciones de visado, afirmando que Washington sigue comprometido con la preservación de la autonomía, la identidad religiosa y los derechos humanos en el Tíbet.
En China, los disidentes y los miembros de grupos religiosos prohibidos a menudo son torturados mientras se encuentran detenidos. Dos creyentes comparten sus historias.
El destacado profesor de derecho ha sido acusado de «buscar prostitutas», un pretexto frecuentemente utilizado para detener a los opositores del PCCh.
Cada día empeora un poco más: un nuevo documento le permite a la policía ingresar a locales privados sin necesidad de contar con una orden judicial, congelar activos y reprimir las críticas publicadas en línea.
Supuestamente, el 5 de julio, el papa Francisco no leyó un párrafo de un discurso previamente escrito por él, en el cual apoyaba la libertad en Hong Kong. A fin de evitar más especulaciones descabelladas, el Vaticano debería publicar el texto del acuerdo firmado con China en el año 2018.
Como los templos fueron cerrados para evitar la propagación de la COVID-19, el PCCh intensificó su campaña para eliminar todas las estatuas budistas existentes en las provincias de Sichuan, Fujian y Shandong.
Luego de un cierre de emergencia de 5 meses, a algunas iglesias estatales emplazadas en China se les permitió reabrir sus puertas; pero solo después de demostrarle su lealtad al Partido Comunista.
El 1 de julio, 53 países (entre los que se incluye China) firmaron una resolución presentada por Cuba ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en Ginebra, elogiando a China por la aprobación de la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong. La lista de los que se convirtieron en parte de […]
Amenazando e intimidando a los musulmanes, el PCCh rectificó por la fuerza numerosas mezquitas emplazadas en áreas pobladas por personas de etnia hui en Henán, Hebei y Ningxia.
La Ley de Seguridad Nacional crea cuatro nuevos organismos con poderes prácticamente ilimitados y sin responsabilidad, excepto ante el Gobierno del PCCh emplazado en Pekín.
Una disposición oculta en la nueva ley establece que el PCCh ahora puede actuar contra cualquier persona existente en el planeta que lo critique.
El Gobierno chino continúa intensificando los esfuerzos tendientes a reprimir las religiones mediante la demolición de los lugares de culto.
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