Revista sobre \n la libertad religiosa y \n los derechos humanos en China
Una carta escrita por diversas ONG, organizaciones religiosas y ciudadanos preocupados por la libertad de creencias y la dramática situación de las Iglesia de Dios Todopoderoso en China.
En China, para asegurarse de que ningún tipo de producto «sensible» llegue a los combatientes prodemocráticos, se vigila a los servicios postales y de mensajería, y se sanciona a su personal por cometer pequeños errores.
El año pasado, no solo las iglesias domésticas no registradas, sino también varias iglesias de las Tres Autonomías controladas por el Estado emplazadas en Hubei sufrieron severas represiones.
En este artículo relatamos las historias de dos miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso que fueron acosados por las autoridades chinas en el año 2019. Dos de los más de 32 000 casos del año pasado.
Desde el lanzamiento de la campaña tendiente a eliminar las publicaciones que «dañan la unidad del país» llevado a cabo el año pasado por el PCCh, numerosos libros ya no están disponibles para los estudiantes chinos.
Los creyentes sentenciados –de entre 17 y 78 años– fueron procesados por producir videos para la Iglesia. Dos de ellos permanecerán tras las rejas durante ocho años.
Durante 2019, muchas iglesias católicas fueron cerradas por negarse a unirse a la Asociación Patriótica Católica China. Incluso las iglesias operadas por el Estado son reprimidas.
Enviar mensajes “sensibles” e, incluso, reenviar o darle “me gusta” a cualquier cosa que el Gobierno considere “dañina” para su régimen, puede ponerte bajo investigación.
El hermano Zhang Wenbo le contó a Bitter Winter cómo fue suspendido en el aire mientras se encontraba atado con una cuerda, golpeado con un tubo de acero y quemado con cigarrillos. ¿Su único crimen? Predicar una religión prohibida.
Utilizando amenazas y abusando de los derechos, el PCCh hace que sus ciudadanos le proporcionen muestras de sus datos biométricos, a menudo alegando que se trata de exámenes médicos obligatorios u otros pretextos.
A los padres de dos niños que murieron en sus escuelas se les impidió descubrir la verdad y fueron reprimidos por el Gobierno en nombre del «mantenimiento de la estabilidad».
El año pasado se adoptaron un sinfín de nuevas regulaciones tendientes a reprimir a las personas de fe de todas las denominaciones, seguidas de campañas represivas sin precedentes.
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