El Gobierno del condado de Tongshan, en la provincia de Hubei, está reutilizando los santuarios pertenecientes a las religiones populares en los cuales las familias han estado rindiendo homenaje a sus antepasados durante generaciones.
por Dai Quansheng
Al igual que durante la Revolución Cultural, la actual campaña antirreligiosa del Partido Comunista Chino (PCCh) se ha extendido de las cinco principales confesiones a las religiones populares.
El condado de Tongshan, bajo la jurisdicción de la ciudad de Xianning, en la provincia central de Hubei, alberga 577 salas ancestrales; santuarios donde la gente rinde tributo y les ofrece sacrificios a sus antepasados. Consideradas sagradas, estas salas se nutren de generación en generación y registran la historia y las tradiciones de los clanes familiares.
Este año, tras la adopción de dos documentos por parte de las autoridades locales, el Estado apropió y reutilizó para un uso diferente por lo menos 245 salas ancestrales emplazadas en el condado. El Plan de implementación para el avance integral del «proyecto de propaganda roja» en el condado de Tongshan, emitido por el Gobierno del condado, y el Plan de implementación para la rectificación especial de las salas ancestrales de clanes emplazadas en el condado de Tongshan, adoptado por la Agencia de Asuntos Civiles del condado, exigen la conversión de las salas ancestrales en centros de actividades culturales rurales.
«El objetivo es introducir los valores socialistas centrales, la excelente cultura tradicional china y la cultura roja en las salas ancestrales», proclama uno de los edictos.
La Agencia de Asuntos Civiles del condado también emitió un documento titulado Rectificación precisa y conversión adecuada de las salas ancestrales rurales a fin de que proporcionen una función cultural.
En otras regiones se están llevando a cabo campañas de reconversión de salas ancestrales similares. Algunas salas ancestrales emplazadas en el condado de Chongyang bajo la jurisdicción de la ciudad de Xianning también han sido reconvertidas.
«Las salas ancestrales forman parte de la superstición feudal», afirmó un funcionario de la aldea, intentando explicar los motivos de las reconversiones. «En la actualidad, todas las salas ancestrales y los santuarios deben ser transformados en auditorios culturales, y los discursos de Xi Jinping deben ser exhibidos en ellos».
La “superstición feudal” es un pretexto frecuentemente utilizado por el PCCh para reprimir las creencias religiosas, entre las que se incluyen las religiones populares. Durante la Revolución Cultural, numerosas iglesias, templos y salas ancestrales fueron destruidos como parte de la campaña tendiente a «eliminar la superstición feudal y destruir a los Cuatro Viejos: viejas costumbres, cultura, hábitos e ideas».
«Dejemos que las tradicionales salas ancestrales rurales salgan de las sombras del atraso feudal y se conviertan en lugares donde propagar la cultura avanzada», de esta forma describen los informes oficiales las reformas en curso.
Como parte de la campaña, también se les exige a las personas que reduzcan el uso de salas ancestrales para celebrar reuniones de clanes, bodas o funerales, o para ofrecer sacrificios a sus antepasados.
«Para nosotros, las salas ancestrales representan la piedad filial, lo cual es algo bueno y no forma parte de la superstición feudal», afirmó un aldeano de apellido Xu, intentando explicar lo que dichas salas significan para la gente local. «Pero las políticas nacionales son lo que son; no hay nada que podamos hacer al respecto».
“Si el Gobierno te exige que modifiques una sala ancestral, ¿tienes alguna opción al respecto?”, preguntó un anciano de un clan local. «Si no obedeces, el Estado la demolerá». Habiendo vivido la Revolución Cultural, el anciano aún recuerda cómo se destruyeron salas ancestrales y registros genealógicos.
El anciano del clan se siente consternado por la difícil situación que enfrentan las salas ancestrales. «Esta sala le pertenece a mi familia. En la entrada principal, en lugar del letrero con el nombre de la sala se ha publicado un eslogan propagandístico en el que se expresa amor hacia el Partido Comunista. A partir de ahora, deberíamos cambiar nuestro apellido a ‘Dang’», afirmó el anciano del clan, refiriéndose al hecho de que el carácter chino 党 significa tanto «Partido» como el apellido «Dang».
Para el PCCh, participar en cualquier forma de culto o contradecir al Partido en lo más mínimo implica ser etiquetado como «fuerza oscura y malvada».
«El Gobierno cree que poseer salas ancestrales significa ‘construir fuerzas de clanes’», afirmó otro funcionario de la aldea, enumerando otra razón utilizada para la eliminación de las salas ancestrales. «Al Estado le preocupa que si la gente forma camarillas y crece la influencia de los clanes, los mismos podrían representar una amenaza para el régimen».
La “eliminación de la influencia de los clanes” también forma parte de la campaña nacional tendiente a “aniquilar el crimen de pandillas y eliminar el mal”, ya que el PCCh cree que los clanes ya han afectado negativamente las operaciones gubernamentales a nivel comunitario. Iniciada en enero de 2018, la campaña supuestamente apunta al crimen organizado, pero de hecho, también es ampliamente utilizada para reprimir a las personas de fe.
«El Gobierno teme que la gente se reúna y se rebele», afirmó un aldeano, expresando su opinión sin rodeos. «Si haces o dices algo que las autoridades consideran incorrecto, implementarán medidas en tu contra».