Un informe proporcionado por un infiltrado en el Gobierno destaca la gravedad de la persecución religiosa llevada a cabo en el año 2018.
La provincia de Henán, situada en la zona central de China, ha sido testigo de algunas de las peores persecuciones religiosas y ha servido como modelo para la represión llevada a cabo a lo largo de China. Un infiltrado en el Gobierno, que solicitó permanecer en el anonimato, le proporcionó a Bitter Winter información sobre la persecución religiosa acaecida durante el año 2018 en la ciudad de Xinxiang de la provincia de Henán.
Con una población de aproximadamente seis millones de personas, la ciudad de Xinxiang tiene jurisdicción sobre seis condados y cuatro distritos, y además administra a dos ciudades a nivel de condado. La misma es una importante ciudad situada en la región septentrional de Henán. Según estadísticas gubernamentales, Xinxiang alberga a aproximadamente 180 000 personas religiosas. Entre ellas, aproximadamente 87 000 son cristianos y 60 000 budistas.
La ciudad de Xinxiang había sido originalmente el hogar de 190 lugares de actividad cristiana registrados. Para fines del año pasado, esta cantidad había sido reducida, por medio de clausuras y fusiones, a aproximadamente 70. En otras palabras, alrededor del 60 por ciento de los lugares de reunión legales fueron clausurados.
Además, el Gobierno ha reprimido lugares de reunión privados no aprobados. En total, fueron clausurados 289 lugares privados, entre los que se incluían varios centros de la Iglesia de las Tres Autonomías y 217 sitios pertenecientes a Iglesias domésticas. Por otra parte, más de 300 lugares fueron despojados de sus cruces y de otros anexos a sus edificios; seis escuelas dominicales fueron clausuradas; y fueron confiscados más de 20 000 dísticos poéticos con temas religiosos que adornaban edificios, al igual que más de 5000 copias de material religioso impreso.
El Gobierno chino también ha estado trabajando de manera incansable para promover sus políticas religiosas. En el año 2018, se impartieron más de 200 clases de estudio de políticas religiosas para miembros del clero y personal del Departamento de Trabajo del Frente Unido y de la Agencia de Asuntos Religiosos. Se elaboraron más de 1000 carteles propagandísticos para promover el nuevo Reglamento sobre Asuntos Religiosos, asegurándose de que cada lugar religioso exhibiera dicho cartel en un lugar destacado. Se distribuyeron 350 000 copias de Una carta dirigida a los padres de menores para promover contenido educativo antirreligioso. Los padres de los estudiantes se vieron obligados a firmar dicha carta y se obtuvieron copias de estas para su almacenamiento. Se imprimieron y distribuyeron más de 600 000 panfletos en los que se promovían políticas y regulaciones religiosas. Se fabricaron más de 20 000 bolsas grandes con la propaganda del Gobierno impresa en ellas, además de otros materiales propagandísticos, y se realizaron 74 interpretaciones culturales en zonas rurales para promover las políticas religiosas del PCCh.
El año pasado, las autoridades intensificaron sus esfuerzos para suprimir las creencias religiosas de estudiantes universitarios, así como también para reprimir a grupos religiosos con vínculos en el extranjero. La ciudad de Xinxiang investigó a más de diez mil estudiantes de universidades emplazadas dentro de su jurisdicción debido a sus creencias religiosas. También se registró el estado de las creencias religiosas de profesores extranjeros y de estudiantes internacionales. Por medio de esta investigación, el Gobierno pudo recopilar la información de más de 300 estudiantes universitarios que poseen creencias religiosas.
Además, la Iglesia de Testigos de Jehová, la «Iglesia de Shincheonji» de Corea del Sur, la Iglesia «Luz de la Vida», la «Iglesia de las Buenas Nuevas» y otros grupos religiosos han sido severamente reprimidos. El Gobierno estableció un grupo de trabajo con el pretexto de «investigar a organizaciones que se infiltran desde el extranjero» y sancionó a más de 100 cristianos. Entre ellos se encontraban 13 miembros de la Iglesia de Testigos de Jehová tanto nacionales como procedentes de países extranjeros (siete lugares de reunión pertenecientes a los Testigos de Jehová fueron clausurados), 28 fieles de la Iglesia Luz de la Vida, 83 fieles de la Iglesia de las Buenas Nuevas y siete fieles de la Iglesia surcoreana de Shincheonji.
Las iglesias católicas clandestinas emplazadas en la ciudad de Xinxiang también son objetivos de la represión. El sacerdote clandestino Ding Wanshan y el obispo clandestino Zhang Weizhu fueron objeto de represión mientras realizaban actividades religiosas en el condado de Huojia y en el distrito de Weibin, y en el condado de Fengqiu, respectivamente. El Gobierno local clausuró el «Grupo juvenil Sha Wei» establecido por el sacerdote clandestino Yan Shawei en el distrito de Weibin.
También se llevó a cabo una represión generalizada contra lugares religiosos islámicos. En total, se remodelaron 14 edificios públicos que poseían elementos vinculados con «saudización» o «arabización». Las cafeterías halal de 40 escuelas y empresas fueron «reformadas». Además, 16 empresas fueron reprimidas debido a las preocupaciones generadas por la «difusión de lo halal«, destruyendo más de 900 000 paquetes de productos etiquetados como halal.
Bitter Winter a menudo brinda información sobre historias personales de individuos y comunidades que padecen persecución religiosa. Pero estadísticas como las que fueron descritas más arriba ayudan a dejar en claro la escala de la represión y los recursos que China está utilizando para lograr tal objetivo.
Información de Wang Yichi