Las autoridades tomaron por la fuerza y saquearon la Iglesia del Verdadero Jesús emplazada en la ciudad de Shangqiu de la provincia de Henán, arrestaron a su director y lo mantuvieron detenido durante 15 días.
Li Guang
El 4 de enero de 2019, dirigidos por el vicegobernador del condado de Zhecheng, funcionarios locales, policía SWAT y antidisturbios, junto con policías vestidos de civil, llegaron a la Iglesia del Verdadero Jesús emplazada en el poblado de Anping, bajo la jurisdicción de la ciudad de Shangqiu, en la provincia china central de Henán. El grupo llegó en 60 vehículos y bloqueó las intersecciones que conducían a la iglesia. Las autoridades afirmaron que la iglesia estaba en contacto con países extranjeros, lo cual era considerado ilegal y, por lo tanto, debía ser clausurada.
Para evitar que las autoridades invadieran la iglesia, más de 60 creyentes —que ya habían estado vigilando la iglesia durante más de tres meses— utilizaron bancos para bloquear la entrada. Incapaces de forzar la entrada, las autoridades ordenaron a más de 100 agentes vestidos de civil que derribaran la cerca de malla de alambre que se hallaba situada en el lado este de la iglesia e irrumpieran en la misma.
“Tan pronto como ingresaron a la iglesia, destrozaron la caja de donaciones y se adueñaron del dinero, el cual totalizaba miles de yuanes. También nos preguntaron dónde se guardaba todo el dinero de nuestra iglesia», afirmó un miembro de la congregación.
El creyente agregó que, al no poder hallar el dinero, los oficiales ordenaron a los policías vestidos de civil que retiraran las cámaras de vigilancia que se hallaban dentro de la iglesia y luego atacaron violentamente a los creyentes. Quince creyentes fueron golpeados hasta ser derribados y quedaron gimiendo de dolor.
Según un testigo de los hechos ocurridos ese día, una creyente de unos sesenta años, al escuchar a los funcionarios ordenarles a los oficiales de policía que destrozaran y atacaran a la iglesia, intentó destrozar su cabeza contra un vehículo policial como señal de protesta. Varios oficiales de policía la sujetaron y golpearon, fracturándole las costillas. Una creyente de unos cincuenta años se adelantó para ayudarla, pero ella también fue violentamente atacada y durante la golpiza le fracturaron dos costillas. Varios oficiales abofetearon a una creyente parcialmente paralizada de unos setenta años y golpearon brutalmente a otros creyentes, haciéndoles perder el conocimiento durante más de media hora.
Algunos creyentes y curiosos tomaron fotos y videos de la escena. Temiendo que sus atrocidades fueran expuestas, los oficiales de policía tomaron sus teléfonos móviles y muchos de ellos fueron confiscados.
Luego de ejercer violencia contra los creyentes, la policía cavó un foso y enterró las Biblias y los libros de himnos que habían confiscado, y retiraron casi todo lo que había en la iglesia, incluida una gran puerta de hierro, 13 unidades de aire acondicionado, altavoces de audio, lavadoras, una computadora, un piano con un valor de 30 000 yuanes (aproximadamente 4280 dólares) y otros objetos. La policía arrestó al director de la iglesia y lo mantuvo detenido durante 15 días.
Un aldeano local reveló que la construcción de la iglesia, que cubría un área de más de 10 mu (unos 40 000 metros cuadrados), se completó en julio de 2018. Fue construida con los fondos recaudados por los creyentes, por un valor de más de dos millones de yuanes (alrededor de 300 000 dólares). La acusación del Gobierno de que la iglesia estaba en contacto con países extranjeros era simplemente una excusa para adueñarse de la misma y convertirla en un hogar de ancianos en el futuro. Por ahora, las autoridades han bloqueado la entrada de la iglesia con tierra. El suelo de concreto del patio ha sido completamente destruido, y la iglesia ha sido dañada hasta el punto de quedar irreconocible.