Cuando los intentos de forzar a una iglesia doméstica para que se uniera a la Iglesia de las Tres Autonomías fracasaron, las autoridades ingresaron a la misma por la fuerza.
An Xin
El 8 de abril de 2019, una iglesia doméstica emplazada en el poblado de Houlong, en el distrito de Quangang de la ciudad de Quanzhou, en la provincia china suroriental de Fujian, fue atacada por las autoridades. Según testigos presenciales, la policía del poblado y el Gobierno local se unieron para llevar hasta el lugar a más de 50 personas que utilizaron martillos para romper la puerta trasera de la iglesia y saquearon todo lo que se hallaba en su interior en menos de media hora.
Durante el año pasado, esta iglesia doméstica fue acosada repetidamente por las autoridades por negarse a unirse a la Iglesia de las Tres Autonomías. La persecución se intensificó hacia el final del año: funcionarios de la Agencia de Asuntos Étnicos y Religiosos acudían al lugar de reunión perteneciente a la Iglesia casi todas las semanas e interrumpían las reuniones. Las autoridades les ordenaron a los oficiales de policía vigilar la entrada de la iglesia para prohibir el ingreso de creyentes. En algunas ocasiones, los oficiales irrumpían en el lugar mientras se llevaban a cabo reuniones y registraban la información de identificación de los creyentes o establecían puntos de control en las intersecciones que conducían al lugar de reunión.
Según un creyente que solicitó permanecer en el anonimato, durante la redada llevada a cabo el 8 de abril, los atacantes destruyeron el equipo de vigilancia que había sido instalado en los tres pisos de la iglesia, derribaron todas las cruces y saquearon todos los objetos de valor, entre los que se incluían computadoras, altavoces, impresoras, un podio, más de 100 sillas, y más de 100 biblias y libros de himnos provocando que la Iglesia incurriera en pérdidas de aproximadamente 80 000 yuanes (alrededor de 11 800 dólares).
“Abrieron la puerta por la fuerza y saquearon objetos. Se trató de un robo premeditado. La policía violó la ley, a pesar de que se supone que debe hacerla cumplir», afirmó el creyente. «Su objetivo es clausurar por completo nuestra iglesia para que no podamos celebrar reuniones. Al hacerlo, están intentando obligarnos a unirnos a la Iglesia de las Tres Autonomías».
Un aldeano tomó algunas fotos de los oficiales en acción con su teléfono móvil, pero fue descubierto por oficiales de policía, los cuales lo amenazaron con demoler su hogar si no las borraba. El aldeano no tuvo más remedio que borrarlas mientras la policía lo observaba.
Luego de que la iglesia fuera saqueada, un fiel de edad avanzada afirmó lo siguiente: “A pesar de que todas las mesas, las sillas y el podio han sido saqueados, seguiremos adorando al Señor, aunque tengamos que hacerlo de pie. Las autoridades nos quitaron nuestros bienes materiales, pero no pueden quitarnos nuestros corazones y mucho menos abolir nuestra fe».