El «sistema cinco en uno» asigna a funcionarios y familiares para monitorear a personas que han sido puestas en libertad pertenecientes a alguno de los grupos religiosos prohibidos en China.
Li Mingxuan
Luego de ser liberada de prisión, una miembro de la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT) regresó a su hogar situado en la provincia china central de Henán, con la esperanza de recuperar su vida. Fue más fácil decirlo que hacerlo. Tan pronto como la mujer llegó a su aldea, la cual se encuentra bajo la jurisdicción de la ciudad de Pingdingshan, cuatro funcionarios –uno de ellos perteneciente a la Agencia de Asuntos Religiosos local, otro al Gobierno municipal, además de dos funcionarios de la aldea– inmediatamente comenzaron a vigilarla las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Como si esto fuera poco, uno de sus familiares recibió instrucciones de vigilar sus movimientos y evitar que se pusiera en contacto con otros fieles de su Iglesia.
Al final resultó que, la mujer había sido designada como objetivo de vigilancia del denominado «sistema de control cinco en uno», el cual fue creado para monitorear a los reclusos recientemente liberados que han sido encarcelados por ser parte activa de una organización xie jiao, como por ejemplo Falun Gong, la IDT, la Iglesia de Todo Ámbito y otras similares. También se le exigió que mantuviera su teléfono móvil encendido en todo momento para que los funcionarios designados pudieran verificar su paradero o interrogarla sobre sus actividades y sobre las personas con las que se reúne, a fin de asegurarse de que no está asistiendo a ninguna reunión religiosa.
Incapaz de seguir viviendo bajo tal escrutinio, la miembro de la IDT decidió abandonar la aldea y buscar trabajo en otro lugar. Pero, una vez más, su libertad no duró mucho tiempo: un funcionario de la Agencia de Asuntos Religiosos del área donde se mudó inmediatamente se comunicó con ella por teléfono para informarle que continuaría siendo vigilada.
El «sistema de control cinco en uno» está ejerciendo presión adicional sobre los creyentes de movimientos religiosos tales como la IDT, los cuales ya han sido brutalmente perseguidos, y se está extendiendo rápidamente por toda China. Amenazados con promesas de responsabilidad personal, los funcionarios locales están poniendo manos a la obra para controlar y reprimir a los religiosos.
En el mes de abril, el Gobierno de una ciudad de la provincia costera oriental de Shandong, convocó una reunión para poner en marcha el «sistema de control cinco en uno». Los funcionarios asignados también se vieron obligados a firmar «declaraciones de responsabilidad personal». Para evitar que se filtrara cualquier tipo de información, la reunión supuestamente fue convocada para hablar sobre la campaña «aniquilar el crimen de pandillas y eliminar el mal» –un engaño utilizado por las autoridades chinas para ocultar las medidas de represión implementadas contra personas de fe–.
Un funcionario gubernamental procedente de Shandong proporcionó un ejemplo de la ciudad a nivel de condado de Jiaozhou, la cual cuenta con una población de aproximadamente 800 000 habitantes, donde fueron asignados 1100 objetivos de supervisión bajo el «sistema de control cinco en uno», 200 de los cuales han sido identificados como «clave», lo que significa que deberán ser vigilados de manera más exhaustiva.
Las personas asignadas al «sistema de control cinco en uno» deben asegurarse de que sus objetivos permanezcan dentro del alcance de su vigilancia. Si se mudan, se deberá contactar a las autoridades de la nueva ubicación para garantizar la continuación del monitoreo y del trabajo ideológico.
El rango y los cargos de las personas encargadas de la supervisión de los creyentes varían, pero a menudo pueden incluir a un empleado de una estación de policía local a cargo del trabajo político, al jefe de una oficina subdistrital, al secretario de la rama del Partido de la aldea o a funcionarios de organizaciones relacionadas con el PCCh, tales como la directora de la Federación de Mujeres de una aldea.
Según un documento interno obtenido por Bitter Winter, un Gobierno local de la provincia norteña de Shanxi exigió que junto con el lanzamiento del sistema «cinco en uno», los funcionarios gubernamentales de bajo nivel firmen «declaraciones de responsabilidad de objetivos» para combatir a la IDT. Los oficiales asignados recibieron instrucciones de “determinar rápidamente los movimientos de los creyentes» e impartir «clases de educación jurídica» de manera frecuente. Se deberá crear un archivo detallado para cada creyente bajo supervisión, indicando su información de identificación, su educación y datos similares. Los mismos deberán ser actualizados de manera periódica, detallando el «progreso de la transformación», las conclusiones de la evaluación, etc.
«Declaración de responsabilidad de objetivos» tendiente a prevenir y combatir a las organizaciones xie jiao, emitida en el año 2018 por una localidad de la provincia de Shanxi (partes del texto en el documento han sido cubiertas por razones de seguridad).