En el mes de enero en Hubei, el pastor de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, Zhu Zhongcai, y otras 8 personas fueron juzgados y sentenciados por haber llevado a cabo “operaciones comerciales ilegales».
por Cai Congxin
A fines de enero, el Tribunal Popular del condado de Gong’an, bajo la jurisdicción de la ciudad de Jingzhou, en la provincia china central de Hubei, celebró una audiencia para 9 miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día que se hallaban detenidos. El pastor Zhu Zhongcai y 8 fieles de la Iglesia fueron acusados de «operaciones comerciales ilegales» por imprimir sermones y otros materiales relacionados con la fe Collection of Sermons, the Book of Revelation, and the Book of Daniel (Colección de Sermones, el Libro del Apocalipsis y el Libro de Daniel) y distribuirlos entre la congregación. El pastor Zhu fue sentenciado a cinco años, el presbítero Li Aihui a cuatro y seis fieles de uno a tres años y medio de prisión; uno de ellos fue eximido de castigo penal.
Sentencia penal emitida por el Tribunal Popular del condado de Gong’an, en Hubei.
A pesar de que la Iglesia Adventista del Séptimo Día se unió al Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías aprobado por el Gobierno en la década de 1950, solo algunas de sus iglesias y lugares de reunión en Hubei cuentan con certificados de registro de lugar de actividades religiosas. Además, los Dos Consejos Cristianos Chinos no aprueban la publicación oficial de materiales o libros de la Iglesia. Sin los ISBN emitidos por el Gobierno, la Iglesia solo puede distribuir entre los miembros de su congregación publicaciones editadas por ella misma. Y esto es precisamente lo que el pastor y los fieles habían hecho.
El abogado defensor del pastor Zhu afirmó que «operaciones comerciales ilegales» significaría que la publicación y distribución de materiales religiosos se habría realizado en busca de ganancias ilegales o que habrían perjudicado el orden social y perturbado el mercado. Pero los mismos no habían hecho nada por el estilo: Collection of Sermons (Colección de Sermones) y otras publicaciones consisten en materiales de la Iglesia distribuidos dentro de la misma. Además, solo se habían recolectado pequeñas cantidades de dinero para cubrir los gastos de impresión y transporte, sin ninguna intención de obtener ganancias ilegales.
Un fiel de la Iglesia que solicitó permanecer en el anonimato le dijo a Bitter Winter que el fallo de la corte es injusto por muchas razones. Ninguno de los libros está a la venta, no violan ninguna ley de derechos de autor ni infringen los derechos de otros. El creyente agregó que el pastor Zhu recién imprimió una colección de sus sermones tras repetidas peticiones de los miembros de la congregación.
Otro fiel de la Iglesia reveló que el 10 de julio del año pasado, las autoridades de Hubei pusieron en marcha una operación de arrestos masivos contra la Iglesia Adventista del Séptimo Día local, con redadas de iglesias en la ciudad de Wuhan, en el condado de Gong’an de la ciudad de Jingzhou, en el condado de Jianli, en el distrito de Shashi, así como también en otras áreas; múltiples lugares de reunión fueron sellados y clausurados. Ese mismo día, en el condado de Jianli, más de 50 miembros del personal de cinco departamentos, incluidas la Agencia de Seguridad Pública y la Agencia de Asuntos Étnicos y Religiosos, allanaron un lugar de reunión perteneciente a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Los mismos forzaron la puerta para ingresar al lugar y luego confiscaron mesas y sillas, altavoces, un podio y otros bienes de la iglesia. El pastor Zhu y otras 11 personas fueron arrestados.
Según el fiel, esta no fue la primera vez que el pastor Zhu era condenado a prisión. En julio de 2011, el Tribunal Popular del distrito de Shahekou de la ciudad de Dalian, en la provincia china nororiental de Liaoning, lo sentenció a nueve años de prisión al acusarlo de “operaciones comerciales ilegales” por haber imprimido la Biblia. El mismo cumplió su sentencia en la prisión de Wafangdian emplazada en Dalian. Su sentencia fue posteriormente conmutada y fue puesto en libertad el 3 de septiembre de 2017.
En China, la represión de materiales religiosos se está intensificando como parte de la operación en curso llevada a cabo por el Partido Comunista Chino (PCCh) para “erradicar la pornografía y las publicaciones ilegales”. Según los medios de comunicación estatales chinos, el 22 de enero de 2017, el Comité de Asuntos Étnicos y Religiosos de la provincia de Hubei celebró una reunión para planificar sus actividades en el marco de esta campaña, exigiendo una estricta censura de libros y productos audiovisuales relacionados con temas étnicos y religiosos, haciendo hincapié en la represión de «actos de publicación o difusión ilegales».
Tampoco es infrecuente que la impresión o distribución de materiales religiosos sea reprimida bajo los pretextos de «operaciones comerciales ilegales» o «subversión del poder estatal«. Desde abril del año pasado, el Gobierno ha prohibido de manera estricta el uso de versiones de la Biblia que no hayan sido oficialmente aprobadas para su publicación y de otros libros religiosos.