Promovidas como una herramienta para «mantener la estabilidad», las cerraduras inteligentes que utilizan reconocimiento facial, teléfonos o identificaciones son una nueva adición al sistema de vigilancia absoluta.
Tang Wanming
Ya que son la principal opción de alojamiento para la población transitoria y al ser utilizadas como lugares de reunión por los grupos religiosos, las propiedades de alquiler se han convertido en objetivos críticos para el control del Partido Comunista Chino (PCCh). En respuesta a ello se emplean una amplia variedad de tecnologías que utilizan reconocimiento facial o datos biométricos. Además de los sistemas de videovigilancia a nivel nacional, tales como «Ojos de Lince«, comunidades residenciales inteligentes y entradas vigiladas, así como también cámaras de vigilancia instaladas en apartamentos de alquiler, se están instalando cerraduras de puertas inteligentes principalmente para poder controlar de manera continua a los inquilinos de propiedades.
A principios de abril, la Sra. Zhang procedente del condado de Changxing de la ciudad de Huzhou, en la provincia costera oriental de Zhejiang, recibió una llamada de su arrendador, quien le notificó que debía instalarse una cerradura inteligente en la puerta de su apartamento. «Se trata de una exigencia de la estación de policía. Todas las propiedades de alquiler emplazadas en el condado deben implementar esta directiva», afirmó el arrendador, quejándose de que la policía lo llamaba todos los días. «Es tan molesto», agregó.
Poco tiempo después, dos agentes de policía llevaron un cerrajero a la propiedad, cambiaron la cerradura y registraron la información de la tarjeta de identificación y el número de teléfono móvil de la Sra. Zhang. «Existe un registro en el teléfono móvil que muestra la hora del día y el número de veces que la puerta es abierta cada día», explicó uno de los oficiales.
Desde entonces, la Sra. Zhang debe utilizar su teléfono móvil para ingresar a la propiedad. A menudo sin éxito, en los casos en que el mismo no funciona. A pesar de sentirse insatisfecha, no tiene derecho a cambiar la cerradura. La policía le advirtió que si lo hacía tendría que mudarse, y le prohibió al arrendador alquilar la propiedad.
Inquilinos en otras localidades de China han experimentado situaciones similares. La ciudad de Pekín, por ejemplo, ha estado implantando un plan tendiente a utilizar cerraduras inteligentes con tecnología de reconocimiento facial para poder monitorear a aproximadamente 120 000 inquilinos.
Al recomendar el sistema de cerraduras inteligentes para puertas en una conferencia de prensa, el Sr. Yang Changle, primer ejecutivo de Tujia, una plataforma global para compartir y reservar servicios de alojamiento, afirmó: «Dado que los departamentos de seguridad pública tienen necesidades muy claras y específicas con respecto al monitoreo del alojamiento de todas las personas en tránsito, si esto no pudiera llevarse a cabo, generaría un gran riesgo para los departamentos de seguridad pública».
También presentadas como un medio para prevenir los robos y proteger la seguridad de los ciudadanos, al igual que todos los demás sistemas de vigilancia, las cerraduras inteligentes son utilizadas para recopilar datos –entre los que se incluyen los nombres de los residentes, sus números de identificación, género, estado civil, etc.– que deberán ser cargados en bases de datos establecidas por el Gobierno. Los críticos han señalado que, en China, las autoridades utilizan sistemas de vigilancia de alta tecnología para rastrear objetivos políticos o reprimir a los disidentes y a los grupos religiosos prohibidos.
El documento procedente de un condado en la provincia china central de Henán, titulado Notificación sobre la realización consciente de una investigación básica de los miembros de grupos catalogados como xie jiao, exige de manera específica reforzar significativamente las investigaciones y los registros de las propiedades de alquiler, ya que los miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT) a menudo celebran reuniones allí.
“Al alquilar una unidad de vivienda, se debe tener registrada la información de identificación. Fue un desafío encontrar un propietario que estuviera dispuesto a no registrar la información de mi tarjeta de identificación», explicó un miembro de la IDT. “Incluso si hallo uno, luego de mudarme, sigo sintiéndome asustado y ansioso todo el tiempo. La policía es rigurosa en lo relacionado a la inspección de propiedades de alquiler. Tan pronto como sospechen de mí, tendré que mudarme de inmediato. Sumado a todo tipo de métodos de monitoreo inteligente, los creyentes pertenecientes a iglesias domésticas no tendrán a dónde ir».
Una cristiana perteneciente a una iglesia doméstica emplazada en la ciudad de Hangzhou, en Zhejiang, afirmó que posee más de diez unidades de alquiler. En el pasado, ocasionalmente eran utilizadas para celebrar reuniones, pero debido a que la gestión y el control de las unidades de alquiler llevados a cabo por el Gobierno se están volviendo cada vez más estrictos, y debido a que la han presionado para que instale cámaras de vigilancia, ya no se atreve a permitir que otros creyentes acudan a sus propiedades de alquiler para celebrar reuniones.