Para extraer testimonios que prueben que el líder de la Iglesia del Pacto de la Lluvia Temprana estaba subvirtiendo el poder estatal, se informó que los creyentes habían sido torturados y drogados.
Yao Zhangjin
El 9 de diciembre del año pasado, la Iglesia del Pacto de la Lluvia Temprana emplazada en Chengdu, capital de la provincia china suroriental de Sichuan, fue clausurada por la fuerza, y cerca de 100 miembros de la congregación fueron detenidos. El líder de la Iglesia, el pastor Wang Yi, y su esposa Jiang Rong fueron acusados de «incitar a la subversión del poder estatal», siendo el mismo un cargo que podría ponerlos tras las rejas durante 15 años.
La semana pasada la Iglesia anunció que, el 11 de junio, Jiang Rong fue puesta en libertad bajo fianza y enviada al hogar de su hermano, donde está siendo vigilada. Excepto sus familiares cercanos, a nadie se le permite verla por el momento. Actualmente, cuatro miembros de la Iglesia siguen estando detenidos, y el propio Wang Yi se encuentra detenido en secreto.
Tal y como fuentes locales le dijeron a Bitter Winter, los miembros detenidos de la Iglesia del Pacto de la Lluvia Temprana fueron torturados para extraerles información y hacerlos testificar falsamente contra el pastor Wang Yi, proporcionando «evidencia» que demuestre que «conspiró con extranjeros para incitar a la subversión del poder estatal”. Al parecer, algunos habían sido drogados con sustancias desconocidas. Mientras se encontraban en un estado de confusión mental, la policía les extrajo testimonios falsos y grabó videos para utilizarlos como evidencia.
Según personas familiarizadas con el tema, entre los torturados se encontraba un estudiante del seminario teológico de la Iglesia del Pacto de la Lluvia Temprana, quien posteriormente se vio obligado a reconocer los cargos infundados que la policía había presentado contra Wang Yi. Su testimonio también había sido grabado para ser utilizado como evidencia.
Aparentemente, la influencia de Wang Yi en las iglesias domésticas de China ha atemorizado al Partido Comunista Chino (PCCh). El mismo fue uno de los iniciadores de la declaración conjunta de pastores que denunciaron la persecución de las iglesias domésticas en China. Sin importar qué, las autoridades no lo dejarán ir fácilmente.
Bitter Winter también recibió información de que este mes de marzo, personal del Departamento de Seguridad Nacional de Chengdu detuvo a un creyente de la provincia norteña de Shanxi para investigarlo. La policía transmitió un video de un discurso que Wang Yi había pronunciado en septiembre pasado en el que se mencionaba el nombre de Xi Jinping. Basándose en el video, se le dijo al creyente que testificara que Wang Yi «había incitado a la subversión del poder estatal».
Al mismo tiempo, los libros escritos por Wang Yi han sido prohibidos. El 15 de marzo, personal del Departamento de Seguridad Nacional de Chengdu viajó fuera de la provincia hasta el hogar de un presbítero de una iglesia doméstica cristiana. Tras registrar la casa y hallar algunos libros de Wang Yi, la policía los confiscó bajo el pretexto de que eran ilegales.
Antes de que Wang Yi fuera arrestado, declaró públicamente que no se declararía culpable ni siquiera bajo coacción y tortura. Afirmó: «Ya sea durante el interrogatorio, o el juicio y la sentencia, no reconoceré los cargos presentados en mi contra a causa de mi fe o de la Iglesia, sin importar si se trata de alguno de los cargos comunes que se utilizan para perseguir e inculpar a la Iglesia –tales como ‘incitar a la subversión del poder estatal’ , ‘generar peleas y provocar problemas’, ‘llevar a cabo operaciones comerciales ilegales’, ‘alterar el orden público’ y ‘utilizar una organización xie jiao para socavar la aplicación de la ley’– o cualquier otro cargo, a menos que la policía haya destruido mi salud y mi voluntad con brutal violencia».