Con el aumento de la vigilancia llevada a cabo por agentes encubiertos en iglesias aprobadas por el Estado, los feligreses deben actuar con precaución para evitar ser implicados y reprimidos.
por Chen Jinsheng
Bajo la vigilancia del PCCh, no sólo el contenido de los sermones en las iglesias de las Tres Autonomías es estrictamente controlado, sino que cualquier cosa que los miembros de la congregación y el clero digan es monitoreada por «oficiales de información» especialmente asignados funcionarios gubernamentales a nivel comunitario, e inspecciones secretas llevadas a cabo por las autoridades superiores. Cualquier comentario «inapropiado» podría implicar a la iglesia, dando como resultado un severo castigo.
En el mes de abril, el predicador de una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en la ciudad de Anshan, en la provincia nororiental de Liaoning, le advirtió a su congregación: «No crean que la persona que se sienta a su lado es un creyente. Tal vez se trate de un agente encubierto del Departamento de Trabajo del Frente Unido, incluso si fuera adepto a conversar con ustedes acerca de creer en el Señor, y sus puntos de vista fueran sumamente amables».
El motivo de la advertencia del predicador se debió a que, recientemente, dos iglesias protestantes aprobadas por el Gobierno emplazadas en Shenyang, capital de Liaoning, se vieron obligadas a dejar de celebrar reuniones tras desaprobar una inspección gubernamental.
«Cuando el Departamento de Trabajo del Frente Unido llevó a cabo una inspección secreta, descubrieron que la información de los cristianos presentada por algunas iglesias contenía inexactitudes. También escucharon a algunos creyentes expresar su descontento relacionado con el Gobierno. Como consecuencia de ello, el líder de la Agencia de Asuntos Religiosos fue reprendido y obligado a escribir una autocrítica», explicó el predicador.
Para asegurarse de que su iglesia no sufra el mismo destino, el predicador le está enseñando a su congregación a ser cautelosos en lo que dicen o hacen y a cómo evadir a los «falsos creyentes” -agentes gubernamentales infiltrados en la iglesia.
«Si alguien les pregunta qué significa creer en el Señor, ustedes deben responder: ‘Todo lo que sé es que amo a mi país y amo a mi religión. No conozco ninguna otra cosa’», “ensayó” el predicador con su congregación. «Si alguien les pregunta por qué ondea la bandera nacional en la iglesia, no pueden decir que el Gobierno nos obligó a hacerlo, o que la iglesia perdería su permiso si no lo hacíamos. Si responden de esa manera, la iglesia será castigada. En lugar de ello, deben responder: porque soy chino».
El Predicador agregó que los creyentes deben evitar el tema de la religión tanto como sea posible. «Solo digan: ‘Lo único que sé es que amo a mi país y amo a mi religión'», advirtió.
El predicador también les recordó a los creyentes que deben hablar con cautela cuando expresan sus opiniones en público, para evitar ser denunciados por efectuar comentarios inapropiados, lo cual podría colocar a la iglesia en la lista negra del Gobierno.
Un fiel perteneciente a una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en el distrito de Zhen’an de la ciudad de Dandong, en Liaoning, le dijo a Bitter Winter que los creyentes y el clero están muy atentos a lo que dicen durante una reunión. «La Agencia de Asuntos Religiosos ha asignado un informante a la iglesia, el cual está familiarizado con todos los asuntos relacionados con la misma. El informante nos sigue incluso cuando vamos a comprar algo para la iglesia», afirmó el fiel, explicando las razones ocultas detrás de las precauciones.
«El Partido Comunista quiere saber todo lo que dicen los creyentes, así como también el contenido de las reuniones. En la actualidad, nos mantienen confinados a la iglesia. A primera vista, nos permiten creer en Dios, pero debemos hacer todo de acuerdo con la política y las exigencias del Partido. No tenemos ningún tipo de libertad», añadió el colaborador.
Un residente de Donggang, una ciudad a nivel de condado bajo la jurisdicción de Dandong, reveló que, durante el invierno pasado, funcionarios del Gobierno local lo asignaron para desempeñarse como oficial de información en uno de los aproximadamente 200 lugares de reunión existentes en Dandong. «La Agencia de Asuntos Religiosos estipuló que cada iglesia debe tener un oficial de información encargado de monitorear la situación de los creyentes en la misma y reportarla regularmente», explicó el hombre, añadiendo que de vez en cuando son enviados a cursos sobre sus deberes como informantes.