Las autoridades de la ciudad de Xingyang, dispuestas a demostrarles a sus superiores su entusiasmo por reprimir a las religiones, destruyeron numerosos lugares de culto pertenecientes a la religión cristiana y popular.
por Li Changshan
Del 15 al 17 de abril, Wang Yang –miembro del Comité Permanente del Politburó Central y presidente del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino– visitó la provincia central de Henán para inspeccionar el trabajo religioso e investigar lugares religiosos rurales. Durante sus reuniones en las ciudades de Kaifeng, Zhoukou, la capital de la provincia, Zhengzhou, y otras localidades, enfatizó la necesidad de fortalecer el liderazgo del PCCh en lo que respecta al trabajo religioso y de «explorar activamente formas efectivas para ‘sinizar’ a la religión».
Entusiasmados por la visita, los gobiernos locales tomaron medidas para reprimir a las personas de fe. En una de las localidades visitadas bajo la jurisdicción de Zhengzhou –Xingyang, una ciudad a nivel de condado con 630 000 residentes– al menos medio centenar de lugares religiosos emplazados en sus 16 divisiones administrativas a nivel de municipio fueron sometidos a severas medidas represivas.
Cinco iglesias fueron reutilizadas en un plazo de tres días
Entre el 27 y el 30 de abril, no menos de cinco iglesias –tanto iglesias de las Tres Autonomías aprobadas por el Gobierno como iglesias domésticas– fueron reutilizadas, dejando a los creyentes sin un lugar para practicar su fe.
El 30 de abril se desmantelaron tres capiteles de una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en el poblado de Gaoshan, y se colocó en el muro exterior de la misma un letrero con la leyenda: «Centro de actividades de la aldea de Shidonggou, poblado de Gaoshan de la ciudad de Xingyang».
Dos días antes, la iglesia doméstica del Verdadero Jesús emplazada en la aldea de Taoli del municipio de Chengguan, fue convertida en un centro de actividades culturales, luego de que funcionarios intimidaran a su congregación para que aceptaran la toma de posesión, amenazando con demoler el edificio de la iglesia si se negaban a hacerlo.
En la aldea de Houbaiyang del poblado de Wangcun, situada a unos 14 kilómetros del centro de Xingyang, funcionarios locales le dieron a la congregación de una iglesia de las Tres Autonomías tres opciones para el futuro de su lugar de culto: demolición, toma de posesión o venta. Para salvar a la iglesia, los creyentes recolectaron 180 000 yuanes (aproximadamente 26 150 dólares) y la compraron. Esto no significó nada para las autoridades: el 27 de abril, los capiteles de la iglesia fueron demolidos, y en el exterior de la misma apareció un letrero que anuncia que ahora es un centro para ancianos.
Mientras tanto, una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en la aldea de Wangcun con el mismo nombre, fue convertida en el «Club de aficionados a la ópera».
Un lugar de reunión perteneciente a una iglesia doméstica emplazado en la aldea de Xuzhuang, también bajo la jurisdicción de Wangcun, fue convertido en el «Depósito de equipamiento mecánico de Yangzi Co., Ltd.»
Templos pertenecientes a la religión popular sufren severos ataques
A partir del 27 de abril, en solo una semana, 24 templos, en su mayoría lugares pertenecientes a la religión popular, fueron clausurados en el poblado de Jiayu. Los creyentes afirman que los gobiernos locales que llevaron a cabo las clausuras dijeron que estaban implementando «políticas que vienen desde arriba». Los funcionarios también amenazaron con arrestar a todo el que fuera descubierto quemando incienso en los templos clausurados.
“Las políticas del PCCh son incluso más duras que las de Mao Zedong durante la Revolución Cultural; son demasiado estrictas. Nadie se atreve a desobedecerlas», comentó el responsable de uno de los templos.
En el poblado de Guangwu, del 12 al 14 de mayo, se clausuraron aproximadamente veinte templos pertenecientes a la religión popular. Las entradas de los templos fueron selladas, los incensarios fueron destrozados, rellenados con ladrillos o escondidos.
Uno de los lugares de culto atacados, perteneciente a la religión popular –el gran templo de Fenghuangding emplazado en la aldea de Wangding– fue clausurado el 13 de mayo, y su gran incensario fue volcado. El alcalde del poblado participó en la represión, tomando fotos. Se dejaron guardias contratados por el Gobierno para vigilar el templo y prohibirles a los fieles quemar incienso.
El templo, construido a un costo de más de 1,6 millones de yuanes (aproximadamente 232 500 dólares), cubre un área de aproximadamente 1800 metros cuadrados. El primer y decimoquinto día de cada mes lunar, una cantidad interminable de creyentes solía asistir al templo para practicar su fe y quemar incienso.
Los creyentes locales se sintieron angustiados y enojados por las acciones del Gobierno, comparando una vez más la situación con los tiempos de Mao Zedong. «Están prohibiendo que la gente queme incienso y obligando a todos a obedecer y seguir al PCCh», se lamentaron los aldeanos tras la clausura del templo.
El 30 de abril, en la aldea de Chen’gou del poblado de Qiaolou, un templo perteneciente a la religión popular, que cubría más de 280 metros cuadrados, enfrentó un destino aún más duro –fue destruido.