Ambos templos abarcan una historia de casi un milenio y medio, uno de ellos fue demolido y el otro fue convertido en un centro de propaganda comunista.
por Shen Xinran
El antiguo Templo de Zhantan (旃檀寺), un lugar de culto budista emplazado en la aldea de Liucun bajo la jurisdicción de la ciudad de Shijiazhuang, en la provincia de Hebei, fue construido durante el reinado de la Dinastía Sui (581–618). Desde principios de este año, uno de los templos más antiguos de Shijiazhuang, el templo de Zhantan, ha sido repetidamente amenazado por el Gobierno local con ser demolido. A pesar de las protestas públicas, el templo fue demolido el 18 de abril, y las autoridades retiraron todas las estatuas de deidades budistas que se hallaban en el mismo. Los creyentes locales no saben nada sobre el paradero de los iconos.
Según aldeanos, un mes antes de la demolición forzada, el Gobierno local selló el templo y dispuso que varios guardias de seguridad debían vigilarlo, prohibiendo el ingreso de budistas.
«El Estado afirma que el patrimonio histórico y cultural debe ser protegido, pero demolieron un antiguo templo de valor histórico. ¡Es una pena!», afirmó un aldeano desconsolado mientras veía el templo destruido.
El Templo de Zhantan logró sobrevivir a la era de la República de China (1912–1949), pero la mayor parte de sus edificios fueron destruidos durante la Revolución Cultural. Siete u ocho años atrás, los budistas locales recaudaron fondos y renovaron el templo.
El Gran Templo de Amitabha, situado en el distrito de Baqiao de Xi’an, una antigua ciudad en la provincia de Shaanxi, no fue demolido, sino que fue convertido en un centro de propaganda del Partido Comunista Chino (PCCh). Conocido inicialmente como Templo de Linggan (literalmente: “Templo de la Inspiración”), fue construido en el año 582, el segundo año de la era Kaihuang de la Dinastía Sui.
El templo de casi 1500 años de antigüedad fue destruido y posteriormente reconstruido en el año 2006. En la antigüedad, el templo era un lugar donde se promovían las enseñanzas y virtudes del budismo. No obstante, hoy en día, la bandera nacional y carteles de propaganda cargados de contenido político, en los que se promueven los «cuatro requisitos», se encuentran exhibidos por doquier. Una pancarta que proclama «ama a tu país, ama a tu religión» ha sido colocada en la cima de la montaña, y el símbolo budista que se hallaba situado sobre la arcada conmemorativa del templo ha sido reemplazado por el emblema nacional de China de color rojo.
«Con el emblema nacional colgando sobre la entrada, el templo luce como si fuera una agencia gubernamental. ¡Esto no tiene nada que ver con un lugar sagrado budista!», afirmó un fiel.
Un monje que vive en el templo explicó que tuvieron que llegar a un acuerdo con el Gobierno, de lo contrario, se habrían visto obligados a mudarse y el templo hubiera sido transformado en un museo o en una atracción turística.
«No tuvimos más remedio que acatar las órdenes gubernamentales para poder seguir teniendo un hogar», explicó el monje.
El mismo añadió que, para los monjes, estudiar las políticas religiosas del Gobierno se ha convertido en una tarea obligatoria de su vida cotidiana. «Nos levantamos a las 4 de la mañana y estudiamos hasta las 7 de la mañana. Luego tenemos nuevamente clases a partir de las 4 de la tarde. Principalmente leemos las sagradas escrituras, pero también tenemos que estudiar las políticas estatales. En ocasiones, incluso documentos gubernamentales», afirmó el monje con tristeza.