Un texto secreto sobre reforma penitenciaria exige la reeducación de «miembros de sectas» y uigures a través del estudio del pensamiento de Xi Jinping y de la introducción de una mayor vigilancia electrónica.
por Massimo Introvigne
Bitter Winter recibió un documento burocrático clasificado, emitido en abril de 2019 por la Oficina General del Comité Central del Partido Comunista Chino (PCCh) y la Oficina General del Consejo de Estado titulado «Opiniones sobre el fortalecimiento y mejora del trabajo penitenciario» (《關於加強和改進監獄工作的意見》). No publicamos la copia que se halla en nuestro poder por razones de seguridad (debido a que la misma puede dejar ver de qué oficina local ha sido filtrada). Basándonos en los sitios web oficiales accesibles de los departamentos pertinentes pertenecientes a Gobiernos locales de China Continental, llegamos a la conclusión de que este documento está siendo analizado e implementado a nivel nacional.
El documento afirma que las cárceles «durante mucho tiempo, han hecho importantes contribuciones en lo que respecta a la consolidación del Gobierno del Partido y al mantenimiento de la estabilidad del país a largo plazo». Pero, «debido a que los principales conflictos en nuestra sociedad se van transformando, el trabajo penitenciario aún no se ha adaptado completamente» a los nuevos tiempos y al «pensamiento del presidente Xi Jinping sobre socialismo con características chinas para una nueva era».
¿Cómo debería ser una cárcel aprobada por Xi-Jinping? El documento recomienda «tratar siempre el mantenimiento de la seguridad nacional y de la estabilidad social como la máxima prioridad del trabajo penitenciario». La China de Xi quiere «incrementar la vigilancia política y evitar estrictamente que fuerzas hostiles se infiltren, destruyan y difamen al partido y al Gobierno». Las cárceles deben «intensificar el trabajo de ‘desradicalización’, tratar estrictamente, de acuerdo con la ley, a los criminales que pongan en peligro la seguridad nacional, que pertenezcan a un xie jiao, que estén involucrados en crímenes de pandillas o actos malvados, que tengan un significativo impacto social, y que posean restricciones en la conmutación de sus sentencias; y defender los principales logros del país en lo referido a la lucha contra el terrorismo, el mantenimiento de la estabilidad, el castigo de la corrupción, y la aniquilación del crimen de pandillas y la eliminación del mal». Es particularmente importante «reforzar el apoyo político a las prisiones de la región de Sinkiang y seguir aplicando las medidas políticas correspondientes».
Pero, ¿cómo serán reeducados en Sinkiang los uigures, los miembros de movimientos religiosos prohibidos y etiquetados como xie jiao y otros «criminales»? El PCCh tiene la respuesta. Las autoridades penitenciarias deberán » organizar concienzudamente el estudio del pensamiento de Xi Jinping sobre socialismo con características chinas para una nueva era», el cual reformará a los reclusos y los convertirá en «ciudadanos que se identificarán ideológica y emocionalmente con el liderazgo del partido, con su gran patria, con la nación china, con la cultura china, y con la senda del socialismo con características chinas”.
Las cárceles deberán «enfatizar la educación ideológica, y guiar a los criminales para que establezcan una correcta cosmovisión, perspectiva de vida y sistema de valores. Mejorar la educación para que admitan su culpa y muestren arrepentimiento (…) Implementar corrección psicológica (…) y reformar a los criminales para que tengan un carácter saludable».
Entre los «criminales clave» a ser «vigorosamente transformados», el documento enumera a aquellos «que pertenezcan a un xie jiao«. Para ellos, las cárceles deberán trabajar para «elevar la tasa de transformación exitosa y consolidar los resultados positivos de la transformación».
Según afirma el documento, la tecnología está allí para ayudar. Las autoridades penitenciarias deberán «acelerar la construcción de ‘prisiones inteligentes’, utilizar macrodatos, internet de las cosas, inteligencia artificial y otros medios tecnológicos modernos para acelerar el establecimiento de ‘prisiones inteligentes’ estandarizadas, científicas y unificadas, que cuenten con datos e información completos y precisos, aplicaciones flexibles y populares de negocios, y un sistema inteligente y eficiente de análisis, investigación y alerta temprana».