No espere ver estatuas de deidades en algunos templos emplazados en las provincias orientales de Fujian y Zhejiang: el Partido Comunista Chino (PCCh) ordenó cubrirlas «para bloquear la propagación de la religión».
por Ye Ling
Provincia de Zhejiang: un abad moviliza a los creyentes para salvar 500 estatuas
En el año 2007, el Templo de Zhenlong, situado en el condado de Xiangshan, bajo la jurisdicción de la ciudad de Ningbo, en la provincia oriental de Zhejiang, gastó 1,6 millones de yuanes (aproximadamente 240 000 dólares), en su mayoría donados por budistas locales, para fabricar e instalar 500 estatuas de Arhats, discípulos de Buda, en la montaña situada detrás del templo. En agosto del año pasado, el Gobierno local le ordenó al abad del templo que las derribara, alegando que «está prohibido construir estatuas religiosas afuera de los lugares religiosos».
Dado que las estatuas están incrustadas en un acantilado, dificultando en gran medida su desmantelamiento, las autoridades le ordenaron al abad que las cubriera temporalmente, amenazando con demoler el templo si desobedecía. Es así que el templo tuvo que contratar profesionales para llevar a cabo dicho trabajo.
Las estatuas permanecieron cubiertas hasta finales de mayo, cuando miembros del personal gubernamental una vez más le ordenaron al abad desmantelar todos los iconos. En un intento por preservarlas, el abad les pidió a los budistas locales que lo ayudaran a desmantelar las estatuas de Arhats y se las llevaran lejos del lugar.
Una estatua de 21 metros de altura de Kwan Yin que derrama gotas de agua y se hallaba en el Templo de Mingshan no tuvo tanta suerte. Situada en el condado de Taishun, bajo la jurisdicción de la ciudad de Wenzhou, la deidad fue demolida por la fuerza el 21 de septiembre. La razón dada por el Gobierno local fue que la estatua era demasiado alta y obstruía la vista de los pilotos –siendo el mismo uno de los ridículos pretextos inventados y utilizados por el PCCh para acabar con las estatuas religiosas situadas al aire libre.
Según un aldeano, las autoridades les ordenaron a los trabajadores de demolición que cortaran la estatua en pequeños fragmentos para evitar que los budistas locales volvieran a erigirla. Debido al gran tamaño de la misma, muchos trabajadores resultaron heridos por la caída de escombros mientras la derribaban.
Construida a un costo de casi 5 millones de yuanes (aproximadamente 750 000 dólares), la estatua era visitada a menudo por los budistas locales que se sentían desolados tras su demolición. «El Partido Comunista quiere que la gente crea sólo en él y no permitirá que nadie adore a Buda”, se lamentaron creyentes que se hallaban presentes en el sitio.
Fujian: oculta las estatuas u observa cómo son demolidas
En la vecina provincia de Fujian, el Templo Budista de Dongming (東明禪寺), situado en la isla de Dongmen, en el condado de Dongshan, bajo la jurisdicción de la ciudad de Zhangzhou, es un sitio espectacular e histórico de reputación nacional que atrae a numerosos fieles y turistas.
Alrededor del templo hay quinientas estatuas de Arhats que desde la primavera han sido cubiertas con redes negras. Según un monje local, la Agencia de Asuntos Étnicos y Religiosos local convocó en el mes de abril al abad del templo y le exigió que quitara las estatuas, alegando que la cantidad de estatuas situadas al aire libre no puede ser mayor a diez en cada locación. El abad hizo lo que se le ordenó. Además, plantó un poco de vegetación e intencionalmente no eliminó las malas hierbas que las rodeaban para poder ocultarlas.
Un budista local afirmó con impotencia que numerosas personas visitan este sitio turístico, y les resulta incómodo ver las estatuas cubiertas por maleza, pero tuvieron que hacer esto para poder salvarlas, explicó el budista en cuestión, añadiendo que: «Los sitios culturales e históricos fueron destruidos durante la Revolución Cultural, y en la actualidad, el PCCh está haciendo lo mismo».
Las estatuas de Arhats situadas fuera del Templo de Wanfu, emplazado en la ciudad de Putian, sufrieron un destino similar. A mediados de abril, funcionarios de la Agencia de Asuntos Religiosos provincial y del Departamento de Trabajo del Frente Unido le ordenaron a la persona a cargo del templo que eliminara las 500 estatuas de Arhats situadas en la montaña detrás del templo y que las almacenara en un solo lugar. Los mismos lo amenazaron con destruir las estatuas si no acataba las órdenes. La persona a cargo del templo alquiló dos grúas y pasó seis días retirando las estatuas a un costo de casi 20 000 yuanes (aproximadamente 3000 dólares). Menos de un mes después, el templo se vio obligado a ocultar los íconos con láminas de hierro, dicha orden costó 120 000 yuanes adicionales (aproximadamente 18 000 dólares).
Durante el mismo período, se ordenó que las estatuas de 18 Arhats situadas en un templo emplazado en la ciudad de Quanzhou fueran rodeadas por un muro, el cual posteriormente fue “embellecido” por funcionarios locales con carteles en los que se promulgaban los valores socialistas centrales y otra propaganda estatal. La orden fue acompañada por amenazas de demoler las estatuas si el templo se negaba a cumplirla.