Desobedeciendo los procedimientos legales y utilizando la violencia, funcionarios continúan reprimiendo lugares de culto no oficiales, con el objetivo final de erradicarlos completamente.
por Deng Jie
En las provincias del sur de China, la campaña del Partido Comunista Chino (PCCh) tendiente a eliminar a las iglesias domésticas se está intensificando. El año pasado, una de las iglesias domésticas más influyentes de Fujian, la Iglesia de Xunside, fue clausurada por la fuerza el 31 de mayo; y en Guangdong, la Iglesia de la calle Ronggui y la Iglesia Casa de David, así como también múltiples lugares de culto protestantes no oficiales dejaron de existir tras los ataques gubernamentales.
El 12 de mayo, en Guangzhou, la capital de Cantón, funcionarios pertenecientes a la Agencia de Asuntos Religiosos de la ciudad y a otros departamentos, acompañados por agentes de policía, irrumpieron en un lugar de reunión de la Iglesia de Enzhu, donde más de 70 creyentes se encontraban presentes. Ordenaron detener la reunión utilizando el argumento de que se trataba de una «actividad religiosa ilegal» y registraron la información de identificación del pastor y los creyentes.
Según miembros de la congregación, aproximadamente 40 oficiales de policía registraron el lugar de reunión y tomaron fotos de las instalaciones y de los creyentes, y a los últimos se les prohibió registrar el acoso llevado a cabo por las autoridades.
Varios oficiales de policía estaban vigilando el corredor situado fuera del lugar de reunión:
Los mismos detuvieron a cuatro creyentes, entre los que se incluía el pastor y fieles. La policía interrogó al pastor sobre el paradero del dinero procedente de las donaciones realizadas a la iglesia. Eventualmente lo dejaron ir, prohibiéndole reabrir el lugar de reunión, y amenazando con multarlo con 50 000 yuanes (aproximadamente 7500 dólares) si no acataba la orden.
Los residentes de los edificios que rodean el lugar de reunión quedaron conmocionados por lo que les sucedió a los creyentes. «Desde que Xi Jinping llegó al poder, realmente no respeta la ley y el orden», comentó uno de ellos.
El mismo día, oficiales de policía, junto con miembros del personal de la Agencia de Asuntos Religiosos y de la Agencia de Seguridad Pública, irrumpieron en el lugar de reunión de una iglesia doméstica emplazada en la ciudad de Foshan. Sin proporcionar ninguna documentación, los impostores clausuraron el sitio, luego de que una docena de oficiales lo registraran y fotografiaran.
Un miembro de la congregación desafió a los oficiales de policía afirmando que los mismos no estaban manejando el caso de acuerdo con los procedimientos legales, a lo que uno de ellos respondió, gritando, que todos los creyentes serían inmediatamente arrestados si dificultaban la inspección. Un funcionario de la Agencia de Asuntos Religiosos afirmó que la iglesia no había sido aprobada por el Gobierno y, por lo tanto, su reunión era ilegal. También afirmó que el dinero procedente de las donaciones de la iglesia constituía una «recaudación ilegal de fondos», y utilizó esto como excusa para confiscar más de 600 yuanes (aproximadamente 100 dólares) de la caja de donaciones de la iglesia. Posteriormente, la policía llevó a más de una docena de creyentes a la estación de policía para interrogarlos.
A principios de abril, utilizando el mismo pretexto de «lugares religiosos ilegales», autoridades clausuraron por la fuerza una iglesia doméstica de Sola Fide emplazada en el distrito de Bao’an de la ciudad de Shenzhen, la cual contaba con más de 100 miembros.
Un creyente de una iglesia doméstica emplazada en Shenzhen le dijo a Bitter Winter que en octubre del año pasado, nueve oficiales de policía armados irrumpieron en una de las iglesias domésticas de la ciudad y arrestaron a un predicador mientras el mismo estaba celebrando una reunión, a la que habían asistido una docena de creyentes.
Durante su interrogatorio en la estación de policía, el predicador citó la biblia para debatir con la policía, lo que enojó a los oficiales. Uno de ellos electrocutó al predicador en el estómago utilizando un bastón eléctrico. Mientras el predicador yacía en el suelo jadeando en busca de aire y todo su cuerpo temblaba sin parar, el oficial lo regañaba, afirmando: «¿Te atreves a hablar de la Biblia con nosotros? ¿Acaso estás cortejando a la muerte? ¡Si continúas con tus creencias, verás lo que haré contigo!”. Posteriormente, el oficial pateó al predicador, quien permaneció en el suelo durante casi tres horas hasta recuperar sus fuerzas. El predicador fue liberado al día siguiente, luego de ser amenazado para que no volviera a celebrar más reuniones con la congregación.
Al ser presionado por la policía, el propietario del lugar de reunión le exigió a la iglesia que se mudara. Tras haberse trasladado a otro sitio, la congregación continúa reuniéndose, pero temen que con la represión de los cristianos que no forman parte de la Iglesia de las Tres Autonomías oficial, su futuro sea sombrío. Creen que el PCCh está arrestando y persiguiendo a los cristianos para hacer que la gente en China solo crea en el Gobierno.