En un evento alterno durante la Reunión para el Avance de la Libertad Religiosa, un grupo de doctores informa sobre casos de extracción de órganos a miembros de Falun Gong, uigures y otros prisioneros de conciencia en China, y que son usados para trasplantes.
En 2006, llegaron a Occidente reportes sobre la extracción de corneas de prisioneros de Falun Gong en China que fueron usadas para trasplantes, dando lugar a un escándalo internacional. En los años siguientes, se publicó un inquietante y creciente número de informes. Mostraron, en primer lugar, que, en China, se “cosechaban” todo tipo de órganos, tanto de los prisioneros de conciencia vivos como de los muertos y a menudo se vendían en otros países o se ofrecían a extranjeros que venían a China para hacer “turismo de trasplantes”; y, en segundo lugar, que aunque lo hacían sobre todo con practicantes de Falun Gong, también eran víctimas de esta práctica uigures, budistas tibetanos, cristianos y otros. Varios países han aprobado leyes prohibiendo la cooperación con China en el trasplante de órganos.
Durante la semana centrada en el Reunión para el Avance de la Libertad Religiosa, la ONG Donantes contra el Trasplante de Órganos Forzado (DAFOH, por sus siglas en inglés) organizó un evento alterno sobre la situación en China. Como informó el Dr. Torsten Trey, director ejecutivo de DAFOH, la práctica de ninguna forma ha cesado, a pesar de los ingentes esfuerzos hechos por las autoridades chinas, con la ayuda de periodistas y especialistas “simpatizantes”, para afirmar que ese es el caso y de una declaración hecha por la delegación china en un congreso organizado por el Vaticano en 2017 afirmando que en el pasado había habido “abusos”, pero que ya se habían “corregido”.
El Dr. Trey presentó informes de doctores en Occidente especializados en trasplantes, a los cuales sus colegas chinos les habían dicho que los órganos disponibles de forma inmediata, provenían de prisioneros de Falun Gong. DAFOH estima que, de cada prisionero, se pueden extraer y vender órganos con una ganancia de hasta $200 000 dólares para el régimen chino.
El Dr. Trey informó que los practicantes de Falun Gong que eran llevados a hospitales, algunas veces hacían peligrosas huelgas de hambre para que sus órganos fueran menos atractivos para el tráfico de órganos.
La Dra. Jessica Russo narró terribles historias de practicantes de Falun Gong cuyos órganos fueron extraídos en los últimos veinte años. Estas historias, sostuvo, confirman que Falun Gong era víctima de lo que los especialistas legales llaman “genocidio frío”, una política gradual de exterminio sin las espectaculares matanzas típicas de los “genocidios calientes”. La Dra. Russo también habló de las noticias falsas difundidas por el régimen en contra de Falun Gong.