Las autoridades locales intensifican esfuerzos para organizar eventos popularmente atractivos para hacer que las personas rechacen su fe y oren al único Dios: el Partido Comunista.
por Gu Xi
El rápido desarrollo de las religiones en años recientes —especialmente, el crecimiento del cristianismo en la China rural— se ha convertido en una de las causas primordiales por las que el PCCh (Partido Comunista Chino) lanza campañas generales cuyo propósito es reprimir a las personas de fe, poniendo especial atención a las villas y a los poblados pequeños.
No es una sorpresa que el primer documento que emitió el Comité Central del PCCh en 2018, el llamado “Documento Central Nro. 1” titulado Opiniones sobre la Implementación de la Estrategia de Vitalización Rural, identificara la represión de las “actividades religiosas ilegales” y las “actividades de infiltración extranjera” en las áreas rurales como una de las tareas principales para las autoridades locales a lo largo del país.
Para alcanzar las metas establecidas, la represión sobre las iglesias y los templos se está complementando con actividades “suaves” para compensar la propagación de las religiones, como el fortalecimiento de la educación política para el clero y la promoción del patriotismo —es decir, el amor incondicional hacia el Partido Comunista— entre los creyentes mediante la invasión de las iglesias con propaganda comunista o a través de reemplazar las oraciones con canciones revolucionarias y ópera china tradicional.
“Panem et Circenses” en latín, “pan y circo” en español, una estrategia política ampliamente utilizada por los emperadores romanos que ofrecían diversos placeres —desde alimentos hasta luchas de gladiadores y carreras de carruajes— para apaciguar a la población, ahora está siendo utilizada también por el PCCh, que ofrece recompensas monetarias y espectáculos para las masas a cambio de su fe.
Los “domingos felices” reemplazan a la misa dominical
A lo largo de China, las autoridades locales están iniciando actividades con entretenimiento prosaico y superficial afuera de las iglesias, a menudo llamadas “domingos felices”, para “ganarle territorio ideológico a la religión”, pues creen que las personas se vuelcan a la iluminación espiritual porque sienten un vacío en su vida.
De acuerdo con un documento emitido por el Gobierno de un condado en la provincia central de Henán a principios de este año, titulado Cómo lidiar con los graves problemas de la situación religiosa, “la religión está compitiendo con el Partido en todos los ámbitos del terreno ideológico y en el corazón de las personas”. El edicto afirma que esto se ha convertido en un problema que el Gobierno necesita resolver urgentemente.
Para detener “la propagación del cristianismo a lo largo de las vastas áreas rurales”, el documento ordena que se “organicen diversas actividades culturales, que se haga un lanzamiento generalizado de los ‘domingos felices’, eventos que promuevan la cultura, la ciencia y la tecnología y la salud en las áreas rurales y otras actividades; que se organicen eventos culturales durante las festividades religiosas y los domingos para eliminar la influencia de la religión”.
Ve una película y serás recompensado
La Iglesia de Huatian, una iglesia de las Tres Autonomías aprobada por el Estado, se localiza en el poblado de Zhushan, bajo la jurisdicción de la ciudad de Xinyu en la provincia suroriental de Jiangxi. Los miembros de la congregación normalmente se reúnen para orar todos los miércoles y domingos. Durante este mes de mayo, funcionarios de la villa fueron de casa en casa exigiendo a los residentes que fueran al auditorio de la villa esos días para ver películas o estudiar los discursos del presidente Xi Jinping.
Para asegurarse de que asistieran a los eventos tantas personas como fuera posible, las autoridades han introducido una tarjeta de recompensas que acumula bonos económicos, dijeron los residentes de la villa a Bitter Winter. Ver películas durante una hora en los días especificados te permite ganar un punto que puedes utilizar para canjearlo por un yuan (aproximadamente 0.15 dólares). Las recompensas acumuladas pueden canjearse por aceite, champú, líquido lavatrastes, detergente de lavandería y otros artículos para la vida cotidiana.
La duración de las películas normalmente corresponde al tiempo que los creyentes pasan en las reuniones de la iglesia y el Gobierno elige lo que se proyectará. Lo que normalmente se ofrece al público son películas “rojas” con contenido patriótico que muestra el heroísmo de los comunistas chinos durante la Segunda Guerra sino-japonesa (1937-1945), la Guerra Civil china (1927-1949), y otros eventos históricos.
“Ustedes no deberían ir a orar. Pueden ver películas y obtener cosas de forma gratuita aquí. Vengan al auditorio a ver películas y a aprender buenas cosas”, advirtió a los aldeanos un funcionario de la villa.
Se organizan “espectáculos rivales” afuera de las iglesias
La Iglesia de Nanjiazhuang, ubicada en la villa de Jiazhuang en el poblado de Guanyinsi de la ciudad de Xinzheng de Henán, también es una iglesia de las Tres Autonomías que logró sobrevivir al huracán de cierre de iglesias en la villa. A lo largo de los últimos seis meses, durante cada reunión de la congregación, normalmente se ha llevado a cabo una presentación “rival” en el teatro cultural de la villa que no está ni a 300 metros de la iglesia.
“Cuando se presenta una ópera tradicional china, el sonido en los altavoces es ensordecedor. Es desconcertante. El Gobierno simplemente está haciendo esto para ganarse a quienes creen en Dios”, se quejó un habitante de la villa.
“Los creyentes a los que también les gusta ver obras de teatro no pueden concentrarse durante las oraciones. Los cantos son, ciertamente, perturbadores”, comentó un miembro de la Iglesia.
De acuerdo con los aldeanos, a lo largo de estos seis meses únicamente tres días no se llevaron a cabo presentaciones debido al intenso calor. Cada evento cuesta 1000 yuanes (aproximadamente 140 dólares) en promedio, mismos que son pagados por el centro cultural del poblado.
“Las presentaciones tienen como principal propósito perturbar las reuniones de los cristianos. El Gobierno del poblado de Guanyinsi asignó esta tarea a la villa de Jiazhuang. Todos los domingos, funcionarios del Gobierno del poblado instan a la compañía de ópera a venir lo más temprano posible”, dijo uno de los actores.
En una reunión que se llevó a cabo en junio para celebrar el aniversario 98 de la fundación del PCCh, el secretario del Partido del poblado enfatizó que la villa de Jiazhuang debe seguir presentando óperas los domingos.
Pagan a las personas para alejarlas de la fe
Residentes del condado de Xin’an de Henán, bajo la jurisdicción de la ciudad de Luoyang, informaron que personal de los comités de la villa en el área distribuyeron tabletas de calcio, vales que pueden ser intercambiados por productos e, incluso, dinero, con el fin de seducir a las personas para que asistan a las actividades recreativas. Cuando vieron que el número de participantes seguía siendo muy pequeño, algunos funcionarios de la villa condujeron hasta las casas de los residentes para traer a más personas.
“La política nacional estipula que cada villa debe llevar a cabo actividades del ‘domingo feliz’. Si no actuamos, seremos castigados”, reveló un funcionario de la villa. “Esto es lo que el Estado requiere. Hagan que todas las mujeres que están en casa salgan y representen la yangge [literalmente, ‘la canción del brote de arroz’, una danza popular tradicional china] y bailen. Tráiganlas a todas para que el director del Comité de la Federación de Mujeres local las organice. Que se la pasen aprendiendo a bailar y a cantar la yangge, de modo que no tengan tiempo para creer en Dios”.
Con la canción “Sin el Partido Comunista no habría una nueva China” de fondo, los aldeanos fueron reunidos en la plaza para bailar. Los funcionarios de la villa tomaron fotos y se las enviaron a sus superiores.
Residentes de otras villas de Henán, administradas por las ciudades de Puyang, Xuchang y muchas otras, han reportado a Bitter Winter que los Gobiernos locales también están promoviendo activamente las actividades de los “domingos felices”.
“En el futuro, las personas no podrán descansar. No podemos tomarnos un tiempo libre; siempre debemos estar presentes”, se quejó un funcionario de la villa de Puyang. “Los domingos deben ser para descansar en casa. Ahora ni siquiera tengo tiempo para estar con mis hijos o para ver a mis padres”.