Los burócratas de base son supervisados para garantizar su diligencia en la ejecución de las políticas del Gobierno central relacionadas con la religión. Cualquier tropiezo trae como consecuencia una penalización.
por Xin Lu
Bitter Winter obtuvo un documento que emitió en abril el Grupo Líder sobre Trabajo Étnico y Religioso de un condado en la provincia suroriental de Jiangxi que llama al fortalecimiento de la “responsabilidad política” de los funcionarios de base para garantizar de manera eficiente la eficacia del “sistema de redes de tres niveles y de responsabilidad de dos niveles” en relación con el trabajo religioso.
El edicto también exige que se refuercen la guía, la supervisión y las inspecciones de los burócratas locales y que reporten con regularidad al Gobierno del condado y al comité del Partido Comunista acerca de cómo va su trabajo. A los funcionarios se les exige que informen con prontitud acerca de cualquier organización religiosa “ilegal” –es decir, aquella que no está registrada– para que se una a las instituciones religiosas controladas por el Gobierno, así como sobre los predicadores y los sitios de actividad religiosa “ilegales”. En los casos de ineficiencia que lleven a “consecuencias graves” los involucrados serán responsabilizados.
Extracto del documento emitido por el Grupo Líder de Trabajo Étnico y Religioso en un condado en Jiangxi.
Se han implementado políticas similares de movilización de funcionarios de base para reprimir a la religión en provincias de Henán, Shanxi, Fujian y otras partes de China, lo cual ha provocado que se castigue a los funcionarios que no implementen la política de forma eficaz.
Castigados por pasar por alto un sitio de reunión
Un sitio de reunión de la Iglesia de las Tres Autonomías en el condado de Yiyang, bajo la jurisdicción de la ciudad de Luoyang en la provincia central de Henán, no se veía como un sitio religioso regular. Esto ha ayudado a evitar los cierres durante las repetidas medidas represoras sobre los sitios religiosos organizadas por el Gobierno local. Sin embargo, la suerte de los creyentes se terminó en enero: la congregación estaba reunida cuando el equipo secreto de inspección del trabajo religioso de la provincia descubrió el sitio y tomó fotos que fueron subidas a la red.
Ese mismo día se divulgaron las fotos y oficiales del condado, del poblado y de la villa entraron en pánico, según una fuente que solicitó permanecer en el anonimato. Un grupo de ellos irrumpió en el sitio de reunión y ordenó a la congregación que lo desalojaran de inmediato y entregaran las llaves a los funcionarios de la villa. Tiraron la cruz de la pared y se colocó una cinta de acordonamiento de papel en la puerta de entrada.
La persona a cargo del sitio de reunión y el predicador fueron detenidos acusados de “perturbar el orden público” y fueron forzados a firmar una declaración de garantía donde prometían ya no volver a organizar reuniones.
La fuente también reveló que las autoridades provinciales quedaron asombradas por el incidente y decidieron castigar a varios funcionarios de los Gobiernos de la ciudad, el condado, el poblado y la villa. El jefe de la villa fue suspendido de sus deberes por diez días y fue forzado a leer una autocrítica en una reunión del Gobierno del poblado.
Secretario del Partido es despedido por no entregar el nombre de los creyentes
En un condado bajo la jurisdicción de la ciudad de Zhumadian de Henán, un secretario del Partido de la villa, que había servido por 23 años, recibió un castigo aún más duro. A principios de abril, cuando varios funcionarios gubernamentales del condado estaban inspeccionando el trabajo religioso en la villa, descubrieron un pareado religioso y una imagen de Jesús en un hogar cristiano. De inmediato reprendieron al secretario del Partido: “Hay personas que creen en Dios justo frente a sus narices, ¡pero usted no hizo nada al respecto! ¡Será despedido de su puesto!”.
Poco después, el secretario del Partido, supervisado por sus superiores, fue forzado a quitar el pareado y otros símbolos cristianos de la casa del creyente. Una investigación más exhaustiva por parte de funcionarios gubernamentales del condado reveló que muchas otras familias en la villa eran creyentes, pero el secretario del Partido no les proporcionó los nombres. Esa fue la gota que derramó el vaso y fue relevado de sus funciones.
Algunos aldeanos locales comentaron que el que un funcionario sea castigado por corrupción es vergonzoso, pero que se le despida por no informar sobre las personas que creen en Dios, no lo es.
Funcionarios son forzados a tomar medidas represoras contra la religión para mantener su puesto de trabajo
En el mes de mayo, un sitio de reunión de una Iglesia doméstica en el condado de Yongxiu bajo la jurisdicción de la ciudad de Jiujiang de Jiangxi fue cerrado. “Oh, Señor, no me culpes. Mantenme a salvo”, decía el secretario del Partido de la villa mientras tiraba la cruz de la pared, relataron a Bitter Winter testigos oculares.
“Si no fuera por la presión de sus superiores, ¿quién se preocuparía por estas cosas? Funcionarios del Gobierno del poblado y del condado exigen que vayamos a la iglesia cada semana para hacer inspecciones. En mi corazón yo no quiero hacerlo”, dijo el secretario del Partido. “Pero si no lo hago, me castigarán. En verdad, no hay nada que yo pueda hacer”.
“Tuvimos una reunión y mis superiores querían que firmara una declaración de responsabilidad. Si algo sale mal, me harán responsable”, dijo con impotencia otro funcionario de la villa.