En una escuela de Hong Kong se introdujo una versión análoga del sistema que juzga el comportamiento y la confiabilidad de las personas, lo cual pone en peligro la educación de los estudiantes con bajo crédito.
por Chen Zezhi
El tristemente célebre sistema de crédito social de China amenaza con privar gradualmente a sus ciudadanos de lo que queda de sus derechos y libertades. En 2014, el Consejo de Estado promulgó un Esquema de planeación para la construcción de un sistema de crédito social (2014-2020), con pruebas piloto que se han lanzado en diversas regiones de China. El sistema, que se espera se implemente en su totalidad el próximo año, monitoreará y calificará a 1400 millones de ciudadanos para determinar su nivel social. Esta calificación decidirá si una persona puede viajar, ser promovida en su trabajo, comprar un auto o una casa e, incluso, a qué tipo de escuela pueden asistir sus hijos. El sistema, presentado por el Gobierno como una herramienta para crear una “cultura de integridad” y aumentar “el nivel de credibilidad de toda la sociedad”, es, de hecho, otra medida más para que el régimen monitoree y controle a todos en todo momento. Y ahora el PCCh (Partido Comunista Chino) está intentando implementarlo en Hong Kong.
Las estudiantes del Colegio Femenil de San Antonio son amenazadas con un sistema de puntaje
El 3 de septiembre, un internauta publicó una serie de mensajes en un popular foro en línea de Hong Kong acerca de que el Colegio Femenil de San Antonio en el área de Yau Tong de Hong Kong está adoptando un nuevo sistema de calificación de la conducta de las estudiantes en el nuevo año académico. Cada estudiante comienza con 100 puntos como calificación base. Aquellas que “ganen la gloria” para la escuela recibirán puntos adicionales, mientras que a las estudiantes que se “comporten temerariamente” se les deducirán puntos. Al final de cada semestre, las estudiantes que tengan una calificación menor a 50 puntos pueden perder la oportunidad de continuar con sus estudios.
El método de calificación de la escuela es muy similar al sistema de crédito social de China. Las violaciones por las cuales se deducen puntos incluyen, pero no se limitan a, faltarles al respeto a los maestros, no terminar la tarea, rehusarse a entregar el teléfono celular cuando se ordena, faltar a clases, colocar los artículos personales en cualquier parte a voluntad y agacharse sobre un escritorio tres veces durante una clase. Se deducirán de uno a 15 puntos de la calificación de la transgresora por evento.
Aunque la escuela declaró posteriormente en su sitio web que el sistema de calificación había sido cancelado, a muchas personas todavía les preocupa que el sector educativo de Hong Kong esté influenciado y controlado por el PCCh. Un internauta señaló que algunos de los criterios de calificación que desarrollaron las autoridades de la escuela son vagos. Por ejemplo, no queda claro si tener un punto de vista diferente a la postura política de la escuela se considera perjudicial para la reputación de la misma. El sistema de calificación también menciona algunas otras opciones flexibles que “concuerdan con las condiciones para la deducción o la obtención de puntos”. Por ejemplo, las estudiantes que “sirvan al maestro” pueden ganar 3 puntos.
En respuesta a las regulaciones de la escuela, un internauta dijo: “Esto es simplemente un abuso del poder público”. Algunos internautas publicaron imágenes donde equiparaban a la escuela con los campamentos de transformación por medio de educación en Sinkiang.
Una herramienta para controlar a los manifestantes en Hong Kong
Las estudiantes de la escuela están preocupadas porque el sistema de calificación no es lo suficientemente transparente y porque los maestros no serán justos a la hora de deducir puntos. Tienen miedo de que también se convierta en una herramienta para que la escuela controle las palabras y la conducta de las estudiantes aplicando mano dura dentro y fuera del campus.
El 2 de septiembre se mostró en Facebook una grabación de audio del Colegio Confuciano Tai Shing Ho Kwok Pui Chun de Hong Kong, en la cual una mujer, que se sospecha es la directora de la escuela, exigía a los estudiantes que no formaran parte del paro de estudiantes universitarios y de secundaria de toda la ciudad que boicotearon las clases y se unieron a mítines en contra del Gobierno. “Si quieren libertad, entonces no sean estudiantes”, se escucha decir a la mujer. También dijo que la escuela enviaría al Departamento de Educación los nombres de los estudiantes que estaban en paro. De acuerdo con un informe del medio de comunicación Stand News de Hong Kong, el 2 de septiembre, estudiantes de casi 200 escuelas llevaron a cabo boicots de clases de forma espontánea y algunos de ellos fueron amenazados con recibir una “sanción importante”.
Un residente de Hong Kong contó a Bitter Winter que, si el sistema de calificación se implementa en las escuelas, a él le preocupan mucho los estudiantes que participan en los paros y protestas. “¿Acaso se considerará que los estudiantes se están ‘comportando imprudentemente fuera del campus’ y ‘están faltándole al respeto a sus maestros’?”, preguntó el hombre, preocupado, con temor a que a los estudiantes se les castigue por desobediencia política.
¿El sistema de crédito social está llegando a Hong Kong?
En el simposio para profesores de teoría ideológica y política celebrado el 18 de marzo en Pekín, el presidente Xi Jinping subrayó en repetidas ocasiones la necesidad de cultivar generaciones de talentos que apoyen a los líderes del Partido Comunista Chino (PCCh) y al sistema socialista chino”. “Esto debe comenzar con las escuelas y los niños”, afirmó. En años recientes, el PCCh ha interferido frecuentemente en el sector educativo de Hong Kong, disparando respuestas negativas por parte de la sociedad de ese lugar.
Las protestas contra la ley de extradición son el resultado de que los residentes se dieran cuenta de que el PCCh está utilizando diversos medios para controlar e infiltrarse en Hong Kong. Esta es la razón por la que muchos se oponen a la implementación del sistema de crédito social en China continental; además de que sea introducido a Hong Kong.
El 5 de julio se dio a conocer el Plan de Acción de Tres Años (de 2018 a 2020) para el Desarrollo de la Gran Área de la Bahía de Guandong-Hong Kong-Macao, y el Gobierno de la provincia suroriental de Guangdong tomó la delantera en la promoción del plan. El plan de acción declara que el sistema de crédito social que actualmente se utiliza en China Continental se introducirá en Hong Kong y Macao en un lapso de tres años. La noticia provocó un acalorado debate en Hong Kong. El 9 de julio, el Gobierno de Hong Kong aclaró que el sistema de calificación de crédito social no se implementaría en Hong Kong por el momento. Sin embargo, el 24 de agosto, los manifestantes encontraron diversos componentes producidos en China en un poste de alumbrado público que desmantelaron. Uno de estos componentes era un transmisor de Bluetooth llamado “Localizador BLE”, que se sospecha transmite los datos de las personas al “Proyecto Skynet” en China Continental; el incidente provocó, una vez más, ansiedad en el público.
Algunos comentaristas temen que si se implementa el sistema de crédito social en Hong Kong el resultado será un desastre equiparable a o peor que el daño causado por la Norma sobre Delincuentes Fugitivos —la ley que ha provocado las protestas antiextradición— para todas las personas que viven en Hong Kong.
Otros creen que las protestas han disuadido al PCCh para que no promueva de forma indiscriminada el sistema de crédito social en Hong Kong debido a que, tan pronto como intente hacerlo por la fuerza, no sólo se enfrentará con una represalia a gran escala por parte del público, sino que violaría la Declaración Conjunta Sino-británica sobre el Asunto de Hong Kong. Firmado el 19 de diciembre de 1984, el documento legalmente vinculatorio prevé que: “Los derechos y libertades, incluyendo las libertades y derechos de las personas, la libertad de expresión, de prensa, de reunión, de asociación, el derecho a viajar, a moverse, a recibir correspondencia, a hacer huelga, a elegir la propia ocupación, a la investigación académica y la libertad de creencia religiosa se garantizarán por ley en la Región Administrativa Especial de Hong Kong”.
Un internauta de Hong Kong que solicitó permanecer en el anonimato contó a Bitter Winter que el incidente del Colegio Femenil de San Antonio hace que le preocupe que el PCCh esté copiando los métodos que utiliza para controlar a las personas en China Continental y los introduzca a todos los sectores de la sociedad de Hong Kong.