En una mesa redonda participaron, junto a otros, CESNUR y la Iglesia de Dios Todopoderoso.
por Massimo Introvigne
Religiones: ¿recursos o problemas para la paz?
El 19 de septiembre de 2019, la Fundación Vida Grupo Ecológico Verde –Fundación para la Mejora de la Vida, la Cultura y la Sociedad– conjuntamente con una docena de interlocutores, entre ellos CESNUR, el Centro de Estudios sobre Nuevas Religiones, la organización matriz de Bitter Winter, organizaron en las Naciones Unidas en Ginebra un evento paralelo sumamente concurrido denominado «Ampliando el impacto de la paz». La fecha fue seleccionada para celebrar el Día Internacional de la Paz.
Se me pidió que presidiera la segunda sesión, dedicada a la contribución de las nuevas religiones a la promoción de la paz mundial. Observé que la primera cuestión a resolver es si la religión en general es un recurso o un problema para la paz. Este es uno de los problemas más antiguos en el estudio académico de la religión. Paradójicamente, el estudio de la religión en la academia fue iniciado o influenciado por científicos sociales que no eran religiosos o tenían poca simpatía por la religión, incluidos Karl Marx (1818-1883) y Émile Durkheim (1858-1917). En el mejor de los casos, creían que la religión les proporcionaba control social a las clases bajas, siendo una necesidad social para Durkheim y el opio del pueblo para Marx.
Más recientemente, el incremento del terrorismo religioso y la pedofilia clerical llevó a muchos filósofos y medios de comunicación seculares a afirmar que la religión es en realidad una amenaza para la paz mundial. No obstante, de hecho, esta pregunta no puede recibir respuestas tajantes. Existen terroristas que invocan engañosamente el nombre de Dios y sacerdotes y ministros pedófilos de diferentes religiones, pero también existen innumerables buenas personas que sirven a sus semejantes, a personas de bajos recursos, ancianos y enfermos, conmovidos por su fe religiosa. Sociólogos tales como Rodney Stark y Brian Grim han observado que, si desaparecieran todos los hospitales, centros de rehabilitación para drogadictos y servicios sociales religiosos, los gastos en los que deberían incurrir los Estados democráticos para poder reemplazarlos serían tan altos que sus economías colapsarían rápidamente.
¿Pero qué sucede con las nuevas religiones?
Las nuevas religiones son particularmente atacadas por medios de comunicación hostiles y a menudo son tildadas de «sectas». Cada vez que uno de sus miembros comete un delito, o tal vez es falsamente acusado de uno, aparece en los titulares. Pero no aparecen en los titulares cuando contribuyen positivamente a la sociedad y la paz.
De hecho, si he aprendido algo en cuarenta años de estudio de las nuevas religiones, es que aportan una contribución desproporcionada a las cuestiones de paz. Las religiones relativamente pequeñas organizan campañas y eventos de paz más grandes que algunas de las principales. La objeción de que lo hacen para ganar conversos es una tontería. En primer lugar, las religiones tradicionales pueden ser fácilmente acusadas de hacer lo mismo y, en segundo lugar, las nuevas religiones a menudo atraen a sus eventos de paz a presidentes, primeros ministros, figuras famosas de la ciencia y la cultura, e incluso a líderes de las religiones principales. Seguramente, no esperan convertir estas luminarias a su fe.
Mencioné entre varios ejemplos uno concerniente a China, la Iglesia de Dios Todopoderoso. Se trata de un grupo sumamente perseguido en China, el cual anuncia un mensaje de resistencia al mal y defensa de la paz en varios países, particularmente a través de canciones, videos y películas. Estas últimas han sido premiadas en festivales organizados por grupos cuyas creencias teológicas están muy lejos de las de esta Iglesia.
Una testigo perteneciente a la Iglesia de Dios Todopoderoso
La hermana Li Xiaohui de la Iglesia de Dios Todopoderoso también participó en la sesión. La misma observó que “desde que el Partido Comunista Chino (PCCh) tomó el poder, ha estado continuamente reprimiendo y persiguiendo cruelmente al cristianismo. En los últimos años, se está esforzando por erradicar todas las creencias religiosas. A plena luz del día, destruye iglesias y elimina cruces. También quema Biblias y arresta y tortura a los cristianos. Solo la Iglesia de Dios Todopoderoso ha sufrido un millón de arrestos. Muchos de sus miembros han sido torturados y más de cien murieron como consecuencia de ello. Además, unos 600 000 cristianos de nuestra Iglesia se quedaron sin hogar y huyen para escapar de los arrestos llevados a cabo por el PCCh. Una gran cantidad de mezquitas y templos budistas y taoístas fueron arrasados, y varios millones de uigures musulmanes se encuentran confinados en campos de concentración».
“Por supuesto, nos damos cuenta de que la paz mundial está amenazada por muchos otros males. ¡Todas las autocracias deben ser erradicadas para que el mundo viva en paz!”, añadió la hermana Li. También señaló que “muchos les temen a los malvados poderes totalitarios y no se atreven a expresar su opinión. ¿Podemos realmente lograr nuestro objetivo de paz mundial si todos deciden hacer lo mismo? Hoy, varios millones de personas en Hong Kong se han puesto de pie. Han jurado luchar contra el PCCh hasta el final y no aceptar ningún compromiso. Numerosos grupos que sufren la persecución del PCCh en el país y en el extranjero también se han unido, rechazando firmemente la tiranía del PCCh».
La hermana Li mencionó la «gran cantidad de películas, coros y espectáculos de variedades» denunciando la persecución en China producidos por su Iglesia. Además, señaló que miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso «también han estado participando activamente en actividades relacionadas con los derechos humanos en varios países en el extranjero, apoyando al pueblo uigur, a los tibetanos y a los disidentes democráticos». Concluyó citando las Sagradas Escrituras de la Iglesia de Dios Todopoderoso, afirmando que los que persiguen y oprimen a los creyentes provocarán la ira de Dios y que, aunque esto parezca improbable en este momento, al final prevalecerán la paz y la justicia.
Una iniciativa exitosa
Aunque varias iniciativas en el mundo celebraron el Día Internacional de la Paz, fue una fortaleza del evento de Ginebra centrarse en la contribución de las religiones, incluidas las nuevas religiones, a la lucha por la armonía y la justicia.
Llegué a la conclusión de que es un excelente momento para reconocer que las nuevas religiones aportan una contribución crucial a la causa de la paz y el mejoramiento social. En el mundo de las nuevas religiones, al igual que en el mundo de las antiguas religiones, la política o la ciencia, no todos son santos. Algunos son sinvergüenzas. No obstante, la mayoría trabaja sinceramente para hacer de este planeta un lugar mejor y no presta sus servicios solo a sus miembros.