En preparación para el 70 aniversario de la fundación de la República Popular China, las autoridades de todo el país no escatiman esfuerzos para reprimir la disidencia.
por Shen Xinran
Bitter Winter ha obtenido documentos, emitidos por gobiernos locales de las provincias de Shanxi, Liaoning y Anhui según los cuales se implementarán «medidas de tiempos de guerra» para garantizar el «mantenimiento de la estabilidad» durante el Día Nacional de este año, el 1 de octubre, el cual marca el 70 aniversario de la fundación de la República Popular China.
Según los documentos, en preparación para las celebraciones y durante las mismas, las autoridades impondrán una «preparación de combate» para evitar disturbios antigubernamentales, «políticas callejeras», «revoluciones de color» y otros movimientos cívicos que pudieran representar una amenaza para el régimen. Se deberá prestar especial atención al impacto que puedan tener la guerra comercial entre China y Estados Unidos y las protestas a favor de la democracia en Hong Kong en los ciudadanos de China Continental. Las autoridades locales deberán reprimir la información política «dañina» y «mantener la seguridad política en el ámbito de la ideología».
Todas las miradas puestas en Pekín
La capital, Pekín, donde se realizará un gran desfile militar para la celebración del aniversario, es el epicentro del trabajo de mantenimiento de la estabilidad. Un documento titulado Plan de trabajo para mantener la seguridad y la estabilidad durante las celebraciones del 70 aniversario del Día Nacional, emitido por la Comisión de Asuntos Políticos y Jurídicos de una localidad de la provincia nororiental de Liaoning, exige una mayor recopilación de información de inteligencia antes de la celebración de dicho evento. «Vigilen de cerca a Pekín, vigilen de cerca las reuniones a gran escala y vigilen de cerca el extremismo individual», señala el documento, enfatizando que se deberá recopilar información sobre posibles acciones que puedan traer aparejada violencia de los infiltrados para garantizar que «las personas políticamente problemáticas […] no se dirijan a Pekín, no celebren reuniones en el área local y no se confabulen con otras áreas».
Los residentes de Pekín le informaron a Bitter Winter que algunos establecimientos públicos, como por ejemplo los bares, han sido clausurados, a los trabajadores migrantes se les ha ordenado que regresen a sus ciudades de origen y las personas que no poseen acento local a menudo son interrogadas por los oficiales de turno. Cuando amigos o familiares provenientes de otras ciudades van de visita, solo se les permite permanecer en Pekín de tres a diez días.
Los creyentes se convierten en objetivos clave del «control de estabilidad»
Como regla general, las personas de fe y los grupos étnicos minoritarios figuran entre los principales objetivos de las medidas de mantenimiento de la estabilidad durante los días festivos importantes y los eventos del Partido Comunista Chino (PCCh). Las celebraciones del Día Nacional de este año no son una excepción. El documento procedente de la provincia de Liaoning exige la implementación de medidas preventivas «para cada persona y tema clave a fin de asegurarse de que se les mantenga vigilados y garantizar la estabilidad social en el área local».
El Gobierno está comprometido a detener los problemas potenciales en una etapa temprana, «resolviendo todos los conflictos que puedan ser desactivados y asegurando un mantenimiento efectivo de la estabilidad para los conflictos que temporalmente no puedan ser neutralizados».
Informe gubernamental sobre la videoconferencia relacionada con el trabajo de seguridad y estabilidad en la provincia de Jilin antes del Día Nacional.
En el mes de agosto, la Agencia de Asuntos Religiosos de un condado de la ciudad de Tieling, en Liaoning, ordenó fortalecer la gestión y el control de los lugares religiosos para «garantizar la paz y la seguridad para darle la bienvenida a la gran celebración» e «implementar tareas de mantenimiento de la estabilidad y la seguridad». Funcionarios de la Agencia les exigieron a las personas a cargo de dichos lugares que firmaran una Declaración de responsabilidad para el mantenimiento de la seguridad y la estabilidad durante el Festival del Día Nacional, comprometiéndose a cumplir con sus obligaciones según lo prescrito en el documento y aceptando la responsabilidad en caso de no hacerlo, hasta el punto de que sus sedes puedan ser clausuradas. Informar sobre todos los viajes de los miembros del clero fuera de los límites de la ciudad y asegurarse de que no viajen al extranjero para recibir capacitación o realizar estudios religiosos simulando que hacen turismo, son algunas de las promesas prescritas en la declaración de responsabilidad. Cada lugar religioso también deberá asignar una persona para que registre a los visitantes de fuera de la ciudad, preguntándoles sobre el propósito de su visita e informando de inmediato a las autoridades si descubren alguna persona sospechosa.
«No podemos viajar libremente, tenemos que pedir permiso para salir de la localidad. No importa a dónde vayamos, el Gobierno siempre sabe dónde estamos», se quejó el representante legal de una iglesia de las Tres Autonomías controlada por el Estado.
Un miembro de la Asociación de Discípulos, un nuevo movimiento religioso chino, le dijo a Bitter Winter que durante las «Dos Sesiones» del año pasado –la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino y el Congreso Nacional del Pueblo– tuvo que llevar a su hijo a Pekín para que recibiera tratamiento médico. Mientras estaba allí, recibió una llamada telefónica de un agente de policía d su lugar de residencia registrado, preguntándole dónde se encontraba. Poco después, dos policías lo localizaron en Pekín y lo interrogaron sobre la enfermedad de su hijo. Un mes después, al día siguiente de su regreso de Pekín, varios agentes de policía se presentaron en su hogar. Resultó que la razón de su visita fue que las autoridades no habían podido monitorearlo a través de su teléfono, el cual había dañado accidentalmente ese mismo día. Los oficiales le explicaron que lo estaban vigilando debido a que hacía diez años había sido arrestado por compartir el evangelio y porque su visita a Pekín durante las «Dos Sesiones» parecía sospechosa.
Una miembro de la Iglesia de Dios Todopoderoso procedente de Shandong fue interceptada por la policía mientras realizaba un viaje de trabajo durante las «Dos Sesiones» del año pasado. La razón esgrimida por la policía fue que en una ocasión había sido sentenciada a tres años de prisión a causa de su fe y porque su «ruta había pasado por Pekín». La mantuvieron bajo arresto domiciliario durante 37 días y finalmente, como consecuencia de ello, perdió su trabajo.
Los funcionarios se preparan para interceptar a los peticionarios
Las personas que buscan justicia peticionando ante el Gobierno siempre han sido objetivos clave de control durante conferencias, festivales y otros eventos «sensibles» del Partido Comunista. Para el Día Nacional de este año, los funcionarios de gobiernos locales de todo el país se esfuerzan por hallar formas de evitar que los peticionarios de sus localidades viajen a las capitales de provincia o a Pekín.
Un infiltrado en el Gobierno procedente de una ciudad de la provincia oriental de Shandong le reveló a Bitter Winter que el Gobierno local había organizado y asignado a un equipo de personas para que viajaran a Pekín e interceptaran a los peticionarios. Además, equipos compuestos por dos o tres funcionarios fingen ser peticionarios y asisten a lugares frecuentados por ellos para infiltrarse en sus grupos. Toman fotos de los activistas y las suben a un grupo especialmente creado en la plataforma de mensajería WeChat. La unidad gubernamental a cargo del mantenimiento y control de la estabilidad posteriormente envía a miembros del personal para que detengan a los peticionarios.
Un miembro del personal directivo de una empresa minera de carbón emplazada en la provincia norteña de Shanxi afirmó que el Gobierno local había ordenado investigar las actividades sospechosas llevadas a cabo por el personal de la empresa. Si dos o más empleados presentan peticiones ante el Gobierno durante el Día Nacional, los líderes de la empresa serán relevados de sus cargos y los peticionarios serán inmediatamente despedidos.
Un activista de derechos humanos procedente de la provincia suroriental de Fujian, quien deseaba permanecer en el anonimato, reveló que antes de las «Dos Sesiones» de este año fue detenido en una «base educativa» durante más de 20 días. En su habitación se habían instalado cinco cámaras de vigilancia y era vigilado por tres guardias. No fue liberado hasta que finalizaron las «Dos Sesiones». Uno de los tres guardias le reveló que, tras monitorear sus movimientos, el Gobierno sospechaba desde hacía mucho tiempo que estaba dispuesto a presentar una petición ante las autoridades, por lo que fue arrestado para evitar que causara problemas. Varios peticionarios procedentes de la misma ciudad también permanecieron detenidos en un hotel alejado hasta la finalización de las «Dos Sesiones».