Al tiempo que quita domos y los símbolos de la luna creciente y la estrella de las mezquitas, el PCCh intensifica el control sobre los imanes y acelera su “transformación ideológica”.
por Gu Xi
Transformación por medio de adoctrinamiento
De acuerdo con un imán de Qinghai, una provincia sin litoral en el noroeste de China, el Partido Comunista Chino (PCCh) exige frecuentemente a los imanes que pasen por un entrenamiento político. La mayoría de los instructores son profesores universitarios que enseñan la historia, políticas, regulaciones, relaciones internacionales y temas similares del PCCh. Cada sesión de entrenamiento dura alrededor de diez días. Después de cada clase, los imanes deben escribir un ensayo acerca de lo que aprendieron. Por regla general, los participantes reciben un certificado de finalización después de cada entrenamiento.
“Tengo muchos de esos certificados, una enorme pila”, contó el imán a Bitter Winter. “Básicamente, el Gobierno les dice a los profesores que nos adoctrinen”. Después de terminar nuestro entrenamiento, tenemos que divulgar en la mezquita lo que hemos aprendido durante el entrenamiento y propagarlo entre las congregaciones. Esta es la forma como el Estado está impregnándonos con su ideología”.
Lo que dicen los imanes en las mezquitas es controlado por las autoridades en toda China. Como ha informado Bitter Winter, durante el mes de mayo, todos los lugares de culto islámicos autorizados en la provincia de Henán de China central celebraron un concurso de admoniciones. Basándose en los criterios de evaluación –aplicación de los valores socialistas fundamentales, promoción de la cultura tradicional china, adhesión a la “sinificación” del islam y amalgama de estudios de las Sagradas Escrituras con estudios chinos– se le confió a la rama de la Asociación Islámica China de Henán la tarea de seleccionar a los diez mejores predicadores para ir a una gira de conferencias a lo largo de la provincia.
Muchos imanes se sienten extremadamente impotentes bajo las condiciones asfixiantes que el Estado impone sobre ellos. “Ahora hay cámaras de vigilancia en las mezquitas. El Departamento de Seguridad Pública local monitorea todos nuestros movimientos. Si no damos sermones de acuerdo con los requisitos del Gobierno, seremos castigados”, dijo con impotencia un imán de la ciudad de Sanmenxia de Henán. A finales de junio, fue forzado a asistir a una “base de educación roja” para estudiar los logros de los héroes revolucionarios. Cuando daba conferencias sobre las escrituras, también se le exigía que promoviera la ideología y las políticas del PCCh, incluyendo la idea de “obedecer y seguir al Partido”.
“Todos los días tenemos que decir ‘El Partido Comunista es bueno y maravilloso’. De lo contrario, ¡nos meteremos en problemas con el Gobierno!”, dijo un imán en la ciudad de Manzhouli en la Región Autónoma de Mongolia Interior.
Musulmanes son reprimidos por rechazar a un imán aprobado por el Gobierno
La política de “transformación por medio del adoctrinamiento” utilizada sobre los imanes ha despertado el descontento entre algunos musulmanes en la provincia de Qinghai, quienes creen que los imanes que han completado el entrenamiento gubernamental hablan como funcionarios del Gobierno; algunos incluso distorsionan las escrituras y enseñanzas clásicas del islam.
“Debemos hacer lo que el Corán dice. Si el Gobierno cambia eso, ¿sigue siendo islam?”, se preguntó un anciano local musulmán.
El descontento de los musulmanes no solo no cambió nada, sino que incluso provocó más represiones. El 9 de agosto, el Gobierno cerró una mezquita en la ciudad de Xining durante las oraciones de los viernes y citó cargos fabricados de “medidas inadecuadas de control de incendios”. De acuerdo con la congregación, la verdadera razón fue que se rehusaron a aceptar al imán asignado por el Gobierno.
“Aun si ya no se nos permite ir a orar a la mezquita en el futuro, queremos seguir guiados por un imán cuyos puntos de vista acerca de la fe sean consistentes con los nuestros”, dijo uno de los creyentes de la mezquita.
Es poco probable que sus deseos se materialicen. De acuerdo con un imán de Xining, “los certificados de predicación son manejados por el Gobierno y solo los imanes reconocidos por el Estado pueden recibir uno. Si se considera que un imán tiene una percepción política inadecuada, sus credenciales como predicador le serán revocadas”.
Múltiples mezquitas son “sinificadas”
Junto con el impulso de “transformar” a los imanes, el PCCh continúa sus esfuerzos por “sinificar” las mezquitas y desmantelar los símbolos islámicos.
En julio, fueron quitados los domos y los símbolos de la luna creciente y la estrella de, al menos, ocho mezquitas en las ciudades de Pingdingshan y Xinxiang de Henán.
Un funcionario gubernamental de Huixian, una ciudad de nivel condado bajo la jurisdicción de Xinxiang, explicó a musulmanes locales que hay 56 grupos étnicos en China y ninguno podía quedarse atrás. “Todos deben obedecer al Partido Comunista. Los que no lo hagan, serán destruidos. Si algún grupo étnico da problemas al Partido, lo eliminaremos”, amenazó el funcionario.
A mediados de mayo, un símbolo de la luna creciente y la estrella, torres bulbosas y otras estructuras tipo torre fueron quitadas de la parte superior de una mezquita en el condado de Dingbian, bajo la jurisdicción de la ciudad de Yulin en la provincia noroccidental de Shaanxi. La puerta y las ventanas de la mezquita también fueron cambiadas de un diseño en forma de durazno a uno rectangular.
De acuerdo con fuentes locales, el Gobierno gastó más de un millón de yuanes (aproximadamente 140 000 dólares) para “transformar” la mezquita. “Esta es una política nacional y nadie puede hacer nada al respecto”, comentó enojado un creyente de la localidad. “Los funcionarios gubernamentales ejercen el poder y el emperador tiene la última palabra. El Gobierno construirá o demolerá cualquier cosa por capricho. Hacen lo que les viene en gana”.