Más de 100 creyentes fueron convocados por la policía e investigados, y numerosos misioneros extranjeros fueron arrestados y deportados de China.
por Li Mingxuan
Mientras participa activamente en espionaje a nivel internacional, ya sea exportando la tecnología de red de Huawei para monitorear a personas que se encuentran viviendo en el extranjero, enviando espías estudiantiles a universidades estadounidenses o empleando a chinos en el extranjero para que trabajen como sus agentes, el Partido Comunista Chino (PCCh) también ha formado una masiva red de espías para monitorear lo que dicen o en qué creen los residentes de China. Al mismo tiempo, los misioneros extranjeros y los creyentes que poseen vínculos con el extranjero son investigados bajo el pretexto de «prevenir el espionaje».
Testigos de Jehová son investigados como si fueran espías
A principios de agosto, la policía de una ciudad de la provincia oriental de Shandong detuvo a una testigo de Jehová para investigarla e interrogarla sobre su fe. También se le exigió que identificara a un misionero surcoreano. Los oficiales afirmaron que todos los extranjeros que llegan a China para predicar son espías, y le advirtieron a la creyente que no volviera a ponerse en contacto con ninguno de ellos.
La mujer le dijo a Bitter Winter que la policía también había convocado a cinco miembros de su Iglesia y a un misionero extranjero. Posteriormente, dos de ellos fueron investigados por el departamento de contraespionaje de la Agencia de Seguridad de Estado municipal.
Otros creyentes informaron que, en la región de Qingdao, en Shandong, se habían investigado más de 100 testigos de Jehová, y que, en la ciudad de Liaocheng de Shandong y en la ciudad de Cangzhou de la provincia norteña de Hebei, varios testigos de Jehová habían sido citados por las autoridades y posteriormente investigados.
Una fuente que pidió permanecer en el anonimato le dijo a Bitter Winter que la policía utiliza diferentes métodos para investigar y hallar información sobre creyentes que están en contacto con extranjeros, incluso lo hace a través del monitoreo de sus teléfonos. Para prepararse para una operación de arresto unificado, los oficiales a veces se disfrazan de mendigos para llevar a cabo vigilancias fuera de los lugares de reunión a fin de determinar la cantidad de asistentes y obtener más información sobre las rutinas de las reuniones. La fuente afirmó que todos los creyentes extranjeros arrestados fueron deportados a sus países de origen.
Una pareja fue interrogada durante 18 horas
En el mes de mayo, en Qingdao, la policía arrestó a dos parejas de testigos de Jehová procedentes de Corea del Sur. Un creyente local afirmó que una de ellas fue interrogada durante 18 horas, privados de sueño durante todo el proceso. La policía quería obtener información sobre la Iglesia y sus miembros. Los dos creyentes fueron liberados, pero sus pasaportes fueron confiscados. Los mismos fueron monitoreados durante más de 20 días y posteriormente deportados a Corea del Sur.
“Todos los misioneros que llegaron a China han pasado varios años aprendiendo chino. Los mismos se mostraron sumamente reacios a abandonar el país», afirmó el creyente, añadiendo que, en la actualidad están llegando a China menos misioneros extranjeros. En general, los nuevos misioneros llegan con una visa de turista y siempre son investigados por el Estado, el cual lleva a cabo registros sobre cada uno de ellos. Tan pronto como se determina que se encuentran en el país para realizar trabajo misionero, son deportados y se les prohíbe regresar por un plazo de cinco años.
La policía ataca a creyentes que se encontraban reunidos en un restaurante
El 13 de agosto, en el distrito de Jianhua de la ciudad de Qiqihar, en la provincia nororiental de Heilongjiang, más de 40 creyentes estaban comiendo juntos en un restaurante cuando más de una docena de policías irrumpieron en el lugar. Toda la información de identificación de los creyentes fue registrada y cuatro miembros de la Iglesia fueron llevados a la Agencia de Seguridad Pública local para ser interrogados, donde permanecieron detenidos hasta la noche.
Según fuentes, ese mismo día, la policía también allanó el lugar de reunión de la Iglesia y confiscó la computadora de uno de sus presbíteros, alegando que querían verificar si contenía algún tipo de contenido contrario al PCCh.