Para los cristianos, una de las actividades más importantes en la práctica de su fe es compartir el evangelio. Pero no en China, donde está prohibido.
por Ye Jiajia
La policía atrae a una creyente a una trampa
Una mujer, miembro de una iglesia doméstica emplazada en Zhengzhou, la capital de la provincia central de Henán, nunca esperó ser vigilada y arrestada a causa de un folleto de evangelización.
El 8 de julio, un extraño la llamó y le pidió que compartiera el evangelio con él porque «tenía problemas familiares». La mujer anteriormente había colocado su número de teléfono en un folleto de evangelización que había sido distribuido en la iglesia, por lo que no encontró la llamada muy sospechosa y decidió ir a reunirse con el extraño, acompañada por otro fiel de su iglesia.
Cuando los dos creyentes llegaron al lugar acordado, más de una docena de oficiales los estaban esperando para detenerlos y llevarlos a la estación de policía local para interrogarlos sobre su iglesia y la impresión de los folletos de evangelización.
La mujer fue liberada el mismo día, pero se convirtió en blanco de vigilancia: funcionarios de la oficina de su comunidad residencial la visitaron y la llamaron repetidamente, preguntándole sobre su creencia en Dios y advirtiéndole que no asistiera a ninguna reunión religiosa. Una noche, a las 11, varios funcionarios se presentaron en su hogar para investigar las creencias religiosas de sus familiares.
La creyente de la iglesia doméstica ha aprendido por las malas que, en la actual atmósfera de represión religiosa, es peligroso dar su número de teléfono en lugares de culto. “En la actualidad, el Gobierno inspecciona minuciosamente las iglesias. Incluso si imprimimos algunos folletos y corremos el riesgo de distribuirlos, no nos atrevemos a dejar ningún número de contacto”, le explicó a Bitter Winter el predicador de una iglesia doméstica emplazada en Zhengzhou.
Detenido por mandar a fabricar abanicos con texto religioso
En China, es común anunciar algo en abanicos y distribuirlos de forma gratuita. Incluso el Gobierno emplea esta herramienta para promover sus políticas. Pero no se permite anunciar nada que posea contenido religioso, tal y como lo ha experimentado el predicador de una iglesia doméstica de la ciudad de Daqing, en la provincia nororiental de Heilongjiang.
Hace algún tiempo, el predicador ordenó fabricar abanicos con los caracteres chinos utilizados para escribir «solo Jesús puede salvar a la gente» impresos en ellos.
En el mes de julio, funcionarios del Departamento de Trabajo del Frente Unido se enteraron de la existencia de los abanicos y declararon que el predicador estaba involucrado en una «actividad misionera ilegal».
Registraron el hogar del predicador y lo llevaron hasta la estación de policía local, donde fue interrogado sobre su iglesia, las fuentes de los fondos de la iglesia y cualquier vínculo con el extranjero que pudiera tener la misma.
“¿Solo Jesús puede salvarte? ¿No puede salvarte el Partido Comunista? Crees en una religión extranjera, lo cual es considerado un acto hostil contra el Partido Comunista», recordó el predicador las palabras de uno de los funcionarios.
El predicador de una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en Yantai, una ciudad portuaria de la provincia oriental de Shandong, permaneció detenido durante dos meses por regalar reproductores de audio con sermones grabados a creyentes con dificultades financieras.
Según uno de los miembros de la congregación, numerosos agentes de policía fueron enviados para arrestar al predicador, quien posteriormente fue interrogado sobre la fuente del dinero utilizado para comprar los dispositivos a través de los cuales se reproducían los sermones.
El predicador fue puesto en libertad bajo fianza por razones de salud, pero la policía le prohibió impartir sermones hasta finales del año próximo. No se le permitió abandonar la ciudad y se le exigió que estuviera disponible en todo momento.
En la provincia central de Henán, un infiltrado en la Agencia de Asuntos Religiosos reveló que el Gobierno central ordenó disminuir la cantidad de cristianos. Algunos gobiernos locales llegan incluso a responsabilizar a los líderes de iglesias de las Tres Autonomías por el crecimiento de las congregaciones cristianas como resultado de la evangelización.