Una colección de informes de Bitter Winter sobre cómo los cristianos en China, frente a la persecución, continúan practicando su fe privados de sus lugares de culto.
Desde que entraron en vigor los nuevos Reglamentos sobre Asuntos Religiosos a principios de 2018, el Partido Comunista Chino (PCCh) ha estado clausurando, demoliendo y apoderándose de lugares de actividades religiosas. Tanto las iglesias aprobadas por el Estado como las no oficiales han sido sometidas a una represión cada vez más intensa, dejando a numerosos creyentes sin hogar espiritual.
Los cristianos se ven obligados a encontrar lugares aislados, a menudo inadecuados, para evitar investigaciones y hostigamientos y continuar practicando su fe. A pesar de las condiciones adversas, están decididos a perseverar en mantener viva su fe.
Presentamos aquí una colección de informes publicados anteriormente sobre las dificultades que padecen los cristianos en China.
Practicando su fe en pocilgas, corrales de ovejas y cementerios
Luego de la clausura de un lugar de reunión perteneciente a la Iglesia de las Tres Autonomías emplazado en la ciudad de Shangqiu, en la provincia central de Henán, llevada a cabo en agosto del año pasado, la congregación del mismo alquiló un corral de ovejas en una granja. Para evitar las horas de trabajo del personal gubernamental, los creyentes comienzan cada reunión antes del amanecer y las finalizan antes de las 8 de la mañana.
Luego de que una iglesia católica emplazada en la ciudad de Changchun, en la provincia nororiental de Jilin, fuera clausurada por la fuerza en agosto de 2018, su congregación se vio obligada a celebrar misas en un cementerio, mientras que un grupo de creyentes de Sola Fide tuvo que rezar en una pocilga abandonada.
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Rezando en un autobús
Previo a la celebración del Día Nacional, el 70 aniversario de la fundación de la República Popular China celebrado el 1 de octubre de este año, la capital de China intensificó las medidas de “mantenimiento de la estabilidad social”, teniendo como objetivo principal los lugares religiosos que no están aprobados por el Estado. Uno de ellos, perteneciente a una iglesia doméstica situada en el distrito de Chaoyang de Pekín, fue clausurado el 25 de agosto, su congregación fue reprimida. Al no tener otro lugar a donde ir, los creyentes decidieron celebrar una reunión dominical en un autobús.
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Congregarse en un baño público o en el valle de una montaña
En abril, el Departamento de Trabajo del Frente Unido local y el Departamento de Asuntos Religiosos clausuraron un sitio de reunión de una Iglesia doméstica en una ciudad de Mongolia Interior por celebrar “reuniones ilegales”. El encargado fue amenazado con que se le arrestaría si continuaba realizando reuniones de la congregación. Desesperados por encontrar un lugar relativamente seguro donde pudieran evitar más acosos, los creyentes rentaron como su nuevo sitio de reunión un baño público de treinta metros cuadrados que no estaba en uso.
Una Iglesia doméstica en Lanzhou, la capital de la provincia noroccidental de Gansu, fue amenazada con una multa de 50 000 yuanes (aproximadamente 7500 dólares) y el encarcelamiento de los miembros de la congregación si se negaban a unirse a la Iglesia de las Tres Autonomías. Para evadir la presión del Estado y escapar de la persecución, los creyentes decidieron llevar a cabo sus reuniones en un pequeño valle deshabitado en una montaña.
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Celebra misa al aire libre
Una iglesia católica clandestina emplazada en la ciudad de Xingtai, en la provincia china norteña de Hebei, fue clausurada en octubre de 2018 porque “no poseía un certificado de registro de lugar religioso”. Antes de la clausura, el Gobierno local enviaba regularmente personal para realizar inspecciones y mantener una estrecha vigilancia de la iglesia. Para evadir los ojos vigilantes de los funcionarios, la congregación comenzó a celebrar la misa dominical en varios lugares secretos y a notificarse mutuamente el lugar y la hora en el último momento posible. Su misa navideña del año pasado se llevó a cabo al aire libre en un patio aislado y estrecho, a pesar del frío.
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En julio del año 2018, el PCCh prohibió la utilización de una iglesia emplazada en la parroquia de Dongergou, una de las parroquias católicas más antiguas de la ciudad de Taiyuan, en la provincia norteña de Shanxi. Los creyentes no tuvieron más remedio que reunirse fuera de la iglesia. Todavía no tienen un lugar para celebrar la misa.
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Practicando su fe en las ruinas de una iglesia
El 10 de septiembre de 2018, las autoridades de la ciudad de Fuyang, en la provincia oriental de Anhui, demolieron en secreto una iglesia de las Tres Autonomías controlada por el Gobierno, dejando a sus aproximadamente 100 creyentes sin lugar para adorar. Continuaron congregándose en las ruinas de su iglesia, incluso en días lluviosos.
Un mes más tarde, en Zibo, una ciudad en la vecina provincia de Shandong, una iglesia de las Tres Autonomías fue demolida, y su congregación fue forzada a reunirse en un quiosco cerca de su aldea. Para asegurarse de no ser descubiertos, los creyentes esperan hasta que esté oscuro para reunirse.
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El 11 de junio de 2018 por la tarde, las autoridades demolieron por completo una iglesia de las Tres Autonomías controlada por el Gobierno en la villa de Shuangmiao, en el municipio de Taohe, administrado por el condado de Xichuan, en Nanyang, una ciudad a nivel prefectura de la provincia de Henán. La congregación no consiguió encontrar un nuevo lugar, por lo que continuó practicando su fe en las ruinas de la iglesia demolida.