Diez senadores estadounidenses le dicen al Comité Olímpico Internacional que las violaciones de los derechos humanos llevadas a cabo por el Gobierno chino son incompatibles con el espíritu olímpico; los mismos no serán escuchados.
por Massimo Introvigne
La carta del 5 de diciembre de 2019.
El 5 de diciembre de 2019, diez senadores estadounidenses influyentes, entre ellos el ex candidato presidencial Marco Rubio, le enviaron una carta al presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, pidiéndole que reexaminara la decisión de celebrar los Juegos Olímpicos de Invierno del 2022 en Pekín. Bitter Winter publica una copia de esta carta, la cual habla por sí misma.
Los senadores señalan que en el año 2014 el COI adoptó la Agenda Olímpica 2020, siendo la misma un documento que implica que los Juegos Olímpicos no deben celebrarse en países que no cumplen con los estándares internacionales aceptados sobre derechos humanos.
Los senadores también señalan que esta decisión fue tomada luego de las controversias generadas por los Juegos Olímpicos de Pekín del 2008. Muchos se habían quejado, afirmando que el régimen del Partido Comunista Chino (PCCh) había utilizado la necesidad de garantizar el orden público durante los Juegos Olímpicos como pretexto para aplicar medidas represivas contra musulmanes de etnia uigur, budistas tibetanos, cristianos y activistas defensores de los derechos humanos.
También se halló evidencia que probaba que China había sacado provecho del trabajo infantil para producir de manera veloz artículos relacionados con los Juegos Olímpicos, los cuales posteriormente serían vendidos a los visitantes.
¿El COI tomará medidas contra China? Lo más probable es que no sea así, y los senadores saben por qué. El COI ya ha decidido que la Agenda Olímpica 2020 recién será aplicable en el año 2024, casualmente, dos años después de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín, los cuales están relacionados con enormes intereses comerciales. Es así que el PCCh quedará libre de culpa y cargo.
Los senadores afirman que los derechos humanos también son mencionados en documentos del COI distintos de la Agenda Olímpica 2020, pero saben que no sucederá nada. La multimillonaria fiesta olímpica del PCCh no será perturbada. Pero es un buen momento para que los que forman parte del mundo libre se pongan de pie y denuncien el escándalo.