Por medio de una campaña a nivel nacional, se modifican los nombres de los lugares en aras de reflejar la «excelente cultura tradicional china» y mostrar la resistencia del país al «culto ciego a las cosas extranjeras».
por Shen Xiang
A finales de octubre, un restaurante emplazado en la ciudad de Jinzhong, en la provincia norteña de Shanxi, publicó un aviso en una de sus ventanas con la siguiente leyenda: “Cansado de la rectificación. Cansado de los negocios”.
Al propietario del restaurante, el cual desde su apertura había sido llamado «Fideos de Ternera Estadounidenses de California”, se le ordenó en dos oportunidades que le cambiara el nombre a su negocio porque el mismo contenía nombres extranjeros. En el mes de agosto, funcionarios gubernamentales eliminaron por la fuerza la palabra «estadounidense» de su letrero. El propietario luego modificó el letrero para que dijera: “Fideos de Ternera Etonda de California”.
No obstante, en el mes de octubre, el nuevo letrero fue retirado una vez más debido a la palabra «California». El propietario afirmó que los reemplazos de letreros le han ocasionado importantes pérdidas financieras.
En el mes de julio, la «Tienda Especializada en Suplementos Dietéticos Kräuterhof Alemanes» emplazada en la ciudad de Bayannaoer de Mongolia Interior se vio obligada a eliminar la palabra «Alemanes» de su letrero. Como consecuencia de ello, la misma sufrió una disminución en las ventas, ya que los clientes, tras la eliminación de la palabra «alemán», comenzaron a dudar de la calidad de los productos.
La represión nacional de los nombres extranjeros se llevó a cabo tras la publicación de la Notificación sobre nuevas medidas represivas contra los nombres de lugares irregulares, emitida el 10 de diciembre de 2018 de manera conjunta por varias instituciones del Gobierno central, entre ellas, el Ministerio de Asuntos Civiles, el Ministerio de Seguridad Pública y la Administración Estatal de Regulación del Mercado. Según la notificación, cualquier nombre de lugares públicos, negocios y comunidades residenciales que se considere que «adora cosas extranjeras», «exagera deliberadamente la realidad» o «promueve la superstición feudal» será objeto de rectificación.
El documento también establece que «al ser una de las principales tareas políticas desplegadas por el Gobierno central, la labor de controlar y eliminar los nombres irregulares de los lugares deberá ser un requisito inevitable para heredar y proteger la excelente cultura tradicional china y consolidar la confianza cultural».
El uso de palabras occidentales en los nombres de empresas y comunidades residenciales de China aumentó en la década de 1990 como un medio para indicar un estilo de vida más sofisticado. El sociólogo chino Guo Yuhua cree que el respeto por Occidente en China también fue una respuesta natural a la brecha entre el país y el mundo occidental tras las reformas de apertura de China.
Chongyang meiwai (崇洋媚外) —el «culto ciego a las cosas extranjeras»— fue considerado un crimen durante la Revolución Cultural. Las personas podían ser condenadas incluso por tener conexiones en el extranjero. Gou Yuhua piensa que el régimen actual está «haciéndolo una vez más y reforzando aún más el control de la ideología oficial solo a causa del empeoramiento de la relación con Occidente».
La difusión del sentimiento antioccidental se aceleró luego de que el presidente Xi Jinping lanzara su política de «sinización» y que la promoción de la cultura tradicional china y todas las cosas chinas comenzaran a penetrar gradualmente en todos los aspectos de la sociedad. La represión del «culto ciego a las cosas extranjeras» ahora también es utilizada para instigar el nacionalismo y las actitudes antiextranjeras.
Esto es especialmente evidente en medio de la guerra comercial en curso entre Estados Unidos y China y las protestas a favor de la democracia en Hong Kong, las cuales el régimen presenta al pueblo chino como «respaldadas por fuerzas extranjeras». Junto a la expansión de grupos y movimientos religiosos en China, el Partido Comunista Chino (PCCh) trata a las protestas como el resultado de la «infiltración extranjera».
Incluso en el fuertemente controlado ciberespacio chino, algunas voces disidentes se animan a expresar su preocupación de que la prohibición de nombres y cosas extranjeras no aumentará la confianza cultural de la población. “¿Boicotear festivales extranjeros? ¿Prohibir los nombres extranjeros? ¿Nada de ropa exótica? Eso de ninguna manera indica confianza cultural”, comentó un internauta.
El Gobierno parece estar decidido a eliminar los nombres extranjeros en todo el país, haciendo caso omiso de la angustia que los cambios le provocan a la población y el costo de la campaña. Su nuevo objetivo: los nombres de calles y comunidades residenciales.
Noticias sobre la rectificación de nombres en numerosas comunidades residenciales de la provincia de Jiangxi.
“El antiguo nombre armonizaba con el estilo de toda la comunidad. El nuevo nombre chino suena extraño», le dijo a Bitter Winter un residente de la ciudad de Luoyang, en la provincia central de Henán. Su comunidad residencial «California 1885» ha sido recientemente rebautizada como «Comunidad de árboles de Huaqian».
El residente añadió que el antiguo nombre era conocido por las empresas de servicios públicos, servicios postales y de taxi, y que el repentino cambio de nombre está causando una gran confusión e inconvenientes en la vida cotidiana de los residentes.
En el mes de junio, la «Comunidad Riverdale de Venecia» del poblado de Jiangxiang, administrado por Nanchang, la capital de la provincia suroriental de Jiangxi, pasó a llamarse «Jardín Ziyang».
La «Comunidad Federal Británica de Hongkelong» en Nanchang fue rebautizada «Huahao Jincheng» por orden de la sucursal comunitaria del PCCh.
Asimismo, varias comunidades residenciales de Fuzhou, la capital de la provincia suroriental de Fujian, se vieron obligadas a cambiar sus nombres. Entre ellos, «Casa Blanca Rongxin» y «Ciudad de David Rongxin».
Para las personas que dirigen negocios, los cambios de nombre o dirección significan que también deben cambiarse las licencias, los letreros, los anuncios, las tarjetas de presentación y otros elementos similares. Hacerlo no es barato, pero el Gobierno no está compensando estos gastos.
La campaña de rectificación también está dirigida a empresas que posean nombres relacionados con la religión. Como por ejemplo, «Puertas y Ventanas Canaán” (迦南 門窗, jianan menchuang) emplazada en Anshan, una ciudad de la provincia nororiental de Liaoning, la cual se vio obligada a cambiar el nombre de la empresa a «Puertas y Ventanas Fujun» y «Karma Budista Longfeng” (龍鳳 緣 佛, longfeng yuanfo) a «Pabellón Longfeng».