En un intento por acelerar la erradicación del mayor nuevo movimiento religioso cristiano chino, el PCCh convence a funcionarios y creyentes para que se conviertan en espías.
por Yang Xiangwen
La plantación de espías en iglesias ha sido una herramienta recurrentemente utilizada por el Partido Comunista Chino (PCCh) para reprimir a los grupos religiosos. El régimen cree que al momento de preparar medidas represivas contra estas iglesias persiguiendo el objetivo de su completa eliminación, la información recopilada por los agentes encubiertos es un excelente recurso.
La Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT) –el movimiento religioso más perseguido en China– es uno de los principales objetivos de este complot gubernamental. Bitter Winter ha obtenido documentos internos adoptados por los Gobiernos de numerosas provincias, entre las que se incluyen Henán, Zhejiang y Shandong, los cuales exigen llevar a cabo trabajos de inteligencia dentro de la IDT antes de proceder a la represión coordinada de la misma. Los edictos exigen el establecimiento de grupos de «fuerzas secretas capaces de penetrar profundamente en la Iglesia y llegar a sus niveles más altos» a fin de recopilar información sobre la organización interna de la IDT y sus miembros clave; tanto a nivel nacional como internacional.
La Iglesia de Dios Todopoderoso ha sido objeto de brutales represiones desde su creación en el año 1991. Solo en el año 2018, más de 11 100 miembros de la IDT fueron arrestados, y al menos 20 fueron perseguidos hasta la muerte. Durante los últimos años, el PCCh ha estado utilizando medios más específicos, tales como la vigilancia de alta tecnología y las recompensas a los informantes para lograr su objetivo final de erradicar la IDT.
Potenciales espías entrenados en destrezas encubiertas
Un empleado gubernamental procedente de una de las provincias costeras chinas le reveló a Bitter Winter que funcionarios de la Brigada de Seguridad Nacional lo habían presionado en varias ocasiones para que se infiltrara en la IDT y recopilara información desde su interior. Se le había prometido un buen puesto en una de las instituciones del Gobierno local y recompensas financieras a modo de incentivo. Los funcionarios explicaron que estaban poniendo en marcha dichas operaciones encubiertas porque «el desempeño del Gobierno local en lo que respecta a la represión de la IDT había quedado sumamente rezagado en comparación con otras regiones».
«Me pidieron que hiciera esto porque los funcionarios descubrieron que conozco a algunos miembros de la IDT», afirmó el empleado, añadiendo que se esperaba que obtuviera «una profunda comprensión del funcionamiento interno de la Iglesia».
«Los funcionarios afirmaron que la IDT es su objetivo principal, pero que habían obtenido poca información sobre la Iglesia», continuó. Posteriormente le enseñaron algunas habilidades necesarias para los agentes encubiertos. Le dijeron que se ganara la confianza de los creyentes de la IDT y que simulara mostrar interés en sus creencias. También le advirtieron que no se comportara de manera proactiva durante los primeros contactos para no arruinar el vínculo inicial, y así podría colarse en el interior de la IDT de manera gradual.
La fuente añadió que la Brigada de Seguridad Nacional ya había obtenido información sobre algunos creyentes de la IDT y que podría arrestarlos en cualquier momento. Dado que el objetivo final es erradicar el movimiento por completo, estas investigaciones secretas son necesarias para poder acelerar el proceso. Los funcionarios revelaron que algunos agentes habían pasado dos o tres años dentro de la Iglesia.
Una fuente procedente de la Agencia de Seguridad Pública de una ciudad de la provincia norteña de Hebei le confirmó a Bitter Winter que a lo largo de China se utilizan prácticas similares de manera rutinaria. Según el mismo, el Gobierno le había ordenado a cada estación de policía existente en su ciudad que contratara al menos dos agentes especiales de inteligencia adicionales y dos oficiales de información solo para la campaña represiva contra la IDT.
Según un documento interno del Gobierno obtenido por Bitter Winter, las autoridades locales deberán alentar a los agentes de policía a arrestar a los miembros de la IDT utilizando mecanismos de recompensa y castigo y establecer cuotas de arresto para cada agente de seguridad pública.
Los creyentes son presionados para convertirse en agentes
Los miembros de la IDT que han sido previamente arrestados también son blanco de la policía para obligarlos a espiar a sus compañeros creyentes. Un creyente de la IDT que había estado detenido en un centro de educación legal –una de las instituciones de «transformación por medio de educación» del PCCh– le dijo a Bitter Winter que los funcionarios de la Brigada de Seguridad Nacional estaban tratando de obligarlo a regresar a la Iglesia para actuar como agente encubierto. Prometieron proporcionarle un salario mensual de 5000 a 6000 yuanes (alrededor de 700 a 850 dólares) a modo de recompensa.
El creyente se negó a hacerlo y fue sentenciado a tres años de prisión y a cuatro años de libertad condicional por «utilizar una organización xie jiao para socavar la aplicación de la ley».
Durante su período de libertad condicional, miembros del personal del departamento de seguridad nacional lo volvieron a presionar para que trabajara para ellos de manera encubierta, amenazándolo con encarcelarlo si no cooperaba.
El PCCh también utiliza agentes encubiertos para infiltrarse en la IDT en el extranjero. Según varios documentos internos obtenidos por Bitter Winter, el régimen efectúa investigaciones internas para «desenterrar activamente recursos en el extranjero» y «utiliza todos los medios que estén a su disposición para el trabajo de inteligencia sobre las organizaciones de la IDT y los miembros clave en el extranjero». La Agencia de Seguridad del Estado fue la encargada llevar a cabo dichas operaciones durante los últimos dos años. Los miembros de la IDT que han sido detenidos también son frecuentemente obligados a espiar a la Iglesia en el extranjero a fin de recopilar información para el Gobierno.