El día después de que el disidente uigur Ilham Tohti recibiera el Premio Sájarov 2019, el Parlamento Europeo aprobó una resolución en la cual se le solicita al Gobierno chino que cierre los campamentos.
por Marco Respinti
China lo repite una y otra vez: los tristemente célebres campamentos de transformación por medio de educación de Sinkiang simplemente son «centros de formación profesional» y «escuelas profesionales». Pero una importante institución internacional como el Parlamento Europeo no compra esta mentira. Llama a esas instalaciones como lo que son: «campos de reeducación», donde las víctimas son encarceladas y adoctrinadas por el Partido Comunista Chino (PCCh). El objetivo de los mismos es cambiar su vida e identidad y «sinizarlas», es decir, convertirlas en buenos comunistas.
Para aquellos que deseen conocer la realidad de Sinkiang, desde hace meses hay disponibles toneladas de materiales, entre los que se incluyen documentos filtrados, testimonios, fotos y videos. Algunos de ellos han sido publicados por Bitter Winter desde que comenzáramos a publicar nuestra revista a principios de mayo de 2018. Los académicos creen que, en la actualidad, los campamentos de Sinkiang mantienen confinadas hasta tres millones de personas, la mayoría de ellas culpables solo de practicar el islam y de pertenecer a un grupo étnico diferente al han. De hecho, son uigures y tienen su propio lenguaje, cultura y tradición distintivos. Otros miles de ciudadanos túrquicos, en su mayoría musulmanes, comparten el mismo destino en los mismos campamentos. Dichos campamentos también mantienen confinados a miembros de otras minorías religiosas, tales como la Iglesia de Dios Todopoderoso.
No obstante, lamentablemente, muchos en el mundo todavía eligen creer las noticias falsas fabricadas por el PCCh, según las cuales todas esas personas son «terroristas». Sin embargo, durante la sesión plenaria celebrada el 19 de diciembre en Estrasburgo, Francia, por el Parlamento Europeo, los eurodiputados aprobaron una resolución en la cual expresan «una grave preocupación por la represión de los uigures llevada a cabo por el Gobierno chino», y le exigen «al Gobierno chino que cierre los ‘campamentos de reeducación’ de Sinkiang de forma inmediata» y que «libere incondicionalmente a todas las personas detenidas».
Esta enérgica condena está dirigida al «sistema de vigilancia predictiva» de China, a «la práctica de detenciones arbitrarias sin cargos, juicios o condenas por delitos penales», así como también a «la tortura, las atroces restricciones a la práctica religiosa y la amplia vigilancia digitalizada». De hecho, los eurodiputados les “solicitan a las autoridades chinas que permitan que periodistas independientes y observadores internacionales accedan libremente a la provincia de Sinkiang para poder examinar la situación in situ».
Otro motivo de grave preocupación, según los eurodiputados, está relacionado a «los informes sobre los uigures en el extranjero que son acosados por las autoridades chinas con el fin de obligarlos a brindar información contra otros uigures, a regresar a Sinkiang o a guardar silencio sobre la situación imperante allí, en ocasiones mediante la detención de sus familiares».
Los eurodiputados saben que las herramientas utilizadas hasta ahora por la UE no han conducido a un progreso tangible en el historial de derechos humanos de China, el cual solo se ha deteriorado durante la última década. Los mismos le solicitan «al Consejo [Europeo] que congele los activos y adopte sanciones selectivas, si lo considera apropiado y efectivo, contra los funcionarios chinos responsables de la severa represión de los derechos básicos en Sinkiang».
Esta notable resolución se produjo durante la misma sesión plenaria en la cual se le otorgó al Sr. Ilham Tohti el Premio Sájarov 2019. El Sr. Tohti es un reconocido intelectual uigur amante de la paz, que nunca estuvo involucrado en actividades que promovieran el separatismo o el terrorismo. Dado que denunció el genocidio cultural perpetrado por el PCCh en Sinkiang fue encarcelado sin motivo alguno. Mientras su hija, la Sra. Jewher Ilham, aceptaba el Premio en su nombre el 18 de diciembre en Estrasburgo, los eurodiputados ya estaban trabajando para redactar y aprobar al día siguiente una de las resoluciones más importantes sobre el tema a nivel internacional.
De este modo se han puesto al descubierto algunas de las mentiras creadas por el Gobierno chino. Esperamos que otros parlamentos e instituciones sigan el ejemplo y denuncien la persecución llevada a cabo por el Gobierno chino no solo del islam, sino de todas las religiones: iglesias domésticas protestantes, sacerdotes católicos disidentes, practicantes de Falun Gong, budistas, taoístas, miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso y otros movimientos prohibidos por ser considerados xie jiao.