Debido a que el régimen chino aumenta el «control de la estabilidad» para poder contrarrestar los efectos del movimiento prodemocrático, los religiosos son sometidos a represiones cada vez más feroces.
por Tang Zhe
Numerosos cristianos salieron a las calles para apoyar las protestas a favor de la democracia de Hong Kong y denunciar la violencia policial contra los manifestantes. Al igual que sucede con estos últimos, la gente de fe es considerada por el Partido Comunista Chino (PCCh) como una fuerza hostil que pone en peligro su régimen. A fin de frenar la propagación del espíritu democrático en el continente, las autoridades han estado incrementando las medidas de represión y control en los dominios considerados «inestables», entre los que se incluyen los grupos religiosos más fuertemente reprimidos. Incluso la Iglesia de las Tres Autonomías administrada por el Estado es reprimida.
Se confiscan permisos de lugares de reunión
Cuando la persona a cargo de una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en el condado de Anyuan bajo la jurisdicción de la ciudad de Ganzhou, en la provincia suroccidental de Jiangxi, acudió el 28 de octubre a la Agencia de Asuntos Religiosos local para renovar el permiso de la misma, se le informó que no podía hacerlo. «En una reunión celebrada ayer se decidió que todas las reuniones religiosas deben ser prohibidas y las iglesias clausuradas», le dijo un funcionario de la Agencia al creyente. El mismo le explicó que una gran cantidad de cristianos habían estado involucrados en los «disturbios» de Hong Kong, y que debido a que el cristianismo había sido traído a China desde Occidente, las autoridades temen que las personas de fe de China continental puedan estar en contacto con creyentes de Hong Kong y Estados Unidos.
A fines de octubre, el Gobierno local confiscó el certificado de registro del lugar de actividad religiosa perteneciente a una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en el poblado de Kongtian del condado. Posteriormente, en la entrada de la iglesia se publicó un aviso en el que se exigía la suspensión de todas las reuniones.
Citando el requisito de volver a verificar sus certificados, los funcionarios locales hicieron lo mismo con otras tres iglesias de las Tres Autonomías emplazadas en los poblados de Tianxin, Fengshan y Chetou del condado.
A fines de octubre, la Verdadera Iglesia de Jesús emplazada en la ciudad de Yuanjiang en la provincia central de Hunan, la cual poseía todos los certificados oficiales necesarios, sufrió la misma suerte. El jefe de una estación de policía local le dijo al líder de la Iglesia que, dado que la misma tiene su sede en Estados Unidos y en la actualidad, las relaciones entre Estados Unidos y China son tensas, el Gobierno estadounidense podría instigar a la congregación a rebelarse contra el Estado chino. Tomando a Hong Kong como ejemplo, afirmó que el Gobierno toma estrictas medidas para poner a todas las iglesias bajo un riguroso control.
Posteriormente, los trabajadores contratados por el Gobierno quitaron por la fuerza las palabras «Verdadera Iglesia de Jesús» del muro exterior del lugar de reunión. Las autoridades les advirtieron a los creyentes que no se pusieran en contacto con la sede de la Iglesia en Estados Unidos.
El 29 de octubre, miembros del personal de la Agencia de Asuntos Religiosos del condado de Wuning, bajo la jurisdicción de la ciudad de Jiujiang de Jiangxi, allanaron el lugar de reunión de una iglesia de las Tres Autonomías local. Destruyeron su cruz, quitaron las palabras «Iglesia Cristiana» de uno de sus muros y derribaron todos los símbolos religiosos, alegando que se estaba haciendo eso porque una gran cantidad de cristianos de Hong Kong habían estado involucrados en los «disturbios». Tras la redada, se colocó una bandera nacional china en el techo de la iglesia.
Los creyentes tienen prohibido viajar a Hong Kong
Para asegurarse de que las personas de fe de China continental no se vean afectadas por las protestas a favor de la democracia de Hong Kong a través de la comunicación religiosa, los creyentes que poseen pases de viaje a Hong Kong-Macao también son sometidos a un estricto control gubernamental.
A fines de agosto, la policía detuvo a un pastor perteneciente a una iglesia doméstica emplazada en la ciudad de Xiangyang, en la provincia central de Hubei. Según una fuente familiarizada con el asunto, el motivo de su arresto fue que se lo consideraba vinculado con manifestantes de Hong Kong por poseer un pase de viaje a Hong Kong-Macao y haber viajado a Hong Kong para asistir a una asamblea religiosa. Una de sus familiares fue a visitarlo, pero no se le permitió verlo. La misma se siente preocupada por la salud de su pariente.
A fines de septiembre, un predicador y el encargado de una iglesia doméstica emplazada en la ciudad de Ganzhou, en Jiangxi, fueron convocados por la Agencia de Seguridad Nacional. Las autoridades les ordenaron firmar una declaración en la que prometían no viajar a Hong Kong, y luego confiscaron sus pases de viaje a Hong Kong-Macao.
Dos creyentes de una iglesia doméstica emplazada en la ciudad de Xuzhou, en la provincia oriental de Jiangsu, solicitaron un pase de viaje a Hong Kong-Macao, planeando ir a Hong Kong para escuchar sermones durante el Día Nacional –el 70 aniversario de la China Comunista–. La policía les dijo que tan pronto salieran rumbo a Hong Kong perderían sus subsidios de bienestar. «En el peor de los casos, irán a prisión», les advirtieron los oficiales de policía, reiterando que viajar a Hong Kong equivalía a ir en contra del Partido Comunista, y quienes lo hacen son considerados «fuerzas contrarias a China».