En medio de las prohibiciones de Navidad, a las iglesias protestantes estatales de toda China solo se les permitió celebrar el nacimiento de Jesús cantando canciones «rojas» y exaltando al PCCh.
por Tang Zhe
Al igual que en el año 2018, al considerar que la festividad forma parte de los valores occidentales, el Gobierno del Partido Comunista Chino (PCCh) también impuso prohibiciones para celebrar la Navidad el año pasado, prohibiendo las reuniones en público y en los hogares, además de la venta de mercancías navideñas. Durante la temporada de la festividad cristiana más celebrada, los lugares de culto fueron sometidos a un control especialmente riguroso.
Según un predicador de la Iglesia de las Tres Autonomías procedente del condado de Ningling, administrado por la ciudad de Shangqiu, en la provincia central de Henán, el 2 de diciembre, el presidente de los Dos Consejos Cristianos Chinos del condado anunció la imposición de estrictas restricciones a los servicios de Navidad a celebrarse en iglesias de las Tres Autonomías. A pesar de que a algunas se les permitió celebrarlas, las festividades fueron «sinizadas» en lo que respecta a su forma y contenido, convirtiendo a la Navidad en un evento formal y trivial.
En la mañana de Navidad, en una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en la ciudad de Xuchang de Henán, las celebraciones comenzaron con 15 miembros del coro cantando el himno nacional bajo la atenta mirada de un funcionario local que había sido asignado para supervisar el trabajo religioso en la zona. Sobre sus cabezas colgaba un cartel que decía: «Celebra la Navidad cantando el himno nacional».
Video: Los creyentes de una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en la ciudad de Xuchang cantan el himno nacional.
“Hoy es Navidad. ¿Por qué tenemos que cantar el himno nacional en lugar de alabar a Dios?”, preguntó entre lágrimas un miembro de la congregación. “Me siento sumamente triste al verlos cantar el himno. ¿Acaso no es algo blasfemo?”.
«Esta es una política nacional», explicó otro creyente. “El día de Navidad de este año, lo primero que debíamos hacer era cantar el himno nacional y enviar una grabación a la Agencia de Asuntos Religiosos. Si nos hubiésemos negado a hacerlo, nos habrían prohibido celebrar la Navidad y la iglesia podría haber sido clausurada. En la actualidad, todos los creyentes de las cinco religiones autorizadas deben cantar el himno nacional, ya que son presionados a diario por los funcionarios. El Gobierno sigue reprimiendo las religiones por temor a que se propaguen aún más. Si no obedeces a los que están en el poder, destruirán tu lugar de culto”.
La congregación de la Iglesia Central emplazada en el poblado de Chengguan del condado de Xiayi, en Shangqiu, celebró la Navidad tres días antes del día real, el 22 de diciembre. Doce miembros de la iglesia vestidos con uniformes del ejército realizaron una danza en el escenario al compás del himno «El buen soldado de Cristo», el cual ha sido adaptado de una canción revolucionaria china, mientras un creyente ondeaba la bandera nacional.
Video: La congregación de la Iglesia Central emplazada en el condado de Xiayi actúa en el escenario.
«Esto no es celebrar la Navidad y alabar a Dios, parece uno de los desfiles militares del PCCh», comentó un miembro de la congregación.
Los planes detallados para las celebraciones navideñas en una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en el condado de Shanggao, bajo la jurisdicción de la ciudad de Yichun, en la provincia suroriental de Jiangxi, fueron informados al Departamento de Trabajo del Frente Unido (UFWD, por sus siglas en inglés) dos semanas antes de la festividad. No obstante, el programa aprobado no contenía ninguna connotación navideña: en la iglesia no había símbolos tradicionales navideños, ya que los mismos habían sido reemplazados por consignas que promovían los valores socialistas centrales y el amor por el PCCh y el país. Durante la celebración solo se cantaron el himno nacional y canciones tales como «Mi patria y yo».
Video: Miembros del coro de una iglesia emplazada en el condado de Shanggao cantan «Mi patria y yo».
“Todas las canciones y danzas han sido secularizadas. No eran lo que queríamos, y no concuerdan con nuestro plan original para celebrar la Navidad”, afirmó con indignación un miembro de la iglesia. El mismo añadió que cuando la representación estaba llegando a su fin, un colaborador de la iglesia, incapaz de soportarlo, subió al escenario y dijo: “Hoy no estamos aquí para divertirnos sino para darle gracias al Señor Jesús y aceptarlo en nuestros corazones”. Antes de que pudiera finalizar, el micrófono fue desconectado.
«El anfitrión desconectó el micrófono por temor a meterse en problemas», explicó el creyente, añadiendo que dos hombres vigilaban desde un vehículo amarillo estacionado afuera de la iglesia en el que estaba publicada la consigna: “Erradicar el crimen de pandillas y eliminar el mal». Varios funcionarios del PCCh también deambulaban por la entrada de la misma.
El 19 de diciembre, los miembros de una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en el distrito de Gaoxin de la ciudad de Xinyu, en Jiangxi, celebraron la Navidad bajo la atenta mirada de funcionarios del UFWD. Antes de la celebración, la congregación tuvo que cantar el himno nacional y la canción «Sin el Partido Comunista, no habría una nueva China» de pie bajo la bandera nacional.
El 22 de diciembre, tras finalizar su servicio navideño, la congregación de una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en el poblado de Luofang, administrado por la ciudad de Xinyu, fue obligada por un funcionario del UFWD a dirigirse al Museo Conmemorativo de la Conferencia de Luofang, dedicado a Mao Zedong y a sus actividades en la provincia. Los creyentes se vieron obligados a tomar fotos de su visita y a enviarlas al UFWD.
El 15 de diciembre, la congregación de la Iglesia de la Gracia de Dios (思恩 堂) emplazada en el municipio de Renhe, administrado por Xinyu, celebró la Navidad bajo la atenta mirada de funcionarios locales, quienes tomaron fotos durante todo el evento. Según un miembro de la Iglesia, el predicador se comprometió en oración a obedecer al Partido Comunista y a someterse a su control. Después del servicio, el predicador les pidió a dos miembros de la congregación que distribuyeran calendarios ilustrados con los valores socialistas centrales, pero aproximadamente dos tercios de los creyentes se negaron a tomarlos.
«No tomaremos estos calendarios porque no son cristianos», afirmaron con enojo varios creyentes.