El PCCh afirma que la situación de los derechos humanos en China «es la mejor en toda la historia». Otros dos casos demuestran que tales declaraciones están sumamente alejadas de la realidad.
por An Xin
Un hombre fue acosado por proteger su propiedad
Cai Hesheng es un agricultor de aproximadamente sesenta años, procedente del poblado de Liushui en el condado de Pingtan, administrado por Fuzhou, la capital de la provincia suroriental de Fujian. El mismo se ganaba la vida vendiendo la fruta de más de mil árboles que había plantado hace varias décadas.
En el año 2018, sin contar con la aprobación del Sr. Cai, el Gobierno del poblado le vendió su huerto a un urbanizador y contrató una excavadora para destruir los árboles frutales.
Habiendo perdido su única fuente de ingresos, la familia del Sr. Cai solicitó una compensación del Estado, pero fueron rechazados. Durante ese tiempo, tres edificios auxiliares que pertenecían a la familia fueron destruidos por órdenes de los funcionarios locales, supuestamente para dar paso a la construcción de carreteras. La demolición dejó al Sr. Cai con una pérdida adicional de 30 000 yuanes (alrededor de 4300 dólares).
Intentando proteger sus derechos legales, el Sr. Cai presentó un reclamo ante los Gobiernos del condado y de la provincia, pero ambos lo ignoraron. Más tarde viajó en dos ocasiones hasta Pekín para presentar una petición ante el Gobierno central, pero fue interceptado por funcionarios del condado de Liushui. La segunda vez, empleados gubernamentales y cuatro matones contratados lo llevaron por la fuerza a un automóvil y lo golpearon hasta que se desmayó. Pensando que estaba muerto, el grupo llevó al Sr. Cai hasta un lugar remoto y lo abandonó allí. Un aldeano local lo llevó a un hospital, donde le dijeron que le habían roto seis costillas, la nariz y el hueso infraorbital. También padeció una hemorragia cerebral y otra en los ojos, lo que dio como resultado una pérdida parcial de la visión.
Cuando la familia informó sobre su golpiza a la policía, no solo no buscaron a los culpables, sino que además definieron sus heridas como «menores».
La persecución del Sr. Cai no se detuvo. El 26 de noviembre de 2019, la policía local detuvo al Sr. Cai. Nueve días después, la brigada antidisturbios de la ciudad de Fuzhou envió a más de 500 personas para que demolieran el hogar del Sr. Cai. Recién entonces fue liberado.
Un aldeano es severamente golpeado
El 29 de enero de 2019, agentes de policía golpearon violentamente a varios residentes de una aldea del poblado de Gangcheng, administrada por la ciudad de Guigang en la Región Autónoma Zhuang de Guangxi.
Según una fuente, 50 oficiales armados, enviados por la Comisión de Construcción de Viviendas y Diseño Urbano-Rural de la ciudad, llegaron a la aldea para derribar una casa en construcción. Una de las empleadas del lugar comenzó a protestar, pero fue atacada por los oficiales. Al ver esto, otros trabajadores y algunos residentes intentaron intervenir a su favor, pero también fueron atacados por los oficiales. Ni siquiera los transeúntes se salvaron.
Video: Varios agentes de policía están golpeando a los aldeanos.
Uno de los aldeanos golpeados recordó que estaba pasando por el lugar y que no tenía idea de lo que estaba sucediendo, pero que un oficial le dio tres fuertes golpes en la cabeza con un bastón de hierro. “Sentí que mi cabeza se entumecía. La tomé entre mis manos e inmediatamente sentí sangre bajando por mi cuello”, recordó el hombre. “Esos oficiales eran totalmente inhumanos; golpeaban a todo el que pasaba por allí”.
Al menos 11 transeúntes fueron violentamente golpeados. A un aldeano de aproximadamente cincuenta años le fracturaron el brazo izquierdo y otro fue severamente golpeado y luego se le diagnosticó daño cerebral y fracturas en ambos omóplatos y en una costilla. A un octogenario le tuvieron que dar diez puntos de sutura en la cabeza. Un grupo de oficiales atacó a un hombre de aproximadamente treinta años porque los criticó por golpear a ancianos y mujeres. El hombre fue golpeado hasta que se desmayó, pero los oficiales no se detuvieron. Le golpearon la cabeza con ladrillos hasta que comenzó a sangrar. El hombre recién recuperó la conciencia luego de pasar más de 24 horas en el hospital.
Video: Un aldeano de aproximadamente treinta años fue golpeado hasta quedar inconsciente.
Los aldeanos heridos presentaron reclamos ante el Gobierno, exigiendo justicia y compensaciones. Todos sus intentos fueron ignorados. Posteriormente, quisieron presentar su caso ante la Agencia de Seguridad Pública, pero los funcionarios de la misma se negaron a aceptarlo.