por Massimo Introvigne
6132 miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT) fueron arrestados en China en el año 2019. 3824 fueron torturados y 19 murieron como resultado de la persecución. Estas son algunas de las cifras del tercer informe anual sobre su persecución en China, el cual fue publicado hoy por la IDT.
En total, más de 30 000 miembros de la IDT fueron sometidos a diversas formas de persecución y hostigamiento durante el año 2019. Miles de ellos se vieron obligados a firmar declaraciones en las que renunciaban a su fe y a otros se les confiscaron sus bienes personales o perdieron sus trabajos o sus hogares. La IDT es un nuevo movimiento religioso cristiano chino, acreditado por las autoridades chinas con cuatro millones de miembros en China. Aunque no necesariamente estén de acuerdo con su teología, numerosas organizaciones internacionales, Gobiernos y académicos han alzado sus voces contra esta persecución masiva. Entre los mismos se incluyen la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el Departamento de Estado de los Estados Unidos y la Comisión de los Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional.
El informe señala que, si bien el Partido Comunista Chino (PCCh) continúa difundiendo noticias falsas sobre presuntos delitos perpetrados por la IDT, todos los arrestados y sentenciados no fueron acusados de otro delito más que el de ser activos en su religión. Asistir a reuniones no autorizadas, filmar películas religiosas, hablar sobre la fe con otros fieles y familiares, poseer y distribuir libros y videos de la IDT… todo esto es motivo suficiente para ser sentenciado a varios años de cárcel aplicando el artículo 300 del Código Penal Chino, el cual sanciona cualquier tipo de actividad religiosa llevada a cabo dentro o en nombre de un grupo religioso prohibido.
El informe revela horrendos detalles sobre torturas y asesinatos extrajudiciales. Una mujer de 30 años, miembro de la IDT, procedente de Mongolia Interior, la Sra. Ren Cuifang, murió el 3 de enero de 2019 como consecuencia de las torturas a las que fue sometida luego de haber sido arrestada en Sinkiang. “En sus restos, señala el informe, las áreas alrededor de sus ojos eran azules y púrpuras y había una marca púrpura oscura y negra en el lado izquierdo de su pecho. En su muslo había una cicatriz de quemadura, en sus muñecas y talones había laceraciones con marcas de sangre y la uña del dedo gordo del pie izquierdo se había desprendido”, todas ellas pruebas de una brutal tortura.
El 7 de mayo de 2019, otra miembro de la IDT, la Sra. Li Sulian, murió en Henán mientras intentaba escapar de la policía saltando por una ventana de su hogar. El 13 de enero de 2019, la Sra. Cheng Xiangyu, procedente de Shanxi, murió luego de que su grave enfermedad no fue tratada en el centro de detención, antes de su fallecimiento había sido transferida al centro de transformación por medio de educación de Gaoping para ser sometida a un adoctrinamiento forzado, incluso cuando era obvio que estaba muriendo.
El adoctrinamiento está descrito de manera detallada en el informe. Uno de los objetivos de la tortura es persuadir a los reclusos pertenecientes a la IDT para que firmen documentos en los que renuncian a su fe y denuncien a la IDT. Los que se niegan son sometidos a más torturas.
El Gobierno chino persigue a los miembros de la IDT incluso en el extranjero a través de presiones en las embajadas y manifestaciones organizadas por adeptos del PCCh en el extranjero. La situación en Corea del Sur está muy bien documentada, pero el PCCh ahora ha extendido su largo brazo hasta Myanmar y Filipinas. En total, hay más de 5000 refugiados pertenecientes a la IDT fuera de China, y el PCCh no escatima esfuerzos para hostigarlos y tratar de persuadir a los países extranjeros de que no se les debe conceder asilo. Así como exporta bienes de consumo (y actualmente, trágicamente, epidemias), China está exportando su totalitarismo y su gran falta de respeto por los derechos humanos al extranjero.
No obstante, hay señales de esperanza. Como los académicos continúan analizando a la IDT, exponen las noticias falsas y documentan la persecución, en el año 2019, el porcentaje de solicitudes de asilo aceptadas se incrementó en varios países. La lectura del informe anual, el cual también coloca a la persecución de la IDT en el marco del aumento de la persecución de todas las religiones bajo el régimen de Xi Jinping, es un ejercicio aleccionador y obligatorio para todos aquellos interesados en la dramática situación de la libertad religiosa y los derechos humanos en China.
(Fotos cortesía de la Iglesia de Dios Todopoderoso)