Al prohibir todo lo relacionado con la Navidad, China busca alimentar el sentimiento nacionalista entre su población y enseñarle a los jóvenes sobre el «malvado mundo occidental».
por Li Mingxuan
Adiós Papá Noel
En la víspera de Navidad del año pasado, una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en el distrito de Liaozhong de Shenyang, la capital de la provincia nororiental de Liaoning, organizó una representación bajo la temática «Bendiciones de Papá Noel» para los miembros de su congregación y funcionarios gubernamentales, los cuales estaban sentados en la primera fila.
«Papá Noel occidental, has estado entre nosotros durante más de medio siglo», afirmaba un miembro del clero aprobado por el Estado mientras se dirigía a un actor que interpretaba a Papá Noel en el escenario. «Pero nuestro cristianismo ha tomado la senda de la ‘sinización’: tenemos nuestros pastores y seminarios, y el Partido Comunista y nuestro Gobierno nos guían. De ahora en adelante, ya no necesitaremos misioneros occidentales ni confiaremos en las fuerzas contrarias a China. No seremos derrocados por Estados Unidos ni por otros países occidentales. ¡Te pido formalmente, aquí y ahora, que abandones el escenario de nuestra China!”.
Luego instó a Papá Noel a «llevar el espíritu del XIX Congreso Nacional del Partido Comunista Chino (PCCh) y los discursos de Xi Jinping a occidente, especialmente a Trump en los Estados Unidos, para que los estudien». A lo que Papá Noel respondió mientras desplegaba una bandera china: «¡China es sumamente poderosa! ¡El tío Xi es sumamente asombroso!”. La representación finalizó con la canción “Oda a la patria” –una canción patriótica popular desde la fundación de la República Popular–.
El Gobierno insta al pueblo a celebrar el «Día del Gran Hombre» –el natalicio de Mao Zedong, nacido el 26 de diciembre– en lugar de la Navidad. Delante de una estatua de mármol blanco de Mao Zedong situada en el templo de Wangzishan del condado de Pingyi en Linyi, una ciudad de la provincia oriental de Shandong, se colocó un pastel con los caracteres chinos que significan «Feliz cumpleaños a Mao Zedong».
«Celebrar la Navidad significa traicionar a China»
Desde el comienzo del nuevo año escolar en el 2019, las escuelas de toda China comenzaron a intensificar la educación patriótica, adoctrinando a los niños para que odiaran todo lo «occidental», incluidos los valores democráticos y la religión. La Navidad ha sido designada como uno de los «males».
El 23 de diciembre, la Agencia de Educación y Tecnología del condado de Qianxi en Bijie, una ciudad a nivel de prefectura de la provincia suroccidental de Guizhou, emitió un aviso en el cual se les prohibía a los estudiantes celebrar la Navidad. El material adjunto afirma engañosamente que la Navidad está directamente relacionada con la destrucción del Antiguo Palacio de Verano llevada a cabo por las tropas británicas y francesas en el año 1860. La principal residencia imperial situada en Pekín, conocida en China como Yuanming Yuan (el Jardín del Perfecto Brillo), la cual albergaba numerosos tesoros históricos y artísticos, fue considerada el palacio más bello del país y su destrucción sigue siendo un tema sumamente doloroso para el pueblo chino.
Con la esperanza de provocar sentimientos nacionalistas, las autoridades declararon falsamente en el aviso que las fuerzas aliadas habían designado la noche de la preparación para atacar el palacio como «Nochebuena», el día de la quema de Yuanming Yuan, el 25 de diciembre, como «Navidad», y el 26 de diciembre como «Carnaval», para celebrar «la victoria ofensiva» y humillar a los chinos. En realidad, en China se ha estado celebrando la Navidad desde la dinastía Tang (618-907).
Las mentiras del PCCh parecen estar funcionando, especialmente entre los jóvenes. Bitter Winter ha recibido numerosos informes procedentes de padres perturbados que relataban cómo la propaganda antioccidental está afectando a sus hijos.
Una mujer procedente de la ciudad de Wuchang, en la provincia nororiental de Heilongjiang, le dijo a Bitter Winter que la escuela a la que asistía su hijo había intensificado la «educación patriótica» antes de Navidad. Esto ha tenido un efecto sustancial en los niños: uno de los compañeros de clase de su hijo comenzó a mostrar rechazo hacia todo lo occidental.
“El niño parecía realmente enojado. Un día, de camino a casa desde la escuela, comenzó a hacer añicos una imagen de Papá Noel que se encontraba situada en la puerta de la casa de alguien, afirmando que odiaba a los occidentales por haber incendiado Yuanming Yuan», afirmó la mujer. La misma añadió que tras meses de adoctrinamiento, el niño comenzó a culparse por celebrar su cumpleaños según el calendario «occidental», no el lunar.
El día posterior a la Navidad, la Sra. Wu, procedente de la ciudad de Mudanjiang, en Heilongjiang, estaba a punto de comprar harina importada, cuando su hija de 12 años comenzó a poner objeciones. «Mi hija me dijo que no deberíamos comprar productos procedentes del extranjero y que celebrar festivales extranjeros, tales como la Navidad, es una manifestación del ‘culto ciego a las cosas extranjeras, lo cual es antipatriótico y traicionero’», recordó la Sra. Wu. Sorprendida por las declaraciones vertidas por su hija, le preguntó dónde había aprendido eso. La niña explicó que le enseñaban esas cosas a diario en la escuela, añadiendo que sus maestros llamaban a la Navidad «una invasión de fuerzas reaccionarias occidentales en la cultura china».
La escuela primaria número 3 del condado de Linkou de la ciudad de Mudanjiang, emitió una orden en la que prohibía la celebración de festividades extranjeras (fotografía extraída de WeChat).
«La propaganda gubernamental tendiente a boicotear la Navidad es fuente de incontables problemas», le dijo a Bitter Winter un maestro procedente de la provincia de Cantón. «Los que quieran celebrar la Navidad serán etiquetados como ‘traidores a China’ y criticados públicamente».