Para los residentes de la capital de la provincia de Hubei, el año 2019 fue difícil: el brote del coronavirus fue precedido por severas medidas de seguridad previo a la celebración del evento internacional.
por Xiao Baiming
Los séptimos Juegos Militares Mundiales de verano se celebraron del 18 al 27 de octubre en Wuhan, la ceremonia de inauguración contó con la presencia del propio presidente Xi Jinping. Previo al evento, el Gobierno «embelleció» la ciudad, destruyendo hogares y negocios y clausurando lugares de culto, lo cual provocó un resentimiento generalizado entre los residentes. Bitter Winter recibió más testimonios en los que se relata cómo la gente común sufrió a causa de uno más de los vanidosos proyectos del Partido Comunista Chino (PCCh).
Las empresas sufrieron pérdidas monetarias
El 11 de octubre, el Parque Científico y Tecnológico de Fuze emplazado en el distrito de Qiaokou de Wuhan recibió un aviso procedente del Gobierno del distrito, exigiendo la suspensión de la producción en todas sus fábricas por medio mes durante la celebración de los Juegos Militares Mundiales. El 15 de octubre, más de 100 fábricas emplazadas en el parque fueron cerradas.
«El Gobierno afirmó que esto se hizo para ‘mantener la estabilidad’, pero la gente tuvo que pagar por ello», le dijo a Bitter Winter el director de una de las fábricas. “Era un momento de mucha actividad para nosotros, y cerrar la fábrica por solo un día nos causó una pérdida de más de 10 000 yuanes [alrededor de 1400 dólares]. Hay más de 100 fábricas en el parque, por lo que puede calcular la cuantía de la pérdida que todos hemos sufrido”.
Debido a que su fábrica tendría que pagar multas por no cumplir con los pedidos a tiempo, el director planeó trabajar en secreto por la noche durante el tiempo en que las fábricas se vieron obligadas a cerrar sus puertas. Pero tras ver una cláusula en el aviso que mencionaba la responsabilidad penal de permanecer abierto sin permiso durante el período de cierre, dejó de lado la idea.
“Justo después de que el parque fuera cerrado, un hombre que no hablaba en el dialecto local gritó furioso junto a la puerta de entrada del mismo que el Gobierno había cortado el suministro eléctrico. Incluso si hubiera querido completar el pedido en secreto, no hubiera podido hacerlo”, recordó el gerente de otra empresa, añadiendo que algunas fábricas no tuvieron más remedio que trasladarse a otros lugares para poder completar sus pedidos a tiempo, a pesar de haber tenido que pagar hasta 200 000 yuanes (alrededor de 28 000 dólares) para poder reubicarse.
En otros distritos de Wuhan, las autoridades clausuraron varias fábricas que se negaron a dejar de trabajar, utilizando pretextos tales como «instalaciones de calidad inferior» o «posibles riesgos de seguridad».
También se les ordenó a los negocios que retiraran todas las pantallas LED para evitar que se exhibiera información antigubernamental en ellas, especialmente en las zonas cercanas a los estadios donde se llevaron a cabo los eventos de los Juegos.
Video: agentes de gestión urbana derribaron el letrero de una tienda de fideos con ternera y golpearon cruelmente a su propietario, el cual intentó proteger su propiedad.
«Los agentes de gestión urbana nos dijeron que desmanteláramos todas las pantallas LED; afirmaron que se trata de una política estatal tendiente a evitar que apareciera algo en contra del presidente Xi», recordó el propietario de una tienda.
La vida cotidiana de los residentes se vio perturbada
Un guardia de seguridad de uno de los estadios de Wuhan le dijo a Bitter Winter que el Gobierno había gastado una gran cantidad de dinero en la renovación de la Plaza de Xianglong y de los edificios de la comunidad residencial situada frente al estadio. Durante los Juegos, todos los residentes que vivían debajo del duodécimo piso en los dos edificios que daban al estadio fueron evacuados y sus ventanas fueron selladas. Los hoteles cercanos permanecieron cerrados y el suministro de gas se cortó durante un mes. El Mercado General de Xinhua y una empresa procesadora de carne situadas en las cercanías fueron clausurados bajo el pretexto de poseer «medidas de control de incendios deficientes».
Incluso los agricultores de las zonas rurales circundantes a Wuhan fueron reprimidos en nombre del «mantenimiento de la estabilidad». «Me dijeron que los participantes de los Juegos Militares Mundiales pasarían por mis jardines, por lo que desmantelaron una docena de mis invernaderos», le dijo a Bitter Winter el propietario de un huerto emplazado en una aldea cercana a Wuhan. “Sufrí una pérdida de más de 100 000 yuanes [alrededor de 14 500 dólares]. El mismo destino padecieron más de diez familias de mi aldea”.
Previo a la celebración de los Juegos, el Gobierno de Wuhan también prohibió todos los vehículos no motorizados en las calles, amenazando con confiscarlos si no acataban la orden. Ni siquiera escaparon de la represión los escúteres eléctricos para discapacitados. La orden dio lugar a una tragedia, cuando una mujer de mediana edad, la cual viajaba en una motoneta eléctrica junto a su hija de 8 años, fue atropellada por un camión mientras la misma intentaba evadir a la policía de tránsito en la calle Shamao de Wuhan, el 21 de septiembre. Su hija murió instantáneamente y las piernas de la mujer resultaron gravemente heridas.