A fin de erradicar a la Iglesia de Dios Todopoderoso, el PCCh hace todo lo posible para privarla de sus medios financieros, incluyendo el despiadado acoso de sus miembros.
por Yang Guang’an
La tortura que un miembro de la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT) de aproximadamente 50 años sufrió a manos de las autoridades chinas lo perseguirá por el resto de su vida. El hombre, procedente de la provincia oriental de Jiangsu, fue detenido debido a que la policía sospechaba que estaba reteniendo parte del dinero de las donaciones de la IDT, y querían quitárselo. La policía lo amenazó con obligarlo a vender su vivienda y quitarle el dinero de la venta si no entregaba el dinero procedente de las donaciones.
«La policía utilizó un encendedor para quemar uno de mis dedos, en el que pronto se desarrolló una gran ampolla», recordó el hombre. «Un oficial amenazó con perforarlo y colocarle salsa picante».
Además de eso, para extraerle información sobre dónde se guardaba el dinero, lo esposaron a una silla de tal manera que el peso de todo su cuerpo recayó sobre su cintura, mientras los oficiales golpeaban sus axilas y costillas. “Mi cintura se adormeció casi de inmediato. Cuando me permitieron levantarme, me desplomé”, afirmó el creyente.
El hombre posteriormente fue sentenciado a un año de prisión. Fue puesto en libertad en septiembre de 2019 tras cumplir la sentencia. A causa de la tortura, todavía siente dolor en su hombro izquierdo y en la cintura y no puede levantar cosas pesadas.
De acuerdo con las directrices de la campaña especial tendiente a reprimir a la IDT emitidas en el año 2019 en Henán, Shanxi, Jiangxi y otras provincias, la confiscación del dinero de las donaciones es esencial para el éxito de los esfuerzos del Partido Comunista Chino (PCCh) tendientes a erradicar a la IDT. A las instituciones gubernamentales pertinentes se les exige que determinen dónde se guardan las donaciones y las confisquen, arrestando a todas las personas involucradas. Según el informe anual de la IDT para el año 2019, el año pasado, más de 6000 de sus miembros fueron arrestados, 1355 fueron sentenciados y se saquearon bienes de la Iglesia y de sus miembros por un valor de al menos 390 millones de yuanes (alrededor de 57 millones de dólares).
Las autoridades no solo saquean el dinero de la Iglesia, sino que incluso les quitan los ahorros a los creyentes. En el otoño del 2019, la policía arrestó a una miembro de la IDT de edad avanzada procedente de la provincia central de Henán en su hogar y confiscó más de 40 000 yuanes (alrededor de 5700 dólares), que la mujer tenía la intención de gastar para el tratamiento de su grave condición médica. La misma les contó esto a los oficiales de policía, informándoles que acababa de someterse a una operación. Sin importar lo que les había contado, la escoltaron hasta la Agencia de Seguridad Pública local.
La mujer se sentía demasiado débil como para caminar y no podía sentarse en una silla, pero los oficiales de policía aún así la llevaron hasta el sótano para preguntarle de dónde había salido el dinero y si procedía de las donaciones de la Iglesia. También la presionaron para que revelara información sobre sus compañeros religiosos, pero la misma se negó a hablar, solo repitió que se sentía débil y que sentía un dolor agudo en la cicatriz de la operación. Pero el interrogatorio no se detuvo. La mujer recuerda haber pensado varias veces en morir durante el mismo.
Al final, fue liberada bajo fianza debido a su salud, pero su calvario no terminó ahí. La policía confiscó el dinero que hallaron, insistiendo en que se trataba de dinero procedente de las donaciones, y la mujer no pudo pagar el tratamiento que necesitaba.
Una pareja de ancianos procedentes del sur de China, ambos miembros de la IDT, también fue hostigada por supuestamente quedarse con el dinero de las donaciones de la Iglesia. En enero de 2019, la policía irrumpió en su hogar y lo registró, hallando finalmente más de 300 000 yuanes (alrededor de 43 000 dólares) en efectivo perteneciente a los ahorros de la pareja. A pesar de que el comité de la aldea local confirmó que el dinero les pertenecía, la policía lo confiscó por considerarlo dinero procedente de donaciones. Posteriormente, los dos creyentes fueron condenados a prisión, uno a cuatro años y el otro a tres años y medio.