Mientras que el coronavirus se extendía a lo largo de toda China, las iglesias protestantes administradas por el PCCh y sus congregaciones sufrían continuas represiones a manos del Gobierno.
por Huang Xin
A las 4 de la mañana del 10 de marzo, más de 200 empleados gubernamentales y oficiales de policía se presentaron en una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en la aldea de Xiazhuang del municipio de Dawu, administrada por la ciudad a nivel de prefectura de Shangqiu, en la provincia de Henán. Liderados por funcionarios de la Agencia de Asuntos Religiosos, llevaron dos excavadoras al lugar para que demolieran la iglesia.
Según un testigo presencial, la iglesia, construida a un costo de más de 300 000 yuanes (alrededor de 40 000 dólares), los cuales habían sido donados por la congregación, fue convertida en ruinas, y todas las pertenencias de la iglesia, por valor de decenas de miles de yuanes, quedaron enterradas bajo los escombros. El testigo añadió que lo primero que hizo la policía fue abrir a patadas la puerta de la iglesia y luego sacó a rastras a un miembro de la congregación que custodiaba la iglesia y confiscó sus dos teléfonos móviles. Cuando el encargado de la iglesia, un hombre de aproximadamente 70 años, preguntó por qué la iglesia había sido destruida, los agentes de policía lo golpearon brutalmente, fracturándole dos costillas.
«Estos policías luego amenazaron con matar al encargado si el mismo volvía a desafiar al Partido Comunista», recordó el testigo.
Según lo informado por ChinaAid, el día de Pascua, 12 de abril, la Iglesia de Donghu, una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en Xining, la capital de la provincia occidental de Qinghai, fue demolida por orden de los funcionarios del Gobierno local que catalogaron el lugar de culto como «ilegal».
Bitter Winter había informado previamente que incluso durante la epidemia de coronavirus, el Partido Comunista Chino (PCCh) continuó eliminando cruces de iglesias de las Tres Autonomías emplazadas en Anhui, Jiangsu, Shandong y otras provincias. Ni siquiera pudieron librarse de la represión otros símbolos religiosos, entre los que se incluían los tradicionales dísticos cristianos chinos.
En el mes de enero, los Gobiernos de los condados de Juye y Dongming, administrados por la ciudad de Heze de la provincia oriental de Shandong, les advirtieron a los predicadores de las iglesias locales de las Tres Autonomías que no colocaran dísticos religiosos, alegando que se trataba de una política estatal.
«Si desafiamos el liderazgo del Partido Comunista, nuestra iglesia será clausurada», afirmó con impotencia el predicador de una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en el condado de Juye.
Durante el mismo mes, la policía le ordenó a una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en el condado de Xiangning de Linfen, una ciudad a nivel de prefectura de la provincia norteña de Shanxi, que retirara el letrero que contenía los caracteres chinos que significaban «Iglesia Cristiana». Previo a esto, el Gobierno local había acosado repetidamente a la iglesia, presionándola para que retirara el letrero, alegando que «el Gobierno de ninguna manera podía tolerar que los letreros de las iglesias fueran más grandes que los de las instituciones gubernamentales».
El Gobierno tampoco permite que los creyentes tengan símbolos religiosos en sus hogares. El 7 de febrero, funcionarios de la Agencia de Asuntos Religiosos de la ciudad a nivel de condado de Penglai, en Shandong, destruyeron los dísticos cristianos existentes en el hogar del director de una iglesia de las Tres Autonomías.
En el mes de febrero, los hogares de los creyentes del condado de Yugan en Shangrao, una ciudad a nivel de prefectura de la provincia de Jiangxi, fueron inspeccionados en busca de símbolos y dísticos religiosos. Solo en el poblado de Yuting, se retiraron símbolos y dísticos religiosos de al menos 11 hogares, mientras los funcionarios les informaban a los residentes que «el Partido Comunista no les permitía tener creencias religiosas».