El abogado australiano que representa al estudiante expulsado de la Universidad de Queensland en su demanda contra el cónsul general chino en Brisbane, habla.
por Massimo Introvigne
Mark Tarrant creció en Hong Kong y ejerce la abogacía en Sidney. También representa pro bono (es decir, de forma gratuita) a Drew Pavlou —el estudiante de la Universidad de Queensland que fue expulsado por sus críticas públicas hacia el Partido Comunista Chino (PCCh)— en su caso contra el cónsul general de China en Brisbane.
Sr. Tarrant, este es un caso distinto a aquel donde se impugnó la expulsión de Drew de su Universidad, ¿no es así?
Así es. El 14 de octubre de 2019, Drew Pavlou llenó una solicitud para una “orden de paz y buena conducta”, un tipo de orden de restricción, contra el cónsul general de la República Popular China (RPC) en Brisbane, Xu Jie, en la Corte de Magistrados de Brisbane e interpuso una denuncia por crimen organizado contra él con la Policía de Queensland el 30 de octubre de 2019. La audiencia está anotada para el 24 de julio de 2020.
¿Por qué estas acciones por parte de un estudiante de 20 años contra un diplomático que representa a un país poderoso?
El 24 de julio de 2019, un pequeño grupo de estudiantes activistas de la Universidad de Queensland, que defendían pacíficamente en el campus la democracia en Hong Kong y los derechos de los uigures y los tibetanos, fueron rodeados, según cálculos de la Policía de Queensland, por 500 a 600 “neo guardias rojos” encabezados por empleados del PCCh, antes de ser ferozmente atacados.
Al día siguiente, The Global Times transmitió la declaración del cónsul general de la RPC en Brisbane, Xu Jie, donde elogiaba los ataques “patrióticos” contra los estudiantes defensores de la democracia y nombró a dos de los líderes estudiantiles, incluyendo a Drew Pavlou, y lo describió como un “ciudadano australiano”, mientras que “la nacionalidad del otro líder estudiantil aún debe confirmarse”.
El Sr. Pavlou recibió de inmediato cientos de amenazas de muerte. Responsabiliza al cónsul general.
¿Qué opina de The Global Times?
El profesor Geremie R. Barmé, un testigo experto en el caso de Drew Pavlou contra el cónsul general, describe a The Global Times como un “portavoz de la línea oficial de los comunistas chinos”. Dice que, con su “retórica incendiaria y su enfoque contradictorio en lo relacionado con informar y comentar sobre la sociedad china y los asuntos globales”, The Global Times “recuerda un poco a Der Stürmer, el tristemente célebre, pero influyente diario propagandístico alemán que publicó Julius Streicher desde la década de 1920 hasta el colapso del régimen nazi a finales de la Segunda Guerra Mundial”.
Usted ha propuesto una comparación entre el régimen del PCCh en China y el régimen nazi en Alemania. Esto suena muy fuerte. ¿Podría explicarse?
La similitud entre la República Popular China y el Tercer Reich no termina con Der Stürmer. Los crímenes actuales de la RPC están en sintonía con los juicios de Núremberg de 1946-1947 en contra de miembros del antiguo régimen nazi.
Telford Taylor, jefe del Consejo de Crímenes de Guerra de los Estados Unidos, al presentar los juicios en Núremberg, explicó cómo las actividades comerciales e industriales del Tercer Reich de la preguerra “fueron cuidadosamente diseñadas para debilitar a los Estados Unidos como un arsenal de la democracia” al retrasar “la producción dentro de los Estados Unidos de ciertos productos estratégicos”, incluyendo fármacos con azufre, precursores de los antibióticos modernos. Utilizando prácticas empresariales perversas casi idénticas a las de la Alemania nazi de la preguerra, la RPC controla ahora la mayoría de los productos estratégicos del mundo y se infiltra en los países democráticos vía Huawei. Incluso podría pensarse que el PCCh ha estudiado las estrategias de la preguerra del Partido Nacional Socialista Obrero Alemán y las ha hecho suyas.
Tal y como explicó Telford Taylor, “los programas criminales de la SS fueron tan extendidos y conducidos a una escala tan grande que fueron cuestión de dominio público a lo largo de Alemania y el mundo”. Sin embargo, pocos reaccionaron. Los horrores del Tercer Reich continúan en la China actual.
Usted ha insistido en la cosecha de órganos como evidencia…
Me parece que la descripción de los crímenes de matanza para obtener órganos por parte del Partido Comunista Chino como “cosecha de órganos” es profundamente perturbadora: la palabra “cosecha” produce imágenes positivas como cosechar un cultivo, el cual beneficia a la comunidad, el festival de la cosecha, una luna de cosecha (o luna de otoño). Una cosecha ayuda a mantener la vida humana. El PCCh está asesinando a su propio pueblo por dinero. ¿Por qué tantas personas siguen el consejo de Adolfo Hitler cuando dijo “¿Qué nos importa? Mira al otro lado si eso te da asco”?
De acuerdo con el juicio final del Tribunal independiente para China (Londres, 1 de marzo de 2020) “una maestra de escuela […] fue sentenciada a muerte por sus pensamientos ‘contrarrevolucionarios’. Tres funcionarios llevaron a cabo la ejecución: dos la sujetaron, mientras que el tercero colocó el arma contra su espalda en el costado derecho y disparó. Años más tarde, uno de los funcionarios dijo al testigo que la orden no era matar de inmediato. ‘Los riñones deben ser cosechados antes de que muera’, porque los médicos del ejército querían riñones de alta calidad, ‘riñones de una persona viva’”. En Australia, un paciente notificó a su doctor de Nueva Gales del Sur que ya no necesitaba estar en la lista de espera de donantes de riñón, porque un prisionero en China sería ejecutado el lunes siguiente, tal y como lo narró el 4 de agosto de 2016 David Shoebridge, miembro del Parlamento de Nueva Gales del Sur, mientras albergaba la proyección de Hard to Believe, un documental acerca de la crímenes que lleva a cabo el PCCh relacionados con la matanza por órganos.
Difícil de creer, ciertamente. ¿Por qué los seres humanos le harían esto a otros seres humanos?
La fe de Charles Darwin en la santidad de la persona, esencial para la civilización occidental, se extinguió cuando vio la larva de la avispa parasitoide Ichneumonidae alimentándose dentro del cuerpo de orugas vivas, lo cual hizo que Darwin concluyera que “los más fuertes viven y los más débiles mueren”. Karl Marx se tomó a pecho la conclusión de Darwin. El Gobierno del PCCh, libre de cualquier sentido de compasión humana y alimentándose de la desgracia del ser humano durante 70 años, ha provocado la muerte de 70 millones de hombres, mujeres y niños inocentes. Habiendo destruido los derechos de las personas en China continental, el PCCh está destruyendo a toda prisa desde dentro la civilización occidental. Uno de los pilares de la civilización occidental es la democracia, que pone en práctica la creencia cristiana de que cada uno de nosotros, incluyendo a los débiles y los desposeídos, estamos hechos a imagen de Dios. El PCCh no comparte esta creencia. Alexander Bowe, analista político en la Comisión Estados Unidos-China (USCC), explica que el PCCh considera que los activistas que defienden la democracia son uno de los “cinco venenos” que amenazan a su Gobierno (los otros cuatro “venenos” son los uigures, los tibetanos, los defensores de la independencia de Taiwán y el grupo espiritual Falun Gong).
El caso Pavlou se convirtió en un momento de reflexión a nivel nacional sobre las relaciones de Australia con China. En general, ¿cuál es la reacción de Australia frente a las noticias relacionadas con los abusos a los derechos humanos en China?
Así como los crímenes del Tercer Reich no lograron asquear a todos, los crímenes del PCCh y los crecientes abusos a los derechos humanos no asquean a todos. Hedley Thomas describe en The Australian a los activistas de Hong Kong a favor de la democracia como “terroristas enmascarados”. “En general, hay poco apetito por la democracia en China”, escribe Cindy Yu en The Spectator (el artículo también se publicó en The Spectator Australia). Ella ignora a la República de China; es decir, a Taiwán, donde, por primera vez en su historia, el pueblo chino está disfrutando de la democracia. Estos escritores y sus editores son los “copropagandistas” dispuestos y entusiastas del PCCh en Occidente. Uno no puede más que especular sobre sus motivaciones.
¿Por qué es tan importante el caso Pavlou?
Con su ideología alimentada por el odio, el PCCh está intentando eliminar el estado de derecho de los campus australianos. Solo unos cuantos australianos no han sido intimidados por este régimen asesino; uno de ellos es Drew Pavlou, que está dispuesto a defender nuestros derechos sagrados. Permíteme citar nuevamente al profesor Barmé: “Pekín considera a Australia como un caso experimental”, explica, “y su comportamiento internacional se utiliza para medir qué tan lejos pueden llegar las políticas de Estado cada vez más agresivas en el ‘mundo occidental’. Que estudiantes de la RPC y otros actores estén tomando la delantera a partir de la retórica incendiaria de la China oficial y de medios noticiosos propagandísticos como The Global Times para intimidar y amenazar con violencia a ciudadanos australianos y a otros estudiantes en Australia debe causar alarma, y con razón. Si el Gobierno y las autoridades australianas no expresan una preocupación profunda por esos acontecimientos o no se oponen abiertamente a ellos, entonces nuestras instituciones legales independientes y nuestros medios libres ciertamente deberían hacerlo”.