Las iglesias protestantes emplazadas en esta metrópoli del sudeste de China son allanadas, ya que el PCCh busca eliminar las iglesias no registradas, así como también las instituciones educativas que éstas dirigen.
por An Xin
La Iglesia de Xingguang, una iglesia doméstica emplazada en Xiamen, una ciudad subprovincial de la provincia suroriental de Fujian, fue allanada durante la mañana del 11 de junio. Varios centenares de agentes de seguridad pública y de gestión urbana irrumpieron en su sede, establecida en la residencia de un congregante, sin proporcionar ningún tipo de documentación. Los mismos quitaron por la fuerza escritorios, sillas, bancos y otras pertenencias de la iglesia y demolieron otros objetos.
Yang Xibo, el pastor de una iglesia doméstica emplazada en Xiamen, publicó en línea las imágenes de la operación, acompañadas por un pie de foto que decía: «El edificio demolido es una residencia privada, un apartamento privado. La Ley de Propiedad es un papel inservible, y el Gobierno de Xiamen se ha convertido en una tríada [sindicato transnacional del crimen organizado de China] […]. Este es un microcosmos de China que se ha convertido en una tríada en los últimos años».
Esa fue la segunda represión llevada a cabo contra la iglesia luego de que la misma fuera violentamente allanada el 3 de mayo. Ese día, aproximadamente 200 oficiales de policía enviados por la Agencia de Seguridad Pública de la ciudad, irrumpieron en la iglesia y en la escuela que esta dirigía, golpeando violentamente a los miembros de la congregación. Algunos creyentes resultaron heridos y seis permanecieron detenidos durante 12 horas.
Un miembro de la iglesia le dijo a Bitter Winter que, tras la redada, la policía monitoreaba el edificio donde se encontraba situada la iglesia a diario. En ocasiones, de 20 a 30 oficiales de policía se paraban formando dos o tres filas fuera del edificio, asustando así a la gente. Todos los que ingresaban o salían del edificio eran investigados y se les exigía completar un formulario de visitante, en el que debían indicar los nombres de las personas que estaban visitando y anotar su información de identificación y número de teléfono.
«El Gobierno eliminó todas las publicaciones en línea relacionadas con la redada», añadió el creyente. «Un compañero de fe fue interrogado telefónicamente por la Administración del Ciberespacio local. Funcionarios gubernamentales acosaban a los miembros de la congregación en sus hogares, exigiéndoles que enviaran a sus hijos a escuelas administradas por el Gobierno. Los mismos afirmaban que con cada nueva iglesia, menos personas creerían en el Partido Comunista. Para ellos, el cristianismo es una religión extranjera, y temen que los niños expuestos a la religión puedan confabularse con fuerzas extranjeras contra el Estado y el Partido. Nos preocupa que nuestros hijos tengan que convertirse en miembros del Cuerpo de Jóvenes Pioneros del Partido Comunista Chino (PCCh) y sean adoctrinados con el ateísmo si los enviamos a escuelas administradas por el Estado. Estas escuelas impiden que los niños tengan sus propios pensamientos y les dicen que solo deben escuchar al PCCh».
Xiamen ha sido un importante centro para la difusión del cristianismo en China. Fue uno de los puertos del tratado establecido por los británicos a mediados del siglo XIX para fomentar el comercio exterior, donde el protestantismo creció gracias a los misioneros procedentes del extranjero.
En el año 2019, en dicha ciudad se clausuraron al menos 40 iglesias domésticas, y las escuelas administradas por estas iglesias también fueron severamente reprimidas. Entre ellas estaba la Iglesia de Qianpu. Según un protestante local, el Gobierno ataca con frecuencia a esta iglesia porque la mayoría de los miembros de su congregación pertenecen a la clase media, trabajan como maestros, abogados, empleados de aviación y en profesiones similares, y pueden influir en otros miembros de la sociedad.
Las autoridades clausuraron la escuela dirigida por la Iglesia de Qianpu sin una razón legítima y también investigaron a fondo al arrendador de la iglesia, ejerciendo presión a través de los familiares y amigos de dicha persona. Las autoridades también intentaron impedir que el arrendador le alquilara a la iglesia a través de intimidaciones directas y amenazas.
«Los funcionarios afirmaron que los cristianos son contrarrevolucionarios, y que los niños que estudian en escuelas administradas por iglesias crecerán y se opondrán al Partido», añadió el creyente. «El Gobierno quiere que todos los niños acepten la educación del Partido y crezcan bajo la bandera nacional».
La escuela Semillas de Trigo, dirigida por la Iglesia de Shangli emplazada en Xiamen, fue cerrada por la fuerza a fines de abril de 2018, luego de que funcionarios locales declararan que los lugares de culto no registrados no podían administrar instituciones educativas, ya que esto contradecía las normas de gestión religiosa de China.