Luego de un cierre de emergencia de 5 meses, a algunas iglesias estatales emplazadas en China se les permitió reabrir sus puertas; pero solo después de demostrarle su lealtad al Partido Comunista.
por Huang Xin
La iglesia católica de Lishiting emplazada en el distrito de Shunhe de Kaifeng, una ciudad a nivel de prefectura de la provincia central de Henán, reabrió sus puertas el 14 de junio, luego de permanecer cerrada durante cinco meses. «Hoy izamos solemnemente la bandera nacional luego de la epidemia, presenciando los frutos obtenidos por todo el pueblo, el cual trabaja unido bajo el liderazgo de Xi Jinping, quien dirige el Gobierno y el Partido», le dijo un sacerdote a una congregación compuesta por 20 personas, mientras eran supervisados por funcionarios gubernamentales.
Video: La iglesia católica de Lishiting celebró una ceremonia de izamiento de la bandera para conmemorar su reapertura.
La iglesia cristiana de Gangxi emplazada en el distrito también reabrió sus puertas a las 8 en punto de esa misma mañana. «La iglesia finalmente reabrió sus puertas luego de cinco meses, 147 días o 21 domingos, pero en lugar de cantar himnos para alabar a Dios, el Gobierno nos exigió izar la bandera nacional y cantar el himno nacional, alabando ‘la victoria de Xi Jinping en la lucha contra la epidemia’”, comentó un miembro de la congregación. «Esto es completamente contrario a nuestras creencias».
Video: la congregación de la iglesia cristiana de Gangxi canta el himno nacional durante una ceremonia de izamiento de la bandera.
Algunos lugares de culto estatales fueron autorizados a reabrir sus puertas en el mes de junio, mucho después de que otros lugares públicos en China volvieran a la normalidad luego de que se levantaran las restricciones a causa del coronavirus. Pero solo aquellos que se comprometen a respaldar el patriotismo tienen permitido abrirles sus puertas a las congregaciones. En Henán, Zhejiang y otras provincias, los dos consejos cristianos chinos exigieron que el día del relanzamiento, las iglesias deben promover el patriotismo, izar la bandera nacional, cantar el himno nacional y contarles a los creyentes «historias conmovedoras sobre la batalla librada por China contra la pandemia».
A las 7 de la mañana del 13 de junio, más de 20 miembros del clero de la Iglesia de Quannan, la iglesia cristiana más grande de la ciudad de Quanzhou, en la provincia suroriental de Fujian, celebraron una ceremonia de izamiento de la bandera en su patio. En el muro situado detrás del asta de la bandera se colocó una llamativa consigna que promovía los valores socialistas centrales.
Ese día, bajo la supervisión de funcionarios del Departamento de Trabajo del Frente Unido y de la Agencia de Asuntos Religiosos de la ciudad, el pastor de la iglesia elogió los logros del presidente Xi Jinping en la lucha contra la epidemia. «Debemos amar al sistema socialista y al Partido Comunista», afirmó, pasando a promover la «superioridad del sistema socialista» y criticando a Estados Unidos por sus esfuerzos en la lucha contra la pandemia.
«El Departamento de Trabajo del Frente Unido y la Agencia de Asuntos Religiosos exigen celebrar ceremonias de izamiento de la bandera y promover el patriotismo», comentó un miembro de la iglesia. «De ahora en adelante, todas las iglesias tienen que hacerlo, o serán clausuradas y sus líderes despedidos».
Un predicador procedente de la ciudad de Zhumadian de Henán le dijo a Bitter Winter que antes de reabrir su iglesia, tuvo que asistir a una conferencia organizada por los dos consejos cristianos chinos locales. Los participantes tuvieron que estudiar los principales discursos de Xi Jinping sobre la prevención y el control del brote de coronavirus y escuchar «heroicas historias de lucha contra la epidemia».
«El Gobierno exige promover estas cosas ante las congregaciones luego de la reapertura de las iglesias», explicó el predicador. «Estos textos están publicados en un folleto de más de 100 páginas. Los predicadores deben hablar principalmente sobre las políticas del Estado. Los que desobedezcan serán arrestados».
Un pastor de la Iglesia adventista del séptimo día cree que el requisito de izar la bandera nacional y promover el patriotismo el día de la reapertura de las iglesias tiene como objetivo «perturbar las mentes de los creyentes para transformar sus ideologías y cambiar la esencia de sus creencias». Al mismo le preocupa que el Partido Comunista Chino (PCCh) intensifique aún más su control sobre las personas de fe a través de la educación patriótica y el adoctrinamiento. «Su objetivo final es hacer que todas las personas crean solo en el comunismo, para ‘sinizar’ el cristianismo», añadió el pastor, instando a los creyentes a «mantenerse en guardia contra las viciosas intenciones del PCCh y a no convertirse en prisioneros del comunismo». «Las iglesias de las Tres Autonomías deberían seguir el camino de las iglesias domésticas y celebrar reuniones en secreto, para evitar ser controladas por el PCCh y salvar su fe pura», concluyó el pastor.