Desde que comenzaron a levantarse las restricciones a causa del coronavirus en el mes de marzo, el PCCh intensificó los ataques contra los lugares protestantes que no forman parte de la Iglesia estatal.
por Wu Qingshan
En el mes de mayo, las autoridades locales reprimieron tres lugares pertenecientes a la Iglesia de la Gran Alabanza, una iglesia doméstica emplazada en el distrito de Kaizhou de Chongqing, una megaurbe situada en el suroeste de China directamente administrada por el Gobierno central.
Un miembro de la congregación le dijo a Bitter Winter que, un poco después de las 9 de la mañana del 28 de mayo, seis oficiales de policía y varios funcionarios de la comunidad irrumpieron en un lugar perteneciente a la iglesia emplazado en la comunidad de Zhongji del distrito, afirmando que «los creyentes estaban celebrando una reunión ilegal».
Los oficiales rompieron una pizarra situada frente al podio, confiscaron las biblias y los himnarios de los creyentes, y detuvieron al predicador de la iglesia. El mismo fue puesto en libertad más tarde ese mismo día.
El lugar perteneciente a la iglesia emplazado en la comunidad de Pingqiao del distrito fue allanado dos veces en un plazo de tres días, una semana antes del allanamiento efectuado en el sitio emplazado en la comunidad de Zhongji. Uno de los predicadores y tres miembros de la congregación fueron detenidos y permanecieron demorados durante varias horas.
«Los oficiales de policía afirmaron que nuestras reuniones eran ilegales y confiscaron los bancos de la iglesia, una pizarra y más de 20 biblias e himnarios», le dijo a Bitter Winter un miembro de la congregación. «Los mismos afirmaron que querían eliminar nuestra iglesia durante las celebraciones del Año Nuevo lunar, pero tuvieron que archivar los planes temporalmente debido a la epidemia».
Dos oficiales de la comunidad fueron asignados para monitorear el lugar y así evitar que los miembros de la congregación ingresen al mismo.
El lugar perteneciente a la iglesia emplazado en el subdistrito de Zhendong había sido clausurado por la policía hace algún tiempo, pero varios miembros de la congregación lograron ingresar al mismo el 20 de mayo cortando los cables de hierro que lo mantenían cerrado. Más tarde ese mismo día, varios agentes de policía portando bastones eléctricos irrumpieron en el lugar y sacaron a rastras a los miembros de la congregación, destrozando bancos a su paso. Un creyente de edad avanzada y una mujer, quien fue esposada luego de que un oficial la empujara al suelo, se arrodillara sobre ella y le presionara el cuello con una mano, fueron llevados a una estación de policía. Los mismos permanecieron confinados allí durante algunas horas.
Un testigo afirmó que una joven espectadora había tomado fotos con su teléfono, pero rápidamente fue vista por los oficiales de policía, quienes confiscaron el dispositivo.
Video: los miembros de la congregación son expulsados del lugar emplazado en el subdistrito de Zhendong.
Tres miembros de otra iglesia doméstica emplazada en Chongqing fueron arrestados el 14 de abril. La policía allanó sus hogares, confiscando biblias y destruyendo cruces. Uno de ellos permaneció detenido durante 15 días bajo ningún cargo. Durante el interrogatorio, la policía le dijo que «no había nada de malo en creer en Dios, pero que su iglesia era ilegal mientras que Xi Jinping no la autorizara».