La red de “Estaciones de práctica de civilización para una nueva era” se expande a lo largo de toda China para transformar a los creyentes a través de la educación.
por Zhao Mingzhe
«No puedo estar separado de mi país ni por un momento», personas ondeando banderas nacionales cantan alegremente una canción revolucionaria en un video de propaganda publicado por el Gobierno de la aldea de Chenjie de la ciudad de Fuzhou, en la provincia suroriental de Jiangxi. El video titulado «Iglesia convertida en sala de conferencias para crear un hogar espiritual para los aldeanos» promueve «estaciones de práctica de civilización para una nueva era» —un proyecto nacional lanzado por el Partido Comunista Chino (PCCh) en julio de 2018—.
El video además cuenta una historia sobre la mayor iglesia protestante local no registrada en la aldea «exitosamente convertida» en una estación de práctica de civilización.
«Luego de un mes de trabajo, el director de la iglesia proactivamente disolvió la congregación de este lugar religioso. Luego de ello, sus miembros fueron registrados y transformados», explica el narrador de la película, añadiendo que «cada vez más creyentes están siendo transformados en afiliados» de dichas estaciones de civilización.
Video: video propagandístico sobre una «exitosa transformación de cristianos por medio de la educación».
El PCCh considera a la expansión de las estaciones de práctica de civilización en las zonas rurales «como una importante medida para promover el ‘pensamiento de Xi Jinping’ sobre el socialismo con características chinas para una nueva era, e inculcarlo en la mente de las personas». Las estaciones, las cuales a menudo son instaladas en iglesias, templos y salas ancestrales tomadas por el Gobierno, deben tener como objetivo «garantizar que la publicidad y la labor ideológica del Partido se consoliden y fortalezcan a nivel de base». También son utilizadas para hacer que las personas de fe abandonen las religiones y sigan al Partido.
El video de la aldea de Chenjie propaga que las personas recurren a las religiones porque viven «una vida cultural monótona». Por lo tanto, el Gobierno está abriendo estaciones de práctica de civilización para organizar diversas actividades —desde desarrollo agrícola hasta entretenimiento— y así atraer a los aldeanos y asegurarse de que «no sigan a las religiones a ciegas».
El video también cuenta la historia de una cristiana local afectada por la pobreza que en tiempos difíciles «acudió a la iglesia en busca de ayuda», pero «su vida no mejoró» hasta que el Gobierno local le asignó un subsidio monetario que le dio «coraje e ímpetu para seguir adelante».
Los centros de práctica de civilización, junto con una serie de nuevas reglamentaciones y campañas integrales, se han puesto en marcha para frenar el rápido crecimiento de las religiones, especialmente el cristianismo, en las zonas rurales. El PCCh considera a las religiones como un enemigo que se apodera de los corazones y las mentes de las personas, y trata de combatirlas a través de la propaganda y una amplia variedad de otros métodos —desde óperas hasta representaciones teatrales—. Las autoridades también quieren difundir el mensaje de que solo el Partido Comunista puede guiar a las personas a «una vida próspera y feliz».