La misma fue una estudiante de honor que escribió una innovadora tesis de maestría, y debido a ello, fue castigada y sentenciada a 20 años de prisión.
por Martyna Kokotkiewicz
Aygul Eli es una joven mujer. Una ambiciosa y exitosa estudiante. Como campo de investigación para su tesis de maestría eligió un área que nos permite considerarla pionera. No todo el mundo tiene la oportunidad de realizar un estudio comparativo de la banca electrónica y los sistemas de contabilidad de China y Turquía.
¿Qué sucede cuando los funcionarios estatales chinos descubren que una de sus ciudadanas ha demostrado ser una destacada investigadora estudiantil en el extranjero? ¿Le otorgan una beca o algún otro tipo de premio? ¿O la detienen y la hacen desaparecer? ¿Qué respuesta crees que es válida en la China actual cuando eres, tal y como Aygul, una ciudadana que no posee etnia han, una persona de etnia uigur y musulmana, que ha estudiado en un país donde sus compañeros musulmanes constituyen la mayoría? Irónicamente, la respuesta es complicada, ya que Aygul Eli no ha desaparecido. Su familia ha sido informada oficialmente de que su hija se encuentra en prisión. Sentenciada a 20 años.
Aygul Eli nació el 1 de julio de 1986 en la aldea de Suydong, Ghulja, Sinkiang (región que los uigures prefieren llamar Turquestán Oriental). Su vida académica comenzó en la Universidad de Nanjing, de la que se graduó en el año 2009. Como era una estudiante capaz y exitosa, en enero de 2010 viajó a Turquía para continuar allí sus estudios.
En este punto es preciso enfatizar una cuestión extremadamente importante. Cuando eres estudiante en China y quieres continuar tus estudios en el extranjero, normalmente debes solicitar una visa. Eso fue lo que hizo Aygul cuando planeó viajar a Turquía. La misma solicitó oficialmente todos los documentos necesarios, y en ese momento los funcionarios gubernamentales no rechazaron su solicitud. Para los que han estado siguiendo los acontecimientos recientemente acecidos en Sinkiang/Turquestán Oriental (para obtener más información al respecto, véase por ejemplo mi artículo sobre Heyrigul Niyaz), dicho plan puede sonarles familiar. Las autoridades no se oponen a las solicitudes de documentos de viaje presentadas por un ciudadano chino, no obstante, luego de varios años, incluso el más mínimo contacto con el llamado mundo exterior se convierte en un delito. Por cruel que parezca, al darle permiso para estudiar en el extranjero, las autoridades la hicieron firmar su propia sentencia de prisión. Sin embargo, en el año 2010, ninguno de sus familiares podría haber previsto tales consecuencias.
A Aygul le iba muy bien en Turquía. Al principio se concentró principalmente en el estudio de idiomas. Más tarde, se matriculó en la Universidad de Gazi en Ankara. Allí asumió el desafío de analizar los sistemas bancarios electrónicos de Turquía y China. Fue una excelente y galardonada estudiante. Tras ese exitoso período de estudios, obtuvo su maestría en el año 2016. Vale la pena señalar la fecha. En ese momento, viajar de regreso a su patria aún no implicaba el riesgo de perder la libertad o incluso la vida. Además, es bastante natural que, luego de haber recibido educación en el extranjero, los estudiantes viajen de regreso a sus países de origen para aplicar lo que han aprendido allí y, sobre todo, para visitar a las personas y los lugares de los que han estado separados. Esas son las razones por las cuales Aygul Eli decidió volver a casa.
Como ya sabemos, Aygul pertenece a uno de los grupos étnicos más perseguidos en China, y el epílogo de su historia era fácil de predecir. La misma fue detenida en el año 2017 y, según se ha informado, fue enviada a prisión. Según lo que le dijeron a su familia, fue condenada a 20 años. Aquí llega el momento propicio para preguntar por qué motivo. ¿Por haber sido más talentosa y mejor instruida que muchos ciudadanos de etnia han promedio? ¿Por no ser uno de ellos? ¿Por llevar un velo? Cualquiera sea la opción que elijamos, significaría que la razón es mucho más simple. Aygul fue enviada a prisión por ser quien es.
En este punto, no debería sonar exagerado afirmar que incluso el hecho de respirar puede considerarse un delito en China. Al menos para algunos individuos ciertamente lo es.
Existe una pequeña postdata para esta historia. Hemos visto un número alarmantemente creciente de videos hechos en China, los cuales muestran imágenes falsas de la situación imperante en Sinkiang/ Turquestán Oriental. Nos muestran «uigures» felices, sonriendo, bailando y algunos incluso vistiendo vestimentas tradicionales. En muchos casos, son chinos de etnia han disfrazados.
Para los que están dispuestos a creer en esta patética campaña de propaganda, tengo una pregunta que también quisiera hacerle a las autoridades chinas. ¿Por qué no se les permite a personas como Aygul, junto con muchos de sus amigos que también se encuentran detenidos, unirse a esos sonrientes bailarines, acompañados por la música en vivo de artistas tales como Ablajan Awut Ayup (el cual desapareció en el año 2018)? ¿A dónde se han ido todas esas personas y cuál es su crimen si es cierto que, tal y como proclaman los videos propagandísticos, no hay nada de malo en la cultura tradicional uigur? A los ciudadanos de países democráticos les recomendamos que, en lugar de la propaganda del PCCh, vean videos de testimonios sobre uigures detenidos, desaparecidos, liberados en malas condiciones de salud y fallecidos. Desafortunadamente, ya es demasiado tarde para quienes murieron, pero todos los demás necesitan nuestro apoyo.