La cristiana ya había sido detenida en el pasado y se mudó a otra provincia con la esperanza de evitar nuevas persecuciones, pero las autoridades dieron con su paradero.
El hogar de Zhang Pei (pseudónimo), una cristiana que tenía una iglesia doméstica en la ciudad de Neijiang, provincia de Sichuan, fue registrado por la policía en 2015 debido a sus creencias. En junio de 2016, fue denunciada y detenida por la policía. Permaneció bajo custodia durante 15 días. En un intento por evitar nuevas detenciones, Zhang Pei y su esposo decidieron mudarse a la provincia de Cantón con la esperanza de poder seguir profesando su fe. Sin embargo las autoridades continuaron vigilándola y en junio de 2017, recibió una notificación de un oficial del Buró de Seguridad Pública de Cantón ordenándole que volviera a Neijiang y se entregase de inmediato. En caso de no hacerlo, se enfrentaría a una dura sentencia. Atemorizada por la sentencia, Zhang Pei y su esposo regresaron a Neijiang.
Un día de agosto de 2017, un oficial de la comisaría de Neijiang llamó a Zhang Pei y le informó que debía comparecer en el tribunal local lo antes posible. Acudió al tribunal con su esposo sobre las 3 p.m. ese mismo día y tan pronto cruzó la puerta de entrada, fue esposada y llevada por la fuerza a una sala del tribunal. A su esposo no se le permitió entrar. Ese mismo día recibió una sentencia de prisión por un año por “no haberse reformado tras la primera detención. Esta vez tendría que hacer una rectificación completa”. La trasladaron a una prisión en la ciudad de Jianyang, provincia de Sichuan, para que cumpliera su sentencia.
Otro cristiano de la iglesia de Zhang Pei fue detenido ese mismo mes y condenado a dos años de cárcel. Ambos permanecen en prisión.
Informado por Yao Zhangjin