A lo largo de toda China, los Gobiernos locales instan a crear poblados o aldeas «modelo» en los que no haya residentes que sean miembros de grupos religiosos catalogados como «enseñanzas heterodoxas».
por Gu Xi
El Gobierno de la ciudad de Shaoxing, en la provincia oriental de Zhejiang, anunció en su sitio web a principios del verano que el 50 por ciento de las aldeas y comunidades existentes en el distrito de Keqiao de la ciudad estarían libres de xie jiao para finales del mes de junio. Esto significa que la cantidad de miembros de grupos religiosos prohibidos que residen en estas localidades será reducida al menos en un 90 por ciento, o que los mismos serán completamente eliminados luego de que se hayan implementado las medidas de adoctrinamiento y propaganda apropiadas. El año pasado, 19 aldeas del distrito, el cual se esfuerza por convertirse en uno de los «100 condados, 1000 municipios y 10 000 aldeas libres de xie jiao«, fueron declaradas «libres de sectas». Este proyecto fue puesto en marcha a nivel nacional en el año 2014 por las instituciones del Gobierno central a cargo del trabajo anti xie jiao a fin de colaborar en la implementación del plan elaborado por el Partido Comunista Chino (PCCh) tendiente a erradicar todos los grupos religiosos prohibidos.
Las listas de xie jiao, a menudo erróneamente traducidas como «sectas malvadas», fueron creadas por primera vez a finales de la dinastía Ming (1368-1644). Las mismas fueron reintroducidas en el año 1995 por el PCCh, el cual considera que todos los movimientos religiosos independientes, especialmente los que crecen rápidamente, son hostiles a su régimen. Formar parte de manera activa en un xie jiao constituye un delito, el cual es sancionado por el artículo 300 del Código Penal Chino con una pena de cárcel de tres a siete años «o más».
En la parte superior de la lista de xie jiao se encuentran situados Falun Gong y la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT). En el año 2019, al menos 26 683 miembros de la IDT y 3582 practicantes de Falun Gong fueron acosados, mientras que 6132 y 6109, respectivamente, fueron arrestados.
Siguiendo el lineamiento del presidente Xi Jinping, el cual afirma que «oponerse a los xie jiao es importante para la seguridad nacional, así como también para ganarse la voluntad del pueblo», las campañas anti xie jiao son consideradas un prerrequisito sumamente importante para mantener la seguridad del Estado.
Algunos documentos emitidos por las autoridades de las provincias de Cantón y Fujian a los que tuvo acceso Bitter Winter detallan varios aspectos del establecimiento de comunidades libres de xie jiao. Entre ellos se incluyen cambios organizativos dentro de las instituciones gubernamentales y represión de los grupos religiosos, transformación a través de la educación de sus miembros y propaganda para manipular a la opinión pública.
Los documentos exigen incorporar los logros obtenidos por los funcionarios locales en el campo anti xie jiao en su evaluación laboral y el desempeño general de las organizaciones de base del Partido o las administraciones de la red. Se insta a que se formen equipos anti xie jiao de tiempo completo o parcial en las localidades a fin de garantizar la represión sistemática de los grupos religiosos prohibidos.
A los Gobiernos locales también se les exige que establezcan sistemas de alerta incentivados y que formen grupos de ciudadanos informantes para patrullar las comunidades y efectuar una vigilancia activa de los creyentes. Los miembros identificados de grupos religiosos prohibidos son «transformados por medio de la educación» en «clases» personalizadas, asegurándose de que todos los practicantes de Falun Gong y más del 90 por ciento de los miembros de la IDT sean transformados.
Para lograr estos objetivos, los miembros de los grupos religiosos prohibidos son sometidos a un extenso adoctrinamiento y a una vigilancia de alta presión, incluso tras ser puestos en libertad, hasta que firman tres declaraciones —garantía, arrepentimiento y crítica— en las que prometen renunciar a su fe. Incapaces de soportar tal tormento físico y mental, algunos creyentes se quitan la vida.
Los documentos también prevén actividades de propaganda periódicas tendientes a adoctrinar a la población, asegurándose de que la mayoría de ellos estén informados sobre los “peligros” que plantean los xie jiao.
La aldea de Hanzhai en Yongcheng, una ciudad a nivel de condado de la provincia central de Henán, ha sido nombrada zona libre de xie jiao. Los lugares de propaganda especialmente creados para tal fin, así como también los carteles y pancartas anti xie jiao, son omnipresentes en la aldea.
“Luego de que mis familiares escucharon los mensajes sobre los grupos religiosos prohibidos en los altavoces de la aldea, comenzaron a presionarme para que renunciara a mi fe por temor a que me arrestaran y a verse implicados”, le dijo a Bitter Winter un miembro de la IDT procedente de Hanzhai.
Un miembro de la IDT procedente de la provincia de Fujian explicó que el Gobierno exige efectuar propaganda anti xie jiao en escuelas, instituciones estatales y comunidades residenciales. “Los miembros de la IDT son investigados y amenazados en el trabajo, y a sus hijos se les exige denunciar a sus familiares religiosos”, afirmó el creyente. “En las calles y los parques se pueden ver pancartas de propaganda y tablones de anuncios en los que se calumnian y difaman las creencias religiosas. A la gente se le exige denunciar a las personas de fe ante la policía. Podemos llegar a ser denunciados cada vez que nos reunimos. Esta tremenda presión mental es insoportable”.