Las autoridades de la ciudad de Handan, en la provincia de Hebei, intensifican la represión de las iglesias protestantes que poseen certificados de actividad religiosa emitidos por el Gobierno válidos.
por Yang Xiangwen
El 30 de julio, el Gobierno del distrito minero de Fengfeng, en la ciudad de Handan de la provincia norteña de Hebei, demolió una iglesia estatal local de las Tres Autonomías que podía albergar a más de 400 creyentes. Los funcionarios afirmaron que el lugar era una «construcción ilegal» y que tenía que ser demolido para efectuar obras de ingeniería para reparar la erosión de un río cercano.
Según varios miembros de la congregación, la iglesia poseía el certificado de registro de lugar de actividad religiosa requerido. Aún así, el Gobierno local insistió en que «no era suficiente, ya que, si no contaba con un certificado de uso de la tierra apropiado, el lugar era considerado ilegal».
Uno de los creyentes le dijo a Bitter Winter que el director de la iglesia había estado solicitando el certificado de uso de la tierra desde la construcción de la iglesia en el año 2004. “El Gobierno seguía prometiendo gestionar la solicitud, pero siempre retrasaban su aprobación”, explicó el mismo.
«China es un Estado de partido único, y el Gobierno puede comportarse como le plazca: una iglesia puede ser demolida bajo cualquier pretexto», afirmó con impotencia el miembro de la iglesia. “Durante la Revolución Cultural, las iglesias eran arrasadas hasta los cimientos y los creyentes tenían prohibido reunirse. La situación es la misma ahora. Las iglesias de las Tres Autonomías no tendrán más remedio que convertirse en iglesias domésticas para poder conservar su fe”.
“Aunque se posea el certificado de registro de lugar de actividad religiosa, el Gobierno siempre puede posponer la aprobación de otros certificados necesarios para construir una iglesia”, afirmó un predicador procedente de la provincia de Hebei. “En lo que respecta a los Gobiernos locales, la reducción de la cantidad de creyentes y de lugares religiosos es un logro político. Intentan por todos los medios posibles rechazar la emisión de certificados, pero las personas de fe necesitan lugares para practicar su fe, por lo que los construyen. El Gobierno puede demoler iglesias por considerarlas ilegales en cualquier momento, y los creyentes no pueden hacer nada al respecto”.
El 6 de julio, el Gobierno del municipio de Jianzhuang, en el distrito de Congtai de Handan, demolió una iglesia de las Tres Autonomías que ocupaba más de 600 metros cuadrados. Según un miembro de la congregación, la iglesia había sido construida en el año 2015 a un costo de aproximadamente un millón de yuanes (alrededor de 140 000 dólares), los cuales habían sido recaudados por protestantes locales, y poseía un certificado de registro de lugar de actividad religiosa válido. A pesar de ello, en el mes de junio, las autoridades la declararon una “construcción ilegal” y exigieron su demolición.
“El director de la iglesia trató repetidamente de hablar con el Gobierno, con la esperanza de persuadirlos de que le permitieran construir una nueva iglesia antes de que la más antigua fuera demolida”, le dijo el miembro de la iglesia a Bitter Winter. «Pero los mismos respondieron que la política del Gobierno central era demoler iglesias y negarse a construir otras nuevas».
A fin de proteger la iglesia, los miembros de la congregación se turnaban para custodiarla; pero el Gobierno los dispersó, amenazando con responsabilizarlos penalmente si no cooperaban con el Gobierno en la tarea de demolición de iglesias.
«¿Dónde nos reuniremos ahora que la iglesia fue demolida?», se lamentó otro miembro de la iglesia. “Nuestro único deseo es tener un lugar de reunión”.
El 15 de abril, una iglesia de las Tres Autonomías que se encontraba emplazada en el distrito de Fuxing de Handan también fue demolida tras ser considerada un «edificio ilegal». La decisión había sido tomada hacía más de un año, pero la congregación logró posponer la demolición vigilando la iglesia de manera persistente. El funcionario a cargo de la demolición amenazó con arrestar a todo el que protestara.
Según se informa, un funcionario perteneciente a la Agencia de Asuntos Religiosos local le dijo a la congregación que las iglesias están siendo demolidas a lo largo de todo el país porque «el Partido Comunista quiere boicotear todas las religiones».